Aquí en confianza…

La buena y la mala del empleo en México

Cual si se tratase de un disco rayado, hemos  repetido – casi hasta el hartazgo – que la pandemia que nos azota con renovado brío ha producido toda suerte de consecuencias negativas. Bien lo sabemos, no solo la vida y la salud de la población mundial se ha visto comprometida como nunca antes; también la economía del orbe recibió inigualables embates que han menguado profundamente las condiciones de desarrollo en cualquier país. 

El confinamiento obligado acarreó (entre otras cosas) el cierre de empresas y comercios; la transformación de las modalidades de trabajo; la marcada disminución en el consumo y el correspondiente decremento del circulante. A pocos, muy pocos, el maldito virus les vino como “anillo al dedo”. 

Las afectaciones en todos los aspectos son incalculables; el recuento de los daños es prácticamente de imposible realización. Sin embargo, con la llegada de la vacuna y el incremento de la movilidad, la luz al final del túnel parece dignarse a mostrar sus primeros reflejos. 

Sin dejar de lado la aparición de la tercera ola de contagios, la cual encuentra su principal causa en el relajamiento de las medidas de distanciamiento social, debemos reconocer las buenas nuevas en materia de empleo en México. 

Así es mamá (única lectora), a este universo alterno de Marvel (referencia para millenials, cenntenials y uno que otro nerdo) ya le hacía falta una noticia de esas que arrancan sonrisas al respetable. De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI  (ENOE, por sus siglas), en junio del presente año fueron recuperados 95 por ciento de los empleos perdidos debido a la pandemia; lo anterior, gracias al registro de 176 mil 603 nuevos puestos de trabajo generados en el referido mes. 

Dicho de otra forma, según el reporte de marras, el número de mexicanos con alguna ocupación alcanzó los 55 millones 77 mil 521. Así, de los casi 13 millones de empleos que se perdieron en el período de mayor restricción económica  (marzo y abril de 2020) restan por recuperarse 678 mil. 

Al respecto, dicen los enterados en estas lides que aún con la falta de apoyos económicos e incentivos fiscales a favor de los empleadores, así como el cuestionable manejo de la crisis sanitaria por parte de la autoridad federal, el nivel de ocupación laboral previo a la pandemia está cerca de alcanzarse. 

Pero, como cantar victoria en este país siempre se antoja anticipado y nunca falta un prietito en el arroz (sin que suene a referencia personal), debemos aclarar que los mencionados avances no son del todo halagüeños ya que la mayor parte de las ocupaciones reportadas pertenecen al sector informal. Es decir, si bien el mercado laboral ha mostrado una singular recuperación al reportarse 12.3 millones de nuevos empleos, el 81 por ciento de estos son informales (10 millones). Por lo tanto, la subocupación, la precariedad y los bajos ingresos de las personas que desempeñan alguna actividad productiva, siguen siendo asignaturas pendientes para quien dirige los destinos de la nación.  

Como antes lo hemos dicho, en la patria chica otro gallo nos canta. De acuerdo a cifras oficiales, Coahuila es la tercera entidad que más ha avanzado en generación de puestos de trabajo, superada únicamente por Nuevo León y Quintana Roo. Tan solo en el pasado mes de junio fueron registradas ante el IMSS 7 mil 543 nuevas plazas; es decir, acá se ha priorizado la creación de empleos formales, lo que indudablemente provoca mayor certeza laboral y coloca al estado como puntero en la materia. 

Aquí en confianza, aunque los estándares económicos que antes teníamos no eran los mejores y – aún así – regresar a ellos parece todavía lejano, la cosa podría estar peor. En mi México “Di oro” (Dijera el extraordinario comediante Franco Escamilla), la gente sabe bien de esfuerzo y sacrificio. Armados con mente, manos y corazón, millones personas salen todos los días a buscar el sustento de sus familias. Temiendo al contagio pero sin mayores opciones, la población empieza a recobrar la actividad cotidiana; tal vez el empleo que antes  se desempeñaba ya no existe, pero la voluntad de salir adelante siempre es más fuerte; así, la insulsa estadística se alimenta con las historias de miles de hombres y mujeres de bien que con su energía impulsan económicamente a este pedazo del mundo llamado México.