Algo que los emprendedores tienen claro es que no solo de los éxitos se aprende. A lo largo del camino emprendedor surgen batallas, algunas más complejas que otras, necesarias para alcanzar el éxito. Un emprendedor que desde niño dio muestra de su resiliencia fue el Coronel Sanders, fundador de Kentuky Fried Chicken, quien no solo libró batallas como soldado, sino también a lo largo de su vida.
Harland Sanders nació en Indiana, Estados Unidos el 9 de septiembre de 1890 en una familia común. Desde muy temprana edad aprendió grandes lecciones que le permitieron convertirse en uno de los emprendedores más exitosos. Al frente de la primera franquicia de comida rápida y pionero en el uso de una marca personal para promover su concepto.
Estas son las seis lecciones de fracaso que aprendió el Coronel Sanders a lo largo de su vida y que solo aceleraron su éxito:
1. Forma un equipo y lidera con el ejemplo
A pesar de nacer en una familia estable, a la edad de 5 años, el pequeño Harland padeció la muerte de su papá. Como consecuencia, su mamá tuvo que conseguir dos empleos y él, como hijo mayor, quedó al cuidado de sus dos hermanos menores.
A esta edad aprendió a cocinar y se considera el inicio de su carrera culinaria. Cuando cumplió 12 años tuvo que dejar de estudiar por problemas económicos y trabajó en diferentes oficios como peón, agricultor y conductor de tranvía, entre otros empleos.
Estas habilidades para cocinar, relacionarse con las personas y aprender sobre el manejo del dinero desde muy joven, le permitió forjarse carácter y desarrollar experiencia laboral. Más que sufrir estas condiciones como tragedia, asumió la responsabilidad y encaró la situación.
2. Visualiza un objetivo y haz todo por cumplirlo
A los 15 años, en 1906 Harland Sanders tomó la decisión de falsificar su documento de nacimiento para enlistarse al ejército de Estados Unidos. Logró el cometido y pasó un año en Cuba en servicio militar como soldado.
Aunque la forma no fue la más adecuada, en aquel momento Sanders visualizó al ejército como su válvula de escape ante las condiciones económicas que vivió durante su infancia y adolescencia. Su objetivo era transformar su vida y dejar atrás la pobreza.
El cargo de Coronel Sanders lo recibió años más tarde, así que sigue leyendo para conocer cómo y por qué lo logró.
A su regreso en 1908 se casó y formó una familia con tres hijos. Aunque el matrimonio duró 39 años, no prosperó debido entre otras cosas, al fallecimiento de uno de sus hijos.
Tras dejar el ejército, trabajó como vendedor de seguros, marino, granjero y bombero de ferrocarriles. En esta etapa de juventud, emprendió por primera vez con una empresa de transbordadores de vapor.
3. No desestimes el valor de la capacitación
A pesar de dejar los estudios académicos a los 12 años. El Coronel Sanders aprendió la tercera de estas lecciones de fracaso a sus 30 años.
Decidió retomar su preparación y concluyó la carrera de Derecho por correspondencia en la Universidad del Sur. Combinaba sus estudios con su empleo como ferroviario. Sus habilidades para relacionarse le ayudaron a que un juez local de Illinois le ofreciera su biblioteca para investigar y estudiar la terminología jurídica.
Al finalizar sus estudios dejó el trabajo en el ferrocarril y comenzó a ejercer la abogacía. Aunque este gusto le duró poco porque se involucró en una pelea con un cliente en un tribunal, que le valió su licencia. Gracias a su profesión, obtuvo un empleo en la Cámara de Comercio en Columbus, Indiana que le abrió las puertas a un nuevo emprendimiento.
Compró una estación de gasolina en 1929 en el estado de Kentucky. Este año marca además, el inicio de su carrera en la industria restaurantera. Comenzó cuando notó que las personas que paraban a cargar gasolina además buscaban algo para comer.
