Australia solicita perdón por darle la espalda a las víctimas de pederastia

Australia pidió perdón hoy oficialmente por no haber “escuchado, creído y brindado justicia” a las miles de víctimas de actos de pederastia perpetrados durante décadas en el seno de las instituciones del país.

“Y una y otra vez, hoy, pedimos perdón”, dijo el primer ministro australiano, Scott Morrison, en un discurso emotivo que dio, con la voz entrecortada por momentos, ante el Parlamento en Camberra al que acudieron centenares de sobrevivientes de estos abusos.

Morrison remarcó que “los crímenes de abuso sexual ocurrieron en escuelas, iglesias, grupos juveniles, en los ‘scouts’, orfanatos, casas de acogida, clubes deportivos, grupos particulares, de caridad y casas de familia” y estos sucedieron “día tras día, semana tras semana, mes tras mes, década tras década”.

“Pedimos perdón por cada niñez robada, por cada vida perdida, por la traición a la confianza, por el abuso del poder (…), por cada crimen no investigado, por cada criminal impune, por cada vez que no escuchamos y no creímos”, subrayó el político conservador al insistir en que ese olvido “siempre será nuestra vergüenza”.

El primer ministro de Australia, Scott Morrison (Reuters)

Esta disculpas se dan después de que la comisión gubernamental creada en 2012 para investigar la respuesta de las instituciones a los abusos contra menores emitiera en diciembre pasado un informe con más de 400 recomendaciones, de las cuales 122 fueron para el gobierno.

La comisión escuchó a unas 17.000 víctimas, de las cuales unas 8.000 fueron convocadas de nuevo a sesiones privadas para explicar sus casos que se remontan hasta la década de 1920.

Una de las víctimas de más edad es Katie, quien fue puesta a los seis años al cuidado de las monjas de St Joseph, en un orfanato del norte de Sídney, en donde fue maltratada por las religiosas y violada por una de sus compañeras.

“Cuando se trata de abusos sexuales, no creo que muchas personas se den cuenta de que es una cadena perpetua”, comentó la anciana de 96 años en una entrevista emitida hoy por la cadena local ABC, en la que se quejó de que aún no tiene noticias del plan nacional de indemnizaciones que prevé un máximo de 150.000 dólares australianos (106.733 dólares o 92.694 euros) por víctima.

La disculpa oficial ante esta “tragedia nacional”, como la calificó la comisión investigadora, no satisface a muchas víctimas, como las de la ciudad de Ballarat, en el sur de Australia, que fue el centro de operaciones de una red de curas pederastas que se cree se intercambiaban menores.

Ballarat es también el lugar de nacimiento y donde comenzó su carrera eclesiástica el jefe de las finanzas del Vaticano, el cardenal George Pell, quien es procesado en Australia por supuestos abusos sexuales perpetrados en el pasado y cuyos detalles no pueden ser revelados por restricciones judiciales.

La comisión, que recibió quejas de 4.500 personas por presuntos abusos de unos 1.880 religiosos y sacerdotes entre 1980 y 2015, recomendó a la Iglesia Católica que levante el secreto de confesión en casos de pederastia y eliminar el celibato, como medidas para luchar contra el abuso de menores.

“Hagan algo serio, protejan a la gente (…) Pónganle impuestos (a la iglesia) hasta que se arrodillen”, comentó horas antes de la disculpa Paul Tatchell, un exconcejal de Ballarat quien fue abusado por el exreligioso Edward Dowland, a la cadena ABC.

La petición de perdón de Australia, donde este año se condenó al exarzobispo Philip Wilson a un año de arresto domiciliario por encubrir los abusos sexuales cometidos por el fallecido sacerdote Jim Fletcher contra dos monaguillos, se da en momentos en que la iglesia católica está presionada por los innumerables casos de pederastia en diversos países como Chile.

Australia también anunció la creación de un museo para recordar y reflexionar sobre el dolor y sufrimiento de las víctimas, así como publicar un informe anual durante los próximos cinco años de los progresos realizados respecto a las 104 recomendaciones que el gobierno se comprometió a implementar.

Antes de Australia, el Estado irlandés se disculpó en 2009 por su convivencia por los sacerdotes pederastas, mientras que el papa Francisco pidió en 2014 “perdón por los pecados de omisión” cometidos por los líderes de la iglesia ante estos delitos “graves”.

Con información de EFE