Es bien sabido que comer es uno de los mayores placeres que se puede dar el ser humano, ya que al disfrutar de los alimentos se libera dopamina en el sistema nervioso; lo que provoca una sensación de felicidad y bienestar.
Es por ello que muchas personas deciden ingerir alimentos para calmar emociones como el miedo o la preocupación, sentimientos que se experimentan en las grandes urbes como Monterrey.
La doctora Sandra Gussinyé Canabal, señaló que las personas que no saben gestionar la ansiedad, preocupación o simplemente se sienten aburridos; entran en la denominada «hambre emocional».
«Muchas personas que tienen problemas de peso utilizan la comida como gestor emocional. Cuando están tristes comen, cuando están aburridos comen, cuando tienen alguna frustración comen, cuando tienen algún disgusto, alguna crisis, comen», comentó la doctora Gussinyé.
Profesionales de la salud recalcan que se debe explicar a niños y adultos que todas las personas por igual, tienen emociones buenas y malas que deben aprender a gestionarlos sin la necesidad de comer.
Fuente: ABC Noticias