Aquí en confianza: Encuentro López – Trump y sus previsibles resultados

Mientras esto escribo, el presidente de los mexicanos se encuentra haciendo una escala en el aeropuerto de Atlanta; más tarde, abordará el avión que lo trasladará hasta  Washington. La agenda que el mandatario nacional habrá de desarrollar en los feudos del Tío Sam se dio a conocer con la debida anticipación y no muestra mayores sorpresas. Tal vez,  en el momento en que mi única lectora se de a la tarea de hojear el periódico para buscar este intento de columna, se estarán llevando a cabo las primeras actividades programadas, es decir, la colocación de ofrendas en los monumentos a Lincoln y Juárez; después, los gobernantes sostendrán la muy llevada y traída reunión bilateral y, por la tarde, departirán en alegre convivencia con algunos empresarios.

 

Como se adelantó en este espacio, la presencia del Primer Ministro de Canadá en el aquelarre no fue considerada indispensable; esto a pesar de que el principal tema a tratar es la entrada en vigor del nuevo acuerdo comercial entre los países de América del Norte; de ahí que el señor Trudeau haya preferido declinar la “invitación” (así, entre comillas) que le hiciera su homólogo norteamericano.

 

Debo confesar que al tener noticia de que se estaba gestando el inevitable encuentro entre los líderes de las dos naciones, de inmediato me vinieron a la mente algunos fragmentos del libro titulado “Oye, Trump”, publicado bajo el sello de la editorial Planeta. Fue en julio de 2017 – hace apenas tres años – cuando el entonces dirigente de Morena lanzó un interesante texto en el que se recogían algunos de sus candentes discursos; en ellos, criticaba ácidamente al régimen de la época y exponía con claridad su rechazo al mensaje de odio hacia los mexicanos por parte del magnate gringo. Sonoros aplausos levantó quien – al poco tiempo – competiría en tercera ocasión por la presidencia del país, obteniendo un arrollador resultado. En la obra de marras, el autor propuso acciones específicas para proteger a los inmigrantes mexicanos en los Estados Unidos, principalmente a razón del triunfo del republicano en los comicios celebrados en aquellos lares.

 

Ante la inminente llegada de Trump a la Casa Blanca, el tabasqueño escribió: “Hay que tener calma, tranquilidad; considero que fue un error de los integrantes de la mafia del poder en México tomar partido …”. Luego afirmó: “Vamos a hacer valer nuestro derecho a la soberanía, esté quien esté en el Gobierno de los Estados Unidos”. El libro en comento contiene la trascripción de una arenga pronunciada en Ciudad Acuña, Coahuila; ahí, el ahora inquilino de Palacio Nacional sentenció: “Hoy tomó protesta Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos; lamento el inicio de esta incomoda realidad”. En el mismo mensaje, López Obrador planteó que Enrique Peña Nieto debía reunirse en forma inmediata con el neoyorquino “para hacer valer los derechos humanos, y conducir y atender personalmente este asunto de interés nacional”; mencionó además: “Basta de pasividad; hay que tomar la iniciativa, y ante la amenaza y el manejo perverso de la política de incertidumbre, fijar una postura con claridad, sin titubeos ni medias tintas”. En otro apartado, AMLO señaló: “Es una canallada que Trump y sus asesores se expresen de los mexicanos como Hitler y los Nazis se referían a los judíos”. Y respecto a la construcción del muro fronterizo, al cual sin tapujos calificó como “un monumento a la hipocresía y a la crueldad”, el entonces precandidato agregó: “No abandonaremos la tarea de convencer al interior de Estados Unidos que debemos contar con una fraternidad universal, sin muros ni fronteras”.

 

Considerando las expresiones recién transcritas y algunas otras de mejor manufactura que se incluyen en el referido texto, cualquiera pudiera pensar que el encuentro López – Trump sacará chispas y que las resultas serán de pronóstico reservado, pero no es así. Por lo menos, el Presidente López declaró que hablará con su homólogo del acuerdo comercial que apenas empezó a surtir sus efectos y, de ser posible, platicará de beisbol, pero nada más.

 

Aquí en confianza, la cruzada por los derechos de los inmigrantes a cargo del Jefe del Estado Mexicano tendrá que esperar para futuros encuentros binacionales. Por lo pronto, los colectivos, clubes y federaciones que representan a los 38 millones de compatriotas avecindados en la nación de las barras y las estrellas, se quedarán con las ganas de coincidir con el señor López. Para Ripley; ante la petición de nuestros paisanos para  reunirse con el mandatario mexicano, este respondió que su visita se ajustará a lo acordado con la administración del Presidente Donald Trump y agregó: “porque si vamos con un grupo, luego tenemos que ir con otros”. Simplemente, palabras.