Las iniciativas incluidas en el Presupuesto de egresos de la Federación, son prácticamente las mismas que se emitieron para el año 2019, salvo algunas adecuaciones que vale la pena resaltar. En dicho agenda se considera importante la participación de las asociaciones público-privadas así como asignar recursos públicos al desarrollo de infraestructura, el sector energético, el transporte. El Titular de Ejecutivo Federal ha mencionado que el desarrollo de la industria energética es una prioridad de la administración actual, por lo que se consideraron las siguientes acciones como parte estratégica: incrementar la colaboración con las autoridades reguladoras mexicanas tal es el caso de la Comisión Reguladora de Energía con el objetivo de simplificar el marco regulatorio; promover las inversiones de la inversión en la cadena de suministro de hidrocarburos a través de esquemas que involucren la participación activa del sector privado, particularmente en esquemas que favorezcan el contenido nacional, se instrumenten acciones para el almacenamiento, e impulsar la venta minorista de combustible y proyectos petroquímicos. Asimismo se destacan las acciones que generen un importante dinamismo en el desarrollo de la infraestructura para la electricidad mediante la promoción del uso eficiente de fondos públicos y la inversión privada para el desarrollo de infraestructura para actividades de generación, transmisión y distribución. En un esfuerzo por reducir la brecha de desarrollo entre las regiones norte y sur de México, habrá un enfoque especial en el desarrollo de infraestructura en el sur de México. El gobierno tiene un interés particular en los proyectos del Istmo de Tehuantepec, el Tren Chiapas-Mayab y el Tren Maya. El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec se construirá como el punto focal para el dinamismo económico del Corredor Multimodal Interoceánico. Es importante señalar que se busca aprovechar la ubicación estratégica del Istmo de Tehuantepec y competir en el mercado internacional de envío y transporte de mercancías, utilizando varios métodos de transporte entre los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz y Salina Cruz, Oaxaca. Además, el gobierno mexicano planea desarrollar infraestructura para mejorar los sistemas hidráulicos interestatales. Por esta razón, el gobierno se centrará en construir varias presas y un acueducto para aumentar el suministro de agua potable. Por último, el gobierno continuará promoviendo la inversión extranjera directa en una variedad de sectores diferentes, como la industria automotriz, aeronáutica y farmacéutica, entre otros. En conclusión, parece que bajo los criterios económicos para el presupuesto anual 2020 de México, la administración de López Obrador busca mejorar la infraestructura de energía y transporte del país con recursos públicos y privados. En la teoría, el enfoque del presupuesto va dirigido a crear condiciones económicas que permitan ahora sí, tener un crecimiento en este rubro. Lo que es importante señalar es que para que estas acciones puedan llevarse a cabo, hay que reforzar el tema de la seguridad. Para que las inversiones privadas puedan llegar a México, se necesita un entorno que favorezca la seguridad nacional. Este no es un tema menor, el clima de inseguridad ha aumentado y aunque Alfonso Durazo insista que la estrategia ha dado buenos resultados, la percepción general es que no se han hecho los esfuerzos suficientes para lograrlo. Hoy por hoy México sigue siendo la segunda economía más importante de América Latina, la inercia de inversiones en sectores como el automotriz, energía y turismo entre otros nos han llevado a ser un País con un gran potencial económico. No es posible generar condiciones de inversión si se continúa planeando, es momento de actuar y hacerlo de forma enérgica. Un año fue suficiente, ya es tiempo de demostrarle a quienes votaron por este nuevo régimen, que no se equivocaron. Ojalá así sea.
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