Algo que vale la pena contar

La casa de la contradicción

En la actualidad y de manera confusa se ha asociado el término democracia a garantizar todo tipo de ideal político. Democratizar las ideas, la familia, la sociedad, la libertad de género; se busca añadir lo democrático como si fuera una especie de sal legitimadora para garantizar que aquello aprobado por la mayoría es lo mejor para todos. Por eso como bien apunta Sartori, vivimos en una época de “democracia confusa”. 

Bajo la idea de esta premisa, “La casa de la contradicción”, editorial Taurus, 2021 y último libro del periodista, politólogo y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Jesús Silva-Herzog Márquez, nos ofrece un bien estudiado análisis sobre la frustración y el desencanto de la democracia en México.

Según Silva-Herzog, en estos días suele escucharse más a menudo que las democracias liberales están tocadas a muerte y nada queda del triunfalismo democrático de principios del siglo pasado, pues tres hilos cruciales están en crisis: la verdad, el diálogo y el poder. Y efectivamente, al considerar el sistema político democrático como una casa debe existir en su estructura como cimiento, la contradicción, un lugar donde las opiniones puedan expresarse y las posturas debatirse, sin duda, un alto ideal en que la confrontación es la piedra angular del sistema político.  

Haciendo gala de una eminente prosa que va de la teoría política pura a un ensayo sobre la problemática actual, Silva-Herzog desmenuza el laberinto de paradojas y matices de la política mexicana mediante la exposición de su esencia, retos y principales inconvenientes. A través de los distintos apartados se rememoran los hechos traumáticos de la ansiada alternancia del año 2000, el caos sangriento del sexenio de Felipe Calderón, la desdicha de los errores cometidos por Peña Nieto y la hinchazón de soberbia que pregona el actual presidente. 

En un tiempo de indudable caos, sin duda se agradecen aportes que nos aclaren el horizonte, pues como bien advertía el historiador Marc Bloch, “La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado”.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.