Italia ‘blinda’ la Navidad con un ‘super pasaporte’ Covid que deja fuera a los no vacunados

A partir de hoy, sólo los vacunados con pauta completa o que hayan pasado la enfermedad podrán disfrutar del ocio durante las fiestas

Italia blinda su Navidad ante el aumento de casos de Covid y la amenaza de la variante ómicrón que se extiende por Europa. Desde este lunes, los italianos quedan divididos en dos categorías: los que tienen el pasaporte Covid -o ‘Green Pass’, y los que tienen el ‘Super Green Pass’, o pasaporte reforzado. ¿La diferencia? Los segundos pueden ‘hacerlo todo’; los primeros quedan limitados a acceder al transporte público y acudir a sus puestos de trabajo, pero su vida social queda restringida.

El certificado sanitario reforzado que entra hoy en vigor en el país transalpino se otorga solo a las personas vacunadas con la pauta completa o que hayan superado la enfermedad en los últimos seis meses. El ‘Green Pass’ normal, que lleva en vigor en Italia desde el mes de octubre, es obligatorio para todos los trabajadores y se concede a los vacunados, los curados pero también presentando un test negativo. Por tanto, los no vacunados que hasta ahora podían adquirir el pasaporte con una prueba Covid negativa no podrán subir de categoría a no ser que se vacunen. 

Los portadores del ‘Super Green Pass’ podrán disfrutar del ocio durante las fiestas y acceder al interior de restaurantes, bares, cines, teatros, eventos deportivos y discotecas. Los no vacunados, por el contrario, solo pueden viajar en transporte público, acudir a sus puestos de trabajo, comer en restaurantes de hoteles o asistir a ceremonias como bodas o bautismos. Nada de cenas de empresas, ni si quiera al aire libre, o salidas nocturnas. Sólo en las ‘zonas blancas’, con un nivel muy bajo de contagios, se permitirá a los no vacunados consumir en las barras de los bares y restaurantes.

Con un aumento significativo de los positivos diarios -15.000 en las últimas 24 horas-, la medida impuesta por el Gobierno de Mario Draghi estará vigente hasta el 15 de enero. El objetivo es mantener abiertas todas las actividades aunque los datos empeoren, pero evitando que los no vacunados acudan a lugares de riesgo, e indirectamente presionar a los indecisos para que den el paso a inmunizarse. Además, las regiones que después del 15 de enero presenten un nivel de alerta de contagios en ‘amarillo’ o ‘naranja’ (siendo el ‘rojo’ el más grave) continuarán aplicando este super pasaporte. Los controles, sobre todo en el transporte público, también aumentarán durante la Navidad, bajo pena de multa si se incumple la norma.

VACUNA OBLIGATORIA PARA PROFESORES

El nuevo decreto afecta a los seis millones de italianos mayores de 12 años que todavía no han pasado por los centros de vacunación. Más de 45 millones sí lo han hecho, situando la tasa de inmunizados en más del 84%. Un porcentaje muy superior al total de la media de la Unión Europea, el 68%, con pauta completa. 

Italia fue pionera en la UE en la imposición del pasaporte Covid a los trabajadores y en obligar a la vacunación a su personal sanitario. A esta última norma se unen a partir del 15 de diciembre otros grupos de profesionales -personal administrativo de la Sanidad y la Educación, profesores, militares, policías y miembros del Servicios de Socorro- que tampoco podrán ejercer si estar vacunados

El país se suma con estas medidas reforzadas a la campaña de presión de varios socios comunitarios contra los no vacunados, que cada vez encontrarán más complicado llevar una vida ‘normal’ en sociedad. Esta estrategia, previa al debate abierto la semana pasada por Ursula von der Leyen sobre la vacuna obligatoria en Europa, pasa por restricciones, confinamientos, multas y aislamiento social.

La semana pasada, otros socios de la Unión como Alemania anunciaron fuertes medidas contra los no vacunados. El Gobierno de la canciller en funciones, Angela Merkel, vetó la entrada a todos los comercios no esenciales a los no inmunizados y redujo sus contactos sociales a dos personas como máximo. 

Ante el avance de la cuarta ola en Europa, países de fuera de la UE están tomando medidas para proteger sus fronteras. En Suiza, además de la imposición del certificado para entrar en espacios cerrados, el sábado se suprimió la obligación de hacer diez días de cuarentena para los viajeros procedentes de una decena de países en su «lista roja», informó Efe. Sin embargo se reforzarán los controles de detección del virus mediante test: tanto vacunados como recuperados deberán portar una PCR negativa y someterse a un segundo test (válido para antígenos) entre el cuarto y séptimo día desde su llegada.

El Mundo