EDITORIAL: Chamín Correa, elegía al músico virtuoso

Hoy murió Chamín Correa a los noventa años de edad. Fue un talento en el requinto. Con el trío “Los Tres Caballeros”, junto a Roberto Cantoral y Leonel Gálvez, reformuló el código sentimental de los mexicanos de mediados del siglo XX.

La cúspide fueron las canciones “El reloj” y “La barca” y una composición que a mi me gusta cantar: “La puerta”. Después sobrevino no un declive pero sí un estancamiento de la creatividad del bolero. El gran salto de la música romántica lo dio años más tarde el gran compositor Armando Manzanero.

¿Fue Chamín Correa el mejor requinto de México? Si, con la excepción de un verdadero virtuoso, sin parangón en América Latina: Gilberto Puente (no exagero si digo que Puente, en su propio registro y género, está a la altura de guitarristas como Eric Clapton y David Gilmour, aunque sin su proyección global).

Chamín incursionó como productor artístico y acumuló fortuna. Gilberto, en cambio, se quedó en Laredo, Tamaulipas, fue vista aduanal y tal parece que después de “Los Tres Reyes”, se valió del requinto como simple hobby sofisticado y deslumbrante.

Hay un dato muy revelador que hoy ya nadie recuerda, y que a mi me lo contó mi papá, Eloy Garza Mascorro, segunda voz del trío “Candilejas”. El creador del requinto moderno fue Alfredo “El Güero” Gil, del trío “Los Panchos”. Él lo inventó. Pero como El Güero tenía los dedos muy chiquitos, los trastes eran pequeños. Fue Gilberto Puente quien creó una plantilla especial, con el diapasón más ancho, para poder tocar con más facilidad porque sus dedos son más largos. Ese instrumento que diseñó Gilberto, es el que hasta la fecha tocan todos los requintos de tríos, sin saber su origen.

No se si hubo rivalidad entre Chamín Correa y Gilberto

Puente, sí se que cada uno ocupa su nicho respectivo en la historia del bolero. Son parte de la formación amorosa de nuestros padres y (a través de los covers de Luis Miguel), de la educación sentimental de mi generación. Descanse en paz Chamín Correa, gran artista de nuestro pueblo.