2018 fue un año que dejará un registro profundo en la historia del país. No solo vimos el comienzo de la primera presidencia de un partido de izquierda, también el posible fin de un modelo político y económico que ha sido implementado en los últimos 35 años, palabras del nuevo presidente de México (y primera entrada en esta lista), Andrés Manuel López Obrador.
La primera mitad del año fue dominada por la contienda electoral que vería el triunfo de un nuevo movimiento popular y el desplome del sistema de partidos que estuvo vigente a lo largo del siglo XX y parte del XXI. La segunda mitad del año vio dos movilizaciones importantes, una estudiantil y otra migratoria. La primera nació a partir de un problema que plagó al país en los últimos sexenios: la inseguridad. La segunda también tuvo su origen en la violencia, pero no en México sino en los territorios de nuestros vecinos centroamericanos, aunque las causas de raíz sean muy similares a las de casa.
En seguida presentamos la lista anual de las figuras que (para bien o para mal) marcaron la vida política, económica y social de México en 2018.
DESAFÍO, ESTRATEGIA Y TRIUNFO
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
Andrés Manuel López Obrador es el presidente constitucional de México. Morena tiene mayoría en el Congreso de la Unión. La izquierda gobierna al país. Tres frases que carecían de verosimilitud hace tres o cuatro años. ¿Qué cambió entonces? La noción de un comeback lopezobradorista parecía algo irreal, pero esta posibilidad fue cobrando fuerza ante los decepcionantes resultados del gobierno de Enrique Peña Nieto para combatir la desigualdad y la pobreza, así como la continuación de la inseguridad en varios zonas del país, y sin pasar por alto las recurrentes acusaciones y escándalos de corrupción priista. Después de dos sexenios de guerra y mediocridad, parecía que el país por fin estaba más que dispuesto a darle una oportunidad al proyecto de nación de AMLO. Aquella promesa de una “cuarta transformación” asustaba a unos y esperanzaba a otros, pero era suficiente para convencer a los que antes se mostraban escépticos. México pedía a gritos un cambio radical y AMLO pudo venderse como el único candidato serio que ofrecía una desviación del “neoliberalismo prianista”, es decir, el único que no era “más de lo mismo”. El 1ro de julio, México tiró los dados y ahora AMLO es Presidente Constitucional de México. El próximo año será muy interesante, por decir lo menos.
CUAUHTÉMOC BLANCO
Al mismo tiempo que los mexicanos se dejaban seducir por la promesa de AMLO de un “cambio verdadero”, por alguna razón, su partido-movimiento se vio en la necesidad de aliarse con gente de nebulosa reputación e incluso grupos ajenos a la plataforma de Morena. Tal era el caso del Partido Encuentro Social (PES), un partido de tamaño insignificante que apelaba a los intereses de organizaciones cristianas. Más extraño todavía era que un partido de inclinaciones derechistas contaba entre sus filas a Cuauhtémoc Blanco, un personaje que no esboza ideología alguna. Por supuesto, la antigua estrella del futbol mexicano se vio beneficiada por el tsunami que permitió a Morena arrasar en la jornada electoral. Sin mucho esfuerzo, el señor Blanco pudo conquistar el puesto ocupado por su viejo némesis, Graco Ramírez: la gubernatura de Morelos. Una vez que asumió funciones, no le tomó mucho tiempo al ‘Cuau’ desentenderse de sus aliados en Morena y poner a su propia gente en su gabinete. Vamos a ver si el nuevo gobernador es capaz de construir una mejor relación con el gobierno federal de la ‘4T’; será algo necesario si es que tiene la intención de enfrentar la constante amenaza del crimen organizado en su estado.
MARTHA ÉRIKA ALONSO
El estado de Puebla fue la oveja negra de una jornada electoral relativamente pacífica, registrando diversos actos de violencia política, denuncias de manipulación de urnas y demás irregularidades en medio de una contienda bastante cerrada entre el PAN y Morena. Una vez que se disipó el humo, la candidata del Frente, Martha Érika Alonso, fue la que surgió de la batalla con el brazo en alto y la constancia de mayoría. La esposa del exgobernador del mismo estado, Rafael Moreno Valle, pudo pasar por encima de las acusaciones de nepotismo y el ímpetu de la marea morenista para retener Puebla en el bando azul. Pero su rival, Miguel Barbosa, y el partido que lo respaldó, se negaron a reconocer el triunfo. Luego de varias semanas de polémica, incluyendo la posibilidad de anular la elección y repetir el proceso, la gobernadora por fin pudo rendir protesta el 14 de diciembre; este acto fue reconocido a regañadientes por el nuevo presidente, dando una muestra importante de respeto a las instituciones electorales.
OLGA SÁNCHEZ CORDERO
Con la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como presidente de la nación, Olga Sánchez Cordero se convirtió en la primera mujer en la historia de México en tomar las riendas de la Secretaría de Gobernación. Pero más allá de este dato que ya se apuntó en los registros históricos, la ex-magistrada de la Suprema Corte se distinguió por abanderar una propuesta que buena parte de los mexicanos pedían: la legalización de la marihuana. Con esta medida, no solo se golpea una de las principales fuentes de ingreso del crimen organizado, también se modifica la estrategia del gobierno, de una de procuración de justicia a una de salud y regulación comercial. La señora Sánchez Cordero aprovechó las pocas semanas que tuvo en el Senado para introducir la iniciativa de ley en noviembre. Ahora corresponde a los comités legislativos correspondientes aprobar la iniciativa para luego pasar al pleno. Una ley que legalice la producción, distribución, venta y consumo de la marihuana (para empezar) sí que sería histórica.
