El respaldo de Ebrard a Monreal desata pugna con los grupos afines a Sheinbaum

La pugna agravó la brecha que divide a los grupos que se reivindican de la llamada Cuarta Transformación y pelean para la sucesión del presidente Andrés Manuel López Obrador.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El respaldo público de Marcelo Ebrard Casaubón al senador Ricardo Monreal Ávila respecto al encarcelamiento de su cercano, José Manuel Del Río Virgen, desató una ruidosa pugna entre personas identificadas con el proyecto presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo e integrantes del grupo del canciller, ambos aspirantes a la candidatura de Morena para las elecciones de 2024.

En los últimos tres días, los militantes afines a la línea “dura” de Morena denunciaron a Ebrard por “dispararse en el pie” o “sacar el plumero” con su respaldo a Monreal –quien a su vez está atacando al gobernador veracruzano Cuitláhuac García, cercano a López Obrador y a Sheinbaum–, y los cercanos al canciller lanzaron una intensa campaña para resaltar su cercanía con el proyecto político del presidente.

De hecho, acompañaron su campaña con fotografías de hace varios años, en las cuales Ebrard y López Obrador aparecen abrazados.

La pugna agravó la brecha que divide a los grupos que se reivindican de la llamada Cuarta Transformación y pelean para la sucesión del presidente Andrés Manuel López Obrador: por un lado, Ebrard, Monreal, el diputado Gerardo Fernández Noroña –del Partido del Trabajo, quien expresó a su vez su apoyo a Ebrard–, y por el otro lado Sheinbaum y los fundadores de Morena y su doctrina, como Pedro Miguel, Rafael Barajas o Citlalli Hernández.

Los mismos grupos rivales ya habían exhibido en público sus enconos tras el colapso de la Línea 12 del Metro, con los señalamientos de corrupción en la obra emblemática de Ebrard en la capital, y con el caso –mucho más anecdótico– del nombramiento de Brenda Lozano como agregada cultural en la embajada de México en España.

La ruptura inició el pasado 24 de diciembre, cuando Monreal viajó a Veracruz para visitar a Del Río Virgen, político adscrito a Movimiento Ciudadano (MC) y secretario de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado –presidida por Monreal– al que la fiscalía veracruzana acusa de perpetrar el asesinato de René Tovar, entonces candidato a presidente del municipio de Cazones de Herrera.

Un día después de que Monreal denunciara una “persecución política” y despotricara contra García –a quien tachó de “gobernante extraviado y ofuscado por su incapacidad”—y de que el Senado instalara una comisión para investigar abusos de autoridad en Veracruz, Ebrard expresó su respaldo en público al zacatecano desde su cuenta de Twitter.

“Integridad y calidad y calidad humana, no abandonar a los compañeros y amigos en la Navidad. Te reconozco”, escribió Ebrard en reacción a una publicación previa del senador, con quien tiene desde hace varios meses un pacto de no agresión en el marco de lucha interna por la candidatura de Morena a las elecciones de 2024.

Ebrard mandó su respaldo a pesar de que apenas el día anterior, el presidente López Obrador había insistido que le tiene “mucha confianza” a Cuitláhuac García, de quien dijo que “es uno de los mejores gobernadores que ha tenido Veracruz” y que “es incapaz de cometer una injusticia”.

Tras este espaldarazo al senador, quien marcó una distancia clara con el mandatario, militantes de Morena vinculados con Sheinbaum, como el historiador Pedro Salmerón, atacaron a Ebrard – “por respeto a AMLO y por lo que como canciller hace (siguiendo la línea y las instrucciones de AMLO), había sido prudente y moderado en mis comentarios” – mientras otros, como Barajas, defendieron a García.

En respuesta, los integrantes del primer círculo de Ebrard difundieron mensajes en los que resaltaron la cercanía del canciller con el presidente y con su proyecto de nación. Entre los promotores de esta campaña destacan Daniel Millán, jefe de Oficina de la Cancillería, la subsecretaria Martha Delgado, las senadoras Martha Lucía Mícher Camarena y Bertha Caraveo, o el periodista Luis Guillermo Hernández.

Después de unos días, el tono empezó a bajar. Pedro Miguel, quien el 24 acusó a Ebrard de un “extravío político muy grave”, suavizó su postura ayer, cuando afirmó que el político le parece “el mejor canciller que ha tenido México” y que “ni de lejos pretendo crucificarlo”.

Proceso