Aquí en confianza

A la mitad del camino; entre la rareza y el talento

Hay quienes lo consideran un periodo inusualmente largo, pero tres años son por igual treinta y seis meses para cualquiera. Cierto, en lo que va del actual régimen se ha hecho mucho y dicho de todo; sin embargo, lo dicho y hecho no necesariamente se traduce en logros alcanzados, en promesas cumplidas o en resultados positivos. En 2018 la expectativa era alta; el bono democrático obtenido por el entonces sempiterno candidato no tuvo precedentes. De pronto, la esperanza de México encontró nombre y apellido. Poco tiempo hubo de transcurrir para que la realidad asestara – inmisericorde – un duro golpe en el ya de por sí maltratado rostro de esta patria. 

Si bien, con motivo de su último informe de gobierno, el Presidente hizo mención de lo que llamó los records históricos obtenidos durante su administración (inversión, remesas, salario mínimo, estabilidad del peso, deuda, mercados financieros y reservas del banco central), los “otros datos” colocan al país en un contexto muy distinto de aquel que se pretende mostrar desde la narrativa oficial. 

El avión presidencial sigue acumulando polvo y deudas en un lejano hangar; fue puesto a la venta y nadie lo compró; luego fue rifado pero no se entregó como premio y el último intento consistió en ofrecerlo en arrendamiento para fiestas y bodas (aunque Usted no lo crea).  El combate al huachicol no acarreó beneficios efectivos y solo trajo consigo un terrible desabasto de combustible, además de la adquisición (por adjudicación directa) de una cantidad importante de pipas que pocos saben donde están. La cancelación del NAICM costó más de 331 mil millones de pesos (según la ASF), mientras que la construcción del aeropuerto en Santa Lucía sigue generando toda suerte de retos para la aeronavegación y su conclusión resultará mas cara que haber terminado la obra en Texcoco. Aunque el Fondo Monetario Internacional sugirió postergar el proyecto de la refinería de Dos Bocas, la edificación sigue su marcha; hasta el momento se han gastado casi mil millones más de lo presupuestado y para colmo, el predio sigue inundándose recurrentemente. El tren maya tendrá un costo 47 por ciento mayor a lo proyectado, sin contar con los daños al medio ambiente y la oposición de las comunidades indígenas. Se eliminaron los fideicomisos y – según los enterados – el dinero se redireccionó para sostener los programas sociales; no obstante, del 2018 al 2020, casi  4 millones de personas más se colocaron en situación de pobreza, por lo que el 44 por ciento de la población total conforma ahora ese segmento poblacional. El manejo de la pandemia ha dejado mucho que desear; México ocupa el nada honroso tercer puesto como país del mundo con más muertes por COVID – 19. Acá la vacunación de los mayores ha sido lenta; el gremio magisterial se encuentra en espera de un antígeno de refuerzo y los niños tienen que pelear contra el Estado Mexicano para conseguir la inoculación. Desapareció el Seguro Popular pero el sistema de salud de Dinamarca nunca se vio por estos lares. La carencia de medicamentos no da tregua; los fármacos para combatir el VIH y el cáncer brillan por su ausencia, incluso hay escases de vacunas contra males ya erradicados. A inicios del pasado mes de septiembre se alcanzó la cifra de 100 mil muertes por homicidio o feminicidio en lo que va del actual gobierno, convirtiéndose así en el arranque sexenal más violento desde que se tiene registro. El PIB se desplomó nuevamente y el Banco de México otra vez disminuyó los pronósticos de crecimiento; el fantasma de la inflación acecha estas tierras. Los escándalos continúan al tiempo que nuestro país cayó 14 lugares en el índice de corrupción para colocarse en el sitio 135 de 139 naciones evaluadas. 

Aquí en confianza, pese a lo antedicho la aprobación respecto a la gestión del mandatario mexicano no solo se ha mantenido sino que ha registrado un ligero incremento. De acuerdo a la última encuesta de Mitofsky publicada en El Economista, 64 por ciento de las personas avalan al Presidente López Obrador. La estrategia de polarización recetada desde el estrado mañanero; la creación de enemigos comunes y el endoso de culpas a las acciones del pasado, han producido frutos al tabasqueño. 

Escribió Jesús Silva – Herzog Márquez refiriéndose al gobernante en turno: “no es extraño que la política sea para él la permanente construcción de adversarios”, y luego remató afirmando: “es el político más raro y más talentoso que ha conocido México en muchas décadas”; para bien o para mal de este pedazo de mundo, debemos reconocer no le faltó razón al abogado, periodista, escritor y académico mexicano. Ahí se los dejo para la reflexión.