COLUMNA: CAPITALES «Mitos y realidades sobre la energía nuclear»

Cuando se escucha el término de energía nuclear, inmediatamente lo relacionamos con las explosiones ocurridas en Chernóbil, Ukrania (previo a la división de la Unión Soviética) en 1986 y en 2011 en Fukushima Japón, donde lamentablemente se perdieron muchas vidas y los efectos de la radiación fueron catastróficos. En el primer evento, se atribuye a fallas humanas en la operación de una de las centrales nucleares, sumado a una serie de deficiencias en la operatividad de estas, mientas que en Japón dicho evento fue a consecuencia de un terremoto que había ocurrido horas antes, provocando también un devastador tsunami.

Con estos antecedentes, no es raro que la gente relacione plantas nucleares con posibles catástrofes, pero si hablamos de que en todo el planeta existen en operación 440 plantas nucleares, el porcentaje de accidentes catastróficos ha sido de 0.45 por ciento. No desestimamos de ninguna manera el riesgo de algún accidente, pero veamos algunos números interesantes:

Si toda la energía que se genera en el planeta proviene de centrales nucleares, se abatirían las emisiones de dióxido de carbono en un 98 por ciento, adicionalmente se estaría generando energía en todo momento, sin tener que depender de factores como aquellos que se requieren para generar energía a través de fuentes renovables. Pero ¿Cómo se genera la energía nuclear? Las plantas de energía nuclear calientan agua para producir vapor. El vapor se utiliza para hacer girar grandes turbinas que generan electricidad. Las plantas de energía nuclear utilizan el calor producido durante la fisión nuclear para calentar el agua. En la fisión nuclear, los átomos se dividen para formar átomos más pequeños, así liberan la energía. La fisión tiene lugar dentro del reactor de una central nuclear. En el centro del reactor está el núcleo, que contiene combustible de uranio. El combustible de uranio se transforma en bolitas de cerámica. Cada gránulo de cerámica produce aproximadamente la misma cantidad de energía que 150 galones de aceite.

Al respecto, aquí mencionamos algunos mitos y realidades respecto a la energía nuclear:

Mito: Las plantas nucleares no son seguras. Realidad: Los registros de rendimiento de cientos de instalaciones de energía nuclear que operan en más de 30 países han demostrado que la energía nuclear es segura. La Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO) realiza un seguimiento de los datos sobre el rendimiento de la planta, incluido el rendimiento del sistema de seguridad, la confiabilidad del combustible y las tasas de accidentes industriales.

Mito: Los reactores nucleares puede explotar como bombas. Realidad: No es posible que una planta de energía nuclear explote como una bomba porque el nivel de uranio es demasiado bajo. Las plantas de energía nuclear están diseñadas para producir electricidad de forma segura y confiable.

Mito: La energía nuclear produce muy poca electricidad. Realidad: En todo el planeta la electricidad generada a través de esta fuente de energía es del 10 por ciento del total actualmente. Asimismo, se encuentran en construcción otros 50 reactores que podrán proveer 5 por ciento más a nivel mundial.

En México se cuenta con la central nuclear de Laguna Verde, en el Estado de Veracruz que opera la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Dicha planta entró en operación en la década de los años 90s, y de acuerdo con la información proporcionada por la Secretaría de Energía, la generación de electricidad a través de esta fuente de energía es del 4.9 por ciento del total nacional.

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