COLUMNA: CAPITALES «Energía 4.0 ¿Es una moda o una transformación?»

Algunas empresas de servicios públicos han comenzado a implementar en sus operaciones las mismas tecnologías emergentes que están impulsando la cuarta revolución industrial en el sector manufacturero. El Internet industrial de las cosas, el aprendizaje automático y el almacenamiento en la nube se encuentran entre las nuevas tecnologías que ya están siendo utilizadas por algunas compañías eléctricas en todo el mundo para el monitoreo de activos, el mantenimiento predictivo de medición inteligente y las operaciones de recursos de energía distribuida. Algunos expertos de la industria han comenzado a llamar a esta tendencia Energía 4.0 para resaltar la magnitud de la transformación que espera desarrolle a la industria eléctrica. Sin embargo, dado el riesgo implícito involucrado en la adopción de nuevas tecnologías y la importancia de las operaciones en la industria eléctrica, así como los estándares de confiabilidad en este sector, que se encuentran entre los más altos en cualquier industria, sería razonable dudar de adopción masiva de estas tecnologías hasta el punto de llamarlo una revolución. Por otro lado, el mercado de energía eléctrica en los países desarrollados está a punto de experimentar cambios dramáticos que afectarán la capacidad de las empresas de servicios públicos para ser autosustentables. Las tecnologías emergentes que hacen posible la Industria 4.0 en el mercado de fabricación pueden ser un salvavidas para las compañías eléctricas, ayudándolas a adaptarse a lo que pronto será la nueva normalidad en el mercado de la energía eléctrica. La continua demanda de electricidad que impulsó el crecimiento de la industria eléctrica durante el siglo XX parece estar llegando a su fin. A pesar del aumento de la población y el hecho de que vivimos en un momento en que la mayoría de las actividades dependen al 100 por ciento de la electricidad, su demanda en los países desarrollados se está estancando, principalmente debido a los electrodomésticos y edificios más eficientes energéticamente, así como a la desconexión de industrias intensivas en potencia. Las compañías eléctricas han sentido el impacto de esta disminución en sus ingresos, que no han aumentado en los últimos 10 años. Las empresas que son grandes consumidores de electricidad también están aprovechando las tecnologías de la Industria 4.0 para minimizar sus costos de energía. Los sistemas de gestión de energía basados ​​en Inteligencia Artificial analizan el mercado de la electricidad, el consumo mundial de electricidad y las necesidades energéticas del negocio para decidir automáticamente cuándo es un buen momento para comprar electricidad de la compañía de distribución y cuándo es mejor obtenerla, desde una fuente alternativa de energía, como dispositivos de almacenamiento o paneles solares. El mercado de energía eléctrica, que ha sido un oligopolio durante los últimos cien años, pronto podría parecerse a una competencia perfecta con múltiples compradores y vendedores, aumentando exponencialmente la complejidad de operar y mantener la red a niveles más allá de las capacidades de los sistemas actuales de monitoreo y control. Este cambio en el mercado significa que las empresas de servicios públicos deberán buscar formas más rápidas y eficientes de operar sus redes de energía. Obviamente estamos hablando del sector eléctrico en países que han decidido invertir en su matriz energética para depender cada vez menos de procesos contaminantes y poco eficientes. En México, vemos como el Gobierno Federal quiere regresar a los años 70´s para seguir generando energía cara y contaminante. A casi 2 años de que inició esta administración federal hay una visión clara de que el sector energético en México marca un claro retroceso en un sector que llevaba una inercia hacía una plataforma de generación de energía más eficiente y amigable con el medio ambiente.

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