El ministro del Interior de Francia, Christophe Castaner, aseguró este martes que aún hay riesgos para la estructura de la catedral de Notre Dame, luego del incendio registrado el lunes.
El ministro Castaner dijo a reporteros en la iglesia que la estructura “está bajo vigilancia permanente porque aún podría tambalearse”.
Añadió que los empleados públicos tendrán que esperar 48 horas antes de poder entrar a la catedral y cuidar las obras de arte allí. Algunas de esas obras eran demasiado grandes como para ser sacadas.
Estaremos cuidándola (a la catedral) en su lecho de enferma”, expresó el ministro.
Mientras tanto, todos los puentes que llevan a la catedral de Notre Dame han sido clausurados por la Policía, pero eso no ha evitado que los turistas se aglomeren lo más cerca posible para observar la estructura ennegrecida.
Las aceras en ambas orillas del río Sena estaban atestadas de curiosos, tanto turistas como residentes, todos compartiendo su sentimiento de pérdida por el incendio que estalló el lunes y que fue controlado durante la noche.
La catedral está en una isla en medio del río, llamada la Ile de la Cite.
El río, sin embargo, sí tenía tránsito. Frente a la catedral pasó un buque de carga este martes.
“Se trata de la hermosura de un monumento, de nuestra historia”, comentó, recordando que en las escuelas francesas se enseña a los niños que la isla donde está la catedral es la cuna de toda Francia.
Las personas que salieron a correr esta mañana se detenían en el camino y miraban atónitas. Cruzando el río, todavía bañada por el humo, la catedral de Notre Dame de París se mostraba medio destruida, con sus torres y sus arcos arbotantes en silencio a plena luz del día.
Herida, pero viva” (“Blessée, mais vivante”), dijo en Twitter Henrik Enderlein, el director del Jacques Delors Institute, en una publicación con fotografías que mostraban el exterior devastado de la estructura gótica del centro de París.
Tras una noche en la que más de 400 bomberos trabajaron durante 15 horas para aplacar las llamas que envolvieron el edificio del siglo XII, parisinos y turistas estaban pasmados tratando de procesar la enormidad del desastre.
Pocos días antes del Domingo de Resurrección, la iglesia que ha sido un monumento de la fe católica y un símbolo de Francia por casi nueve siglos fue casi aniquilada por un incendio que según las indagaciones iniciales de la Policía habría empezado por accidente.
Lech Kurek, un turista polaco de 38 años que viajaba junto a su esposa, dijo que ambos estaban impactados.
Estoy rezando y mi esposa está cantando”, afirmó. “Simplemente es surrealista y una locura (…) para los cristianos es terrible que esto pase antes de la Pascua de Resurrección”.
El presidente Emmanuel Macron visitó el lunes por la noche el monumento en Ile de la Cité, la isla en medio del río Sena, y prometió que la catedral de Notre Dame sería reconstruida, sin importar los costos.
Los dueños de dos de los principales imperios de lujo y moda de Francia, Francois-Henri Pinault de Kering y Bernard Arnault de LVMH, dijeron que donarían 100 millones de euros y 200 millones de euros, respectivamente, para las tareas de restauración. En tanto, la gigante petrolera Total se comprometió con 100 millones de euros.
El municipio de París dispondrá de 50 millones de euros.
Para Olivier Lebib, un artesano que ha vivido en París durante 40 años, es crucial que la catedral sea restaurada en su totalidad.
“Notre Dame es nuestra hermana, es tan triste, todos estamos en duelo: parisinos, franceses, turistas, chinos, todo el planeta (…) Gracias a Dios que la estructura de piedra soportó el fuego”.
Con información de AP y Reuters