EDITORIAL: AMLO no acabará con los grandes narcos en menos de dos años

Lleva AMLO cinco días en el poder y la comentocracia ya dictamina que no puede contra el narco, o sea, que encabeza un Estado fallido. Dicen que tantas reuniones de seguridad (apenas lleva dos) no le han servido para acabar con el narco. Lo del Estado fallido no es acusación nueva. Así nos bautizó dede hace muchos años la revista Forbes. El estudio Joint Operating Enviroment publicado por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, concluyó que el sexenio de Peña Nieto mantuvo a México como uno de los dos peores países en términos de gobernabilidad. El otro fue Pakistán. El relevo del mando presidencial no aplacó las voces críticas gringas que aún nos califican como Estado fallido, aunque Trump le aviente flores a López Obrador.

¿El de AMLO es un Estado fallido? Antes de responder a la pregunta dejemos claro cuáles son las condiciones para calificar a un Estado como fallido. Estas son: que el Estado no controle todo el territorio nacional, que no sea el único que maneja el uso de la fuerza, que no brinde seguridad a sus ciudadanos, protegiéndolo de amenazas tanto externas como internas. ¿Cumplió con estas condiciones negativas el gobierno de Peña Nieto? No. ¿Las podrá corregir AMLO antes de dos años? Tampoco.

Veamos un ejemplo histórico que le encanta citar a López Obrador: la época cuando gobernó a México Benito Juárez. Su administración no controlaba todo el territorio nacional, minado por caciques regionales que se le insubordinaban constantemente, como Santiago Vidaurri, en Nuevo León.

Agobiado por asonadas y conatos de golpes de Estado, Juárez tampoco ejercía de manera exclusiva el uso de la fuerza. ¿Brindaba seguridad a sus ciudadanos? No: sufrimos invasiones extranjeras como la francesa entre 1862 y 1867 y los caminos estaban repletos de bandidos. Pero Juárez tuvo éxito finalmente porque luego de catorce años de broncas, ganó todas las guerras, salvó a México de las peores amenazas y acabó por imponer el imperio de la Ley. Juárez murió de muerte natural en su cama de Palacio Nacional, el 18 de Julio de 1872. El suyo no fue un Estado fallido sino un Estado con fallas.

El gobierno de Peña Nieto sí fue un Estado fallido: el de López Obrador es todavía, a estas alturas (cinco días de gestión) un Estado con fallas. ¿A cuales fallas de seguridad público me refiero? Grandes trechos del territorio nacional seguirán controladas por los cárteles de la droga. El uso de la fuerza la disputará AMLO con el crimen organizado (esa es la triste verdad). Por varios años más los mexicanos seguiremos viviendo en un clima de inseguridad en el que empresarios, comerciantes y empresas enteras tendrán que pagar injustas cuotas al narco. No nos hagamos: este grave mal no se evaporará de un día para otro.

¿Ganará AMLO en menos de dos años todas las guerras contra el narco? No. ¿Nos salvará de las peores amenazas? No. ¿Impondrá pronto el imperio de la Ley? Tampoco. Dejémonos de fantasear: hasta ahora hemos vivido en un Estado fallido y AMLO tardará buen rato en arreglar la ingobernabilidad imperante. Así que tengámosle paciencia. Y mientras tanto, evitemos morir de bala perdida.