La cuidad de Europa de la que podríamos aprender sobre reciclaje

Más de 3,400 millones de toneladas de basura se generarán en 2050, estima el Banco Mundial, pero esto lejos de ser un problema para la ciudad de Córdoba, en España, es una oportunidad para generar ingresos y, con ello, ser una de las ciudades más limpias y ‘verdes’ de Europa.

Así lo decidió esta ciudad de 330,000 habitantes en la década de los 90, cuando sus autoridades y ciudadanos se formularon la pregunta: ¿qué nos molesta de la basura?, llegando a la conclusión de que era su olor, las plagas que generaba y las manchas que ocasionaba en los hogares.

Esa pregunta derivó en un sistema integral de gestión de residuos y una app, que a la postré colocó a esta ciudad, de acuerdo con el informe Los objetivos de desarrollo sostenible en 100 ciudades españolas, en la de mayor objetivos de reciclaje cumplidos en España, por arriba de otras ciudades como Madrid o Barcelona.

“Entendimos que para que la gente colaborara en el reciclaje teníamos que hacer las cosas fáciles, por lo que desarrollamos cuatro contenedores: para vidrio, plásticos y envases, cartón y productos orgánicos. Ahora con una aplicación que se baja al móvil puedes conocer en qué partes de la ciudad están los contenedores y educarte más sobre este tema”, comenta Francisco Quijada Muñoz, gerente de saneamientos de Córdoba, presente en el Global Youth Leadership Forum (GYLF), que tiene lugar en Cantabria, España.

En el caso del papel, éste se aparta y lleva a una fábrica donde se recicla y se comercializa. Los ingresos obtenidos se utilizan para la misma operación de la gestión de la basura.

“No hay ganancias como tal, pero cubres costos de trabajo”, dijo.

El vidrio va a otra fábrica donde se rompe y se separa en colores, así como el tipo de vidrio. “Es muy fácil de reciclar. El 100% se recicla y es mas económico que la materia prima para hacer vidrio nuevo”, dice el gerente de saneamientos de Córdoba.

En cuanto a los metales, el acero es 100% reciclado, al igual que el aluminio. “Una tonelada de aluminio reciclado es mucho más eficiente que una tonelada de este producto extraído directamente, además de que también es más eficiente en términos energéticos”.

En mundo de los plásticos hay materiales de muchas categorías. Plásticos de alta densidad, de baja densidad y otros como el PET (politereftalato de etileno). Entre los productos reciclados, éste es el que más costos significa para la ciudad de Córdoba. La razón, el proceso de separación es complejo.

“Es como la minería: ¿por qué dejó de ser el carbón rentable? Porque tenemos costos de trabajo caros. Pero si tú pudieras colocar como si fuera ‘magia’ el carbón en la planta de producción de energía, claro que sería rentable. El problema es que su proceso extractivo es costoso. Con los plásticos pasa igual”.

Pero está ciudad encontró la forma de financiar ese proceso. En España hay un principio convertido en ley que se conoce como ‘el que contamina paga’. ¿Quién contamina, tú que consumes un producto o la empresa que lo hace con materiales contaminantes? Sí, lo paga la empresa a través de un impuesto.

“Con ese impuesto se paga ese proceso de separación de plásticos. Es un sistema integrado de gestión que pone los recursos en el banco de manera directa. Ese dinero se le da a quien demuestre que ha llevado esa botella a la fábrica, que somos nosotros”, dice Francisco Quijada Muñoz.

El cuarto elemento, la materia orgánica, la ciudad española lo pone en silos de 2m de altura durante algunas semanas hasta que se convierte en composta, para luego venderlo a productores agrícolas de la región a precios módicos.

“Los ciudadanos que no cumplen con las normas de reciclado pueden ser multados, y aunque no hemos hecho uso de esto, es una situación amenazante para que todos lo hagan. El resultado es una facturación por reciclaje de 5 millones de euros; es un presupuesto que se ahorran los mismos ciudadanos en recolección y prestación del servicio”, concluye el gerente de saneamientos de Córdoba.