Esta fintech te ayuda a cobrar antes tus facturas para obtener liquidez

A la par de los malos augurios para la economía mexicana que siguen llegando, miles de negocios formales e informales se preguntan cómo financiarse para que la cuarentena no los asfixie hasta el punto de tener que bajar las cortinas.

Para evitar esto recurren a tarjetas de crédito, vender parte de sus activos, préstamos personales, tandas, empeños, usureros… cualquier método que les dé liquidez para enfrentar la situación de cierres obligados por las autoridades sanitarias y la falta de personas en la calle.

En el país existen 4.2 millones de unidades económicas, de la cuales 99.8% son consideradas micros, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) y aportan 42% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan el 78% del empleo en México, de acuerdo con datos oficiales. Sin embargo en economías emergentes, estos negocios no tienen la información crediticia necesaria que las instituciones financieras tradicionales requieren para extenderles créditos, o para obtener recursos sin poner en riesgo su patrimonio.

Si a esto se suma que al menos 53.4% de las mipymes padecen una baja en sus ventas de entre 80 y 100% a causa de la emergencia sanitaria causada por el Covid-19, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra); y que sólo el 15% de las 50,000 empresas que representa mantuvieron operaciones por ser consideradas como esenciales por el acuerdo emitido por el Consejo General de Salubridad en marzo pasado, el panorama no luce más esperanzador.

Obten tu propio dinero antes dinero antes de pedir prestado

En ese contexto, la fintech Factoro acerca su solución a aquellos negocios que ante la imposibilidad de acceder a un crédito gubernamental o comercial, puedan hacer uso de sus recursos futuros, es decir, recurriendo al cobro anticipado de sus facturas para obtener liquidez, con menores tasas que si lo hicieran por cuenta propia, y enfrentar los diversos desafíos de la situación actual.

“Las plataformas actuales toman de dos a tres meses en hacer esos procesos, y eso es lo que estamos reduciendo drásticamente, porque el proveedor necesita esos recursos y si se los das en 90 días la empresa ya quebró”, subraya el director general de esta fintech, Juan Carlos Herrera.

Detalla que a través de su plataforma fintech ofrece liquidez a las empresas a través de un programa de pronto pago para que puedan anticipar el cobro de sus facturas diferidas a más de 30, 60 y 90 días, esto es habilitar mediante procesos digitales y afiliaciones remotas a las grandes empresas para que puedan ayudar a sus proveedores a obtener recursos sin afectar su plazo original de pago, y en momentos en que los bancos se encuentran con contención de cartera, haciendo aún más difícil el acceso a financiamiento para las mipymes mexicanas.

“En Factoro liberamos el capital atrapado en largos plazos de pagos, fortalecemos las relaciones entre compradores y proveedores y ahorramos horas de tiempo administrativo con una plataforma inteligente que simplifica la gestión del capital de trabajo”, apunta el director de la fintech creada en 2018.

Esta falta de conexión entre quienes tienen efectivo y quienes lo necesitan, genera una falta de liquidez para que las mipymes logren subsistir la crisis. La falta de capital de los proveedores tiene repercusiones en el empleo para los mexicanos, ya que causa fricciones en todos los niveles de las cadenas de suministro de las grandes empresas.

Reducir los tiempos para evitar quiebras

Mientras que en otros esquemas en el mercado, como Nafinet y eFactorNetwork , el proceso de alta en factoraje puede llevar entre dos y tres meses, y en momentos en que los negocios necesitan dinero lo antes posible, Factoro acelera el tiempo de alta de un proveedor a menos de una semana para empezar a anticipar el pago de facturas. Además, de que no tendrán que pasar por un análisis de riesgo ni se les aplicarán restricciones.

“No importa el tamaño del proveedor, su historial crediticio o su flujo de efectivo, si ellos operan con alguna de estas grandes empresas aprovechan su calificación crediticia superior ante las instituciones financieras para obtener este financiamiento, esto sin afectar su plazo original de pago. Las empresas grandes se quedan con su plazo original de 30, 60 o 90 días, y los proveedores tienen acceso a su dinero cuando lo necesitan”, detalla Herrera.

“La limitante no es el tamaño de la empresa, sino la cadena de suministro que tenga. Los proveedores suelen ser empresas más pequeñas que la empresa compradora; si fuera al revés, el acceso a financiamiento tendría una tasa más atractiva para los proveedores. El beneficio en Factoro es que bajamos la barrera de entrada a empresas mucho más pequeñas de las que ofrecen otras alternativas en el mercado”, complementa Humberto Pifferi, director de Operaciones de esta fintech.

Para acceder al programa de pronto pago con esta empresa es necesario que los compradores tengan una línea de crédito con una institución financiera para que sus proveedores puedan disponer de ella, sin la necesidad de realizar gastos de capital, integración de sistemas, cambios de procesos centrales, renegociación de contratos o personal adicional para ejecutar el programa.

Ante la creencia de que las mipymes no tienen la información crediticia necesaria para que las instituciones financieras tradicionales les extiendan créditos, Factoro ayuda a estos negocios a desarrollar un expediente digital con la documentación y la información financiera necesaria para acceder a un financiamiento

Asimismo, busca opciones de fondeo con socios, como bancos y Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes); y la empresa compradora invita a sus proveedores a sumarse al programa, quienes se registran en la plataforma; una vez realizado su ingreso el negocio selecciona las facturas que quiere anticipar y recibe vía SPEI los fondos dentro de un periodo promedio de 24 horas.

Actualmente integra en su plataforma a bancos regionales y sofomes, para atender las demandas de los diferentes negocios; y a la par se acerca a bancos multinacionales para sumarlos a su plataforma y así atraer a empresas de mayor tamaño y por tanto a más proveedores.

 

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