Aquí en confianza: COVID-19; desinformados, mal informados y en pánico

En el tema “Otro domingo sin sol”, incluido en el álbum “La verdad”, el cantautor oriundo de la Ciudad de México y avecindado (a ratos) en Zapopan, Alejandro Filio, se pregunta: ¿que pesa más, la nieve o todo el frío? De la misma forma, hoy por hoy, debemos cuestionarnos si resulta más preocupante la existencia de un virus hasta ahora desconocido o el pánico que se generó tras su repentina aparición.

Debo confesarlo, en el momento mismo que se daba a conocer el arribo del coronavirus a tierras aztecas, fui “amablemente” requerido por el alto mando doméstico,  para adquirir en forma inmediata cualquier cantidad de tapabocas, geles y desinfectantes en aerosol. Como era de esperarse, la disposición debía ser acatada en sus términos y así se hizo; al respecto, las compras por internet fueron la única opción disponible, pues los anaqueles de los establecimientos que ofertan los referidos productos habían sido previamente vaciados, bien sea debido a la paranoia generalizada o por  propósitos de especulación comercial.

No es lo mismo estar desinformados que mal informados; frente a la enfermedad que ha puesto de cabeza al mundo, nos encontramos inmersos en ambos fenómenos. Las benditas redes sociales han contribuido, en gran medida, a difundir información falsa o errónea sobre el virus de moda; las formas de contagio; su correspondiente patología y la mortalidad que representa.

Es cierto, estamos en presencia de un virus respecto del cual no se ha desarrollado vacuna ni tampoco se cuenta con un tratamiento específico para el padecimiento que produce; también es verdad que los riesgos de contagio y atención tardía o inadecuada, aumentan en los países cuyos sistemas de salud son precarios, precisamente como el nuestro; sin embargo, antes de considerar que el mentado bicho constituye un boleto directo y todo pagado al más allá, debemos remitirnos a los datos duros y a las siempre confiables estadísticas.

De acuerdo a información de la Organización Mundial de la Salud, mientras esto escribo, más de 90 mil personas se han contagiado con el COVID-19, al tiempo que se confirmaron casos en 74 países. Sin embargo, casi el 90 por ciento de los registros se concentran en China; por lo que, apenas poco más del 10 por ciento de los diagnósticos  se distribuyen en el resto del mundo. Dicho de otra forma, ahora mismo, las posibilidades de infección se reducen significativamente si nos situamos en un lugar distinto al gigante asiático.

Ahora bien, la letalidad del virus de marras en realmente baja en comparación con otros. Hasta este momento, han perdido la vida a causa del coronavirus 3,111 personas, de las cuales 2,945 se encontraban en China. Es decir, la mortalidad en ese país (a causa del virus) fluctúa entre el 2 y el 4 por ciento; pero fuera de él, la tasa se reduce al 0.7 por ciento. Lo anterior, sin contar que habrá casos en los que el contagio no produzca síntomas o éstos sean tan leves que prácticamente se conviertan en indetectables, de tal suerte que su incidencia no engrosará la estadística.

Para que mejor se entienda, en este territorio las posibilidades de infección son aún lejanas; además, quien resulte contagiado no necesariamente mostrará síntomas y, por su parte, quien enferme con motivo de la trasmisión del virus, tiene una probabilidad muy alta de restablecerse completamente. Al respecto, es importante conocer que el primer paciente detectado en nuestro país, fue dado de alta el día de ayer, aunque deberá permanecer en asilamiento domiciliario durante algún tiempo. Por el momento, existen solo cinco casos de contagio en México, todos provenientes de personas que personas que viajaron al norte de Italia.

Los que sucumbieron ante el temor colectivo fueron los mercados internacionales, los cuales han registrado estrepitosas caídas en los últimos días. La recuperación económica frente a la pandemia anunciada, es de pronóstico reservado. Por lo pronto, el peso mexicano no mostró su mejor cara ante el billete verde y alcanzó su nivel más alto a la venta, al colocarse en 19.90 unidades por dólar. Pero esa es otra historia y ya habremos de dar cuenta de ella.

Aquí en confianza, los datos que arriba mencioné no deben servir para tomar a la ligera el asunto, ni – mucho menos – para que se de la espalda a la problemática con la cual nos enfrentamos. Es importante seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias para evitar la propagación del virus y, frente a un sistema de salud que deja mucho que desear, la prevención es clave.

Escribió uno de los principales promotores de la abolición de la esclavitud en los Estados Unidos, Henry Ward Beecher: “No es el trabajo lo que mata a la gente sino la preocupación”.