En 1930 el Coronel Sanders monta un pequeño restaurante a un lado de la estación al que llama Sanders Cafe. Poco a poco, su preparación de pollo comienza a llamar la atención y a popularizarse entre los viajeros y locales.
Inició con una mesa y seis sillas que en poco tiempo se transformaron en un restaurante para 142 comensales.
4. No le temas la innovación y sé disruptivo
A este emprendimiento le siguió un motel en el condado de Corbin, Kentuky. Parecía que nada detenía a este emprendedor de 40 años. Incluso tomó un curso de administración de hoteles y restaurantes para no limitar sus objetivos de expansión.
Como un cocinero entusiasta seguía conquistando corazones con su pollo frito. Uno de ellos fue el del gobernador del estado, Rubi Laffon, quien nombró a Harland como Coronel de Kentucky, por su destacada participación en la sociedad.
La popularidad y el éxito parecían estar más cerca. Patentó la receta secreta en 1940 y su siguiente jugada fue recorrer todo el país con su mezcla hecha a base de 11 tipos de hierbas y especias. El objetivo era ofrecerla en restaurantes y cobrar medio dólar por cada pollo marinado con su preparación.
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No resultó como esperaba y únicamente seis restaurantes de cientos que visitó se interesaron por este modelo. Finalmente, optó por enfocar esfuerzos en perfeccionar la preparación para hacerlo más eficiente.
El Coronel Sanders ideó la manera de cocinar el pollo en solo nueve minutos usando una olla de presión. Este método fue pionero en la preparación de comida rápida y fue el primer restaurante en vender pollo en una cubeta.
5. Sé resiliente frente a las crisis
Comenzó a cosechar éxitos como ser recomendado en una de las guías gastronómicas más relevantes del país. Además de ser reconocido gracias a su imagen personal, con el clásico traje blanco, gafas, bastón y moño negro.
En 1950 todo cambió y estalla una de sus mayores crisis. Con la construcción de la carretera Interestatal 75, los autos dejaban de pasar por su estación de gasolina y las visitas al condado de Carlin bajaron.
Tanto el motel como el restaurante bajaron considerablemente sus ventas y a los 65 años de edad el Coronel Sanders decide reinventarse para volver a empezar. Cobró el dinero de su pensión, vendió el motel en 75 mil dólares y decidió explotar su receta por segunda ocasión.
6. Aprende a decir adiós
En 1965 con una creciente red de franquiciados y una cobertura nacional, el Coronel Sanders se siente agotado y desea retirarse. A los 74 años vende Kentuky Fried Chicken Company a un grupo de inversionistas por 2 millones de dólares.
Agregó entre sus peticiones, mantener la calidad del pollo, continuar siendo la imagen de la marca más un sueldo vitalicio de 40 mil dólares al año. Con la continua expansión de la marca, este sueldo creció hasta 200 mil dólares anuales.
Incluso en su retiro, el espíritu emprendedor del Coronel Sanders fue imparable. Tras dejar atrás Kentucky Fried Chicken, abrió un nuevo restaurante con un concepto familiar llamado Claudia Sanders Dinner House, que aún permanece abierto.
El nombre para su último restaurante fue un homenaje a su segunda esposa, quien permaneció a su lado hasta el día de su muerte. El Coronel Sanders falleció en 16 de diciembre de 1980 a causa de leucemia a la edad de 90 años.
La cadena Kentucky Fried Chicken fue el primer restaurante de comida rápida en llegar a México. Monterrey y Tijuana fueron las primeras ciudades en recibir al Coronel Sanders en 1963 y actualmente hay más de 400 a nivel nacional.
El Coronel Sanders es un emprendedor que ha inspirado durante generaciones. Fue uno de los pioneros en el sector franquicias, así como en los restaurantes de comida rápida. Además, su historia es muestra de que no existen límites cuando de buscar el éxito se trata. Las lecciones de fracaso no solo lo impulsaron a transformar su vida, sino que, además, transformó toda una industria.
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