COLUMNA: CAPITALES «La inteligencia artificial y la inclusión laboral «

Una nueva visión en el ámbito laboral se vislumbra con las aplicaciones de inteligencia artificial. Según el Foro Económico Mundial, para el año 2050 el 52 por ciento de las horas laborales que se llevan a cabo actualmente, serán ejecutadas por máquinas. Para el año 2030, predicen que las tecnologías que implican inteligencia artificial reemplazarán 800 millones de puestos de trabajo en todo el mundo. Pero lejos de visualizar esta proyección como una amenaza, se espera que la tecnología genere nuevos empleos durante la próxima década, pero un hecho igualmente importante (y a menudo pasado por alto) es que la inteligencia artificial presenta una oportunidad para comenzar una carrera más inclusiva desde el punto de vista socioeconómico. Si la inteligencia artificial se convierte en una gran fuente de experiencia y análisis de investigación, las personas deberán adaptarse y cambiar sus habilidades para seguir siendo empleables. Un informe reciente publicado por IBM calificó la adaptabilidad como la habilidad más importante que consideran los ejecutivos para contratar a alguien. Además, a medida que la tecnología continúa avanzando, es importante considerar que nuestras habilidades técnicas continúan depreciándose en aproximadamente un 50 por ciento cada cinco años. Como resultado de todos estos cambios, tendremos que mejorar las habilidades y tener la capacidad de aprender y desaprender durante la mayor parte de nuestra vida laboral. Esto cambia la fórmula de la educación inicial de una edad temprana a una vida de aprendizaje continuo. También coloca a la adaptabilidad como eje central en un ámbito laboral. En ocasiones no es tan importante contar con algún titulo universitario en un sector específico, pero si tener la capacidad de poder desarrollar una actividad de manera eficiente, y esto se logra con una capacitación y experiencia que se puede adquirir con el tiempo. Hay muchos profesionistas en un área específica que se desarrollan en otros sectores de manera eficiente. Es un hecho que los títulos universitarios seguirán teniendo un peso específico importante, pero esta realidad llevará a reajustar la infraestructura de evaluación en la adecuación de los puestos laborales. Sin embargo, las rutas que no incluyen un título universitario de cuatro años también se incluirán en la evaluación de adecuación al trabajo a medida que las habilidades se vuelvan centrales. Esto puede dar lugar a oportunidades más inclusivas para el desarrollo profesional. La adopción de tecnologías avanzadas en la población económicamente activa revolucionará el trabajo. De hecho, nuestra propia definición de lo que significa trabajar puede cambiar. La forma en que los gobiernos y los empleadores respondan a estos cambios tendrá un gran impacto en si esto se traduce en beneficios positivos para más personas. Tenemos el potencial para construir un futuro que funcione para más personas de lo que se hace actualmente, y depende de nosotros hacerlo realidad. Sin embargo, tener una infraestructura de evaluación más inclusiva y adecuada para el trabajo no sucederá automáticamente. Hay muchos desafíos que los gobiernos y los empleadores tendrán que superar, así como importantes acciones que deberán tomar.

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