La final de la Copa Libertadores se ha cancelado en más de dos ocasiones por diferentes situaciones que han comprometido el fútbol. Se ha hablado de sanciones para el River por los disturbios que sus aficionados provocaron a los jugadores de su máximo rival, Boca Juniors. Incluso se espera que se juegue en otros países para evitar este choque entre barras.
Esta última idea ha emocionado a varios países quienes alzan la mano para recibir este partido tan esperado y temido.
La ciudad italiana de Génova se ofreció como anfitriona mediante una carta a los presidentes de los clubes argentinos, con el argumento de que existe un fuerte vínculo entre ambas naciones debido a que los inmigrantes italianos se instalaron en el barrio de la La Boca, localidad que vio nacer a estos dos clubes.
Fred Larreategui, presidente de la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA) de Ecuador, puso a disposición de la Conmebol el estadio Olímpico Atahualpa para la final de la Copa Libertadores. “Para nosotros sería un honor albergar ese partido tan importante”, declaró Larreategui.
Brasil también alzó la mano. Los administradores del estadio Mineirão, en Belo Horizonte, pusieron a disposición este monumento de forma gratuita, solo piden a los clubes rembolsar los costos del evento.
Paraguay es una de las opciones más viables para que se juegue este partido. Se jugaría el domingo 9 en el estadio Defensores del Chaco que tiene capacidad para 38 mil personas, sin embargo aún no se define esta sede
Una de las propuestas más ambiciosas y más probable es el estadio Khalifa en Doha, Qatar, donde se han jugado finales de campeonatos extranjeros como la Supercopa Italiana, además de que en ese país se jugará el próximo mundial de fútbol.
FUENTE: gluc