Así es el palacio maya de más de mil años descubierto en Kulubá (fotos)

El palacio perteneció a la civilización maya y mide 55 metros de largo, 15 metros de ancho y seis metros de largo.

TIZIMÍN.- Así son las ruinas recién descubiertas de un palacio maya que según arqueólogos data de hace mil años. Ubicada a 35 kilómetros de Tizimín, Kulubá es una zona arqueológica que avanza en la recuperación de su antiguo esplendor.

Se atiende un Palacio localizado en el año 2000, donde se encontró un Patolli, juego de mesa preispánico. Foto: Mauricio Marat, INAH.
Templo de las U. Foto: Mauricio Marat. INAH.
Proceso de estabilización y limpieza de los estucos del Templo de las U. Foto: Mauricio Marat. INAH.
María Fernanda Escalante Hernández y Natalia Hernández Tangarife, restauradoras de la Sección de Conservación del Centro INAH Yucatán. Foto: Mauricio Marat, INAH.

Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) explora y consolida el llamado Grupo C del asentamiento, a la par que emprende acciones de conservación en sus acabados arquitectónicos, como parte de un proyecto interdisciplinar entre especialistas en arqueología y restauración.

Hallan palacio maya usado por la élite

Estos trabajos confirmaron la existencia de un palacio al oriente de la plaza principal del Grupo C, mediante la liberación y el reconocimiento del basamento, las escalinatas y una crujía con pilastras, en la parte superior, que habría sido usada por la élite del lugar.

¿Cómo es el palacio maya de Kulubá?

Se trata, menciona el arqueólogo Alfredo Barrera Rubio, de una voluminosa construcción de aproximadamente 55 metros de largo por 15 de ancho y 6 de altura, cuyos vestigios materiales apuntan a dos fases de ocupación: una en el periodo Clásico Tardío (600–900 d. C.) y otra en el Clásico Terminal (850–1050 d. C.).

“Fue en el Clásico Terminal cuando Chichén Itzá, al volverse una metrópoli destacada en el nororiente del actual Yucatán, extendió su influencia sobre sitios como Kulubá, el cual, por los datos que tenemos y materiales de cerámica tipo Chichén y obsidiana de las mismas fuentes que proveían a esta urbe maya, podemos inferir que se convirtió en un enclave Itzá”.

Para el investigador del Centro INAH Yucatán, una cualidad de esta cuarta temporada de campo en Kulubá, la cual inició en noviembre y llegará hasta marzo de 2020, es que las acciones arqueológicas están acompañadas por expertos en restauración.

yucatan.com.mx