México requiere de una reforma fiscal que sea capaz de aumentar la recaudación, pues de lo contrario no solo faltarán recursos para costear las políticas públicas del gobierno federal, sino que también se terminarían los fondos de estabilización, advirtieron especialistas.
¿Cómo se logró esto? La administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tuvo que usar el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), dejándolo en 239,765 mdp desde los 388,771 mdp que había en diciembre de 2018, según datos de la secretaría de Hacienda.
“Hay muchos claroscuros dentro de las finanzas públicas. El FEIP está cayendo y, de hecho, los fondos de estabilización están cayendo más del 70% de su nivel, en parte compensando la caída de los ingresos”, dijo Jesús Garza, profesor de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.
“Esto es un claro reflejo de la debilidad de la actividad económica, y hacia adelante creo que va a continuar esta tendencia negativa y presiones adicionales para 2020”, apuntó.
El gobierno usó parte del FEIP para el prepago de deuda de Pemex -vía las inyecciones de capital y las acciones de manejo de los pasivos financieros-, cuando su principal función era detonar proyectos de infraestructura.
Recientemente, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, dijo que si se incumplen las metas de crecimiento (2%) para este año, el gobierno federal contempla usar los recursos del FIEP.
“(Ese pronóstico) es demasiado optimista, fuera de la realidad. Yo creo que en el siguiente trimestre lo deben de reajustar. Personalmente traía un (crecimiento) 0.9% y ahora traigo un 0.5%”, dijo el académico de la EGADE.
El pronóstico de Jesús Garza va en línea con el de Bank of America (BofA) de 0.5%. Incluso, el banco ha advertido que el débil crecimiento económico y la baja recaudación provocarán que el país sufra un recorte a su calificación de deuda este año, sin embargo aclaran que México aún mantendrá su grado de inversión.
«Esperamos que el crecimiento sea del 0.5% en 2020, ya que todavía no esperamos una recuperación de la inversión y nos preocupa que las exportaciones pueden no ser lo suficientemente fuertes como para llevar el crecimiento al 1% o más», señaló BofA en un reporte.
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