Algo que vale la pena leer: ¿Porqué hay algo, en vez de nada?

Cuando le preguntaron a San Agustín
¿qué hacía Dios antes de crear el mundo? él contestó:
«Creaba los infiernos para quienes hicieran esa pregunta» 

Los Taquiones son partículas hipotéticas capaces de moverse a velocidades superlumínicas. Una peculiaridad teórica de estas partículas, supone que  tienen la capacidad de «despegar» la materia del universo o el contacto de vacío con ella, lo que dejaría la materia en estado «puro», es decir, libre de cualquier influencia existente en el espacio que las rodea.

Hace apenas unos años, logró analizarse el comportamiento de la materia a escala subatómica a través de varios experimentos con el modelo conocido como: «Semi-radio primitivo de Taquiones». El resultado fue que al lograr aislar un diminuto punto en el espacio, libre de cualquier influencia del universo, es decir, de materia, fuerza o ley, se descubrió algo sumamente interesante: la percepción por vez primera, del caos absoluto. Esto nos lleva a pensar, ¿será entonces que el caos, tiene por regla, no estar influenciado por nada para ser?

Quien publicó el descubrimiento en su momento fue Michio Kaku, eminente físico teórico estadounidense, futurólogo y divulgador científico, autor de una decena y media de libros, quien plantea: «El azar tal y como lo conocemos no tiene más sentido, porque vivimos en un plano regido por reglas creadas y no determinado por azares universales. Esto quiere decir que, con toda probabilidad, existe una fuerza desconocida que lo gobierna todo». En otras palabras, Kaku considera la posibilidad real de la existencia divina, al referir que: «Estamos en un mundo hecho por reglas creadas por una inteligencia.»

De esta manera, podríamos pensar que la antítesis de nuestro universo ordenado, es decir, el caos absoluto, sería entonces un referente inmediato de lo que la humanidad se ha planteado como el infierno. De ser así, hace más de mil quinientos años, San Agustín no andaba nada errado.

«En el principio estaba Aristóteles, y los objetos en reposo tendían a permanecer en reposo, y los objetos en movimiento tendían a llegar al reposo, y pronto todo estuvo en reposo. Y Dios vio que era aburrido…

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.