“¡Asesina!”, gritan a legisladora de Morena que votó por penalizar aborto en NL

MONTERREY, N.L., (apro).- “¡Asesina!”, le gritaron activistas a la legisladora de Morena, Cecilia Alonso Rodríguez que, minutos antes, en el salón de sesiones del Congreso de Nuevo León, había votado a favor de modificar la Constitución local para condenar el aborto.

La legisladora tuvo que ser escoltada por policías estatales de Fuerza Civil y guardias de la sede legislativa cuando salió del recinto y se dirigió a los elevadores, para enfilar a su oficina.

Pero no tuvo un trayecto tranquilo.

Cuando estaba por subir al ascensor, las personas que se pronunciaban en favor de la interrupción voluntaria del embarazo, la acosaron con gritos de reclamo, por haber votado por la adición de un párrafo al primer artículo de la Constitución nuevoleonesa, en el que se le da derechos al embrión desde el momento de la fecundación.

Minutos antes, en el pleno, la diputada de Morena había argumentado una encendida defensa a favor de la vida. Incluso reveló que hace 18 años había decidido iniciar su vida sexual activa y como producto de su relación ya tenía un hijo de 17 años.

Y pidió a las mujeres ser responsables de sus actos y de su conducta, incluso si deciden tener relaciones sin condón porque, como dijo que dicen, “así se siente más rico”.

Mientras ella y otros diputados defendían la vida desde el inicio de la concepción, en el graderío del Congreso estaban divididos, por un lado, los que estaban a favor del aborto y en el otro los que estaban en contra.

El presidente de la mesa directiva de la Legislatura, el tricolor Marco González tuvo que llamar al orden y amenazar con suspender la sesión, debido a que los presentes se encendían y lanzaban improperios a los diputados que se turnaban para expresar sus posturas, mayoritariamente en contra de la interrupción del embarazo.

A Alonso Rodríguez se la cobraron al final de la sesión. Las mujeres la siguieron por un pasillo exterior del recinto legislativo y la acorralaron en el elevador donde ella intentaba infructuosamente cerrar la puerta. Tuvo que soportar que le gritaran: ¡Asesina! y ¡traidora!, por votar a favor de que se le dieran derechos al embrión lo que penaliza el aborto.

Un uniformado separaba a los manifestantes, que le gritaban con tono agresivo, hasta que llegaron refuerzos que, a empujones, desalojaron el espacio en torno a la puerta y permitieron que el ascensor se clausurara y la diputada escapara de las expresiones de repudio.

 

 

 

 

Fuente: Proceso