TATIANA CLOUTHIER
Andrés Manuel López Obrador es Presidente Constitucional de México. Quizás esta frase no la estaríamos redactando una y otra vez si no fuera por el esfuerzo sobrehumano de Tatiana Clouthier, coordinadora de campaña del candidato presidencial de Morena. Aunque las redes sociales la reconocen por su sentido del humor exhibido en Twitter, la hija de ‘Maquío’ tuvo la increíble labor de medir los egos de sus compañeros de partido, construir puentes con viejos rivales, apagar los numerosos fuegos políticos frente a los medios, solucionar las típicas fracturas dentro del movimiento y diseñar el mensaje general de la campaña, entre otras tareas más complejas. ¿Cómo armas un rompecabezas imposible donde buena parte de las piezas no existen? Es un desafío que ‘la tía Tatis’ tuvo que enfrentar cada mañana pero que pudo resolver de manera magistral. Resulta irónico, ¿no? Al tomar en cuenta las frustraciones de la izquierda en las carreras presidenciales del pasado, tuvo que llegar una ex-panista de Nuevo León para poner orden y disciplina.
LOS PROTAGONISTAS DE LA CONTIENDA
JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN
“El que robe hay que mocharle la mano”. Mientras una parte de la prensa esperaba que el señor López Obrador fuera el que surgiera con alguna propuesta escandalosa, Jaime Rodríguez Calderón fue el que se ganó los reflectores -y los memes- con sus ocurrencias disparatadas. ¿Realmente dijo eso? Sí, y varias veces, en televisión nacional, frente a millones de personas. Mejor conocido como ‘el Bronco’, el gobernador de Nuevo León se coló en la contienda electoral -con ayuda del Tribunal Electoral- a pesar de las evidencias en su contra para obtener el registro como candidato independiente. Desde un lejano cuarto lugar (quinto, cuando todavía competía Margarita Zavala), ‘el Bronco’ tuvo que apoyarse en el lenguaje coloquial para ofrecer propuestas que coqueteaban con la derecha extrema, pero que fueron atendidas por sectores de la población que estaban hartos de la inseguridad y exigían medidas punitivas más severas. Cierto, muchos querían escuchar estas propuestas de la boca de un candidato, pero a final de cuentas, nadie lo tomó en serio. Esto se vio reflejado en el número de votos que obtuvo el 1ro de julio.
JOSÉ ANTONIO MEADE
Era como si el partido en el poder había arrojado la toalla desde antes de que iniciaran las precampañas. Aunque muchos temían que el Partido Revolucionario Institucional iba intentar perpetuarse en el poder -así como lo hizo en el siglo pasado con 70 años de hegemonía- en la era de las instituciones democráticas del siglo XXI, las viejas prácticas no iban a ser tan eficientes. Ante los escándalos y señalamientos de corrupción que manchaban al partido tricolor, los jerarcas del PRI tuvieron que reclutar a un ciudadano que no militaba en sus filas. Entra José Antonio Meade, un tecnócrata sin partido que trabajó para Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, principalmente como titular de la Secretaría de Hacienda. Nadie ponía en duda su inteligencia y sus aptitudes, ni siquiera sus rivales políticos, pero el candidato no convenció a la población y el PRI tuvo una de sus más grandes derrotas en las urnas.
JUAN PABLO CASTAÑÓN
Para el señor López Obrador, su principal obstáculo en la carrera por alcanzar la silla presidencial no era el candidato del PAN o del PRI, sino la corriente de pensamiento que estos dos partidos abanderaban: el neoliberalismo. Los grandes capitales de la iniciativa privada presentaban el único contrapeso genuino al movimiento lopezobradorista y Juan Pablo Castañón, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, fue la principal cara y voz de la entidad político-económica que los medios identificaban como “los empresarios”. A lo largo de las campañas, Morena y el CCE chocaron en varios frentes, pero ninguna batalla fue tan intensa como la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Un conflicto recurrente entre el poder económico y el poder político en el nuevo sexenio podría tener consecuencias desastrosas para el país. ¿Podrán estas dos fuerzas encontrar coincidencias y trabajar juntos por un México estable y próspero?
LORENZO CÓRDOVA
Así como cada seis años, el Instituto Nacional Electoral tuvo la complicada labor de organizar un proceso electoral federal en un país en el que la democracia todavía sigue “en pañales”. A pesar de la fuerte ola de violencia política en el país que trajo consigo un número exorbitante de políticos asesinados en las campañas, el INE pudo evitar que el proceso no cayera en un caos que implicaría el derrumbe del sistema electoral. Como consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova fue el encargado de vigilar la ejecución de una contienda de acuerdo a lo establecido por la ley. Entre los tantos abusos que se vieron de parte de los contendientes, característicos de la “guerra sucia”, el instituto no se dejó doblegar por los intereses de la corrupción y se mantuvo firme en sus objetivos, algo digno de aplaudir.
RICARDO ANAYA
No son pocos los panistas que culparon a Ricardo Anaya de vender los ideales del Partido Acción Nacional a cambio de una alianza con dos viejos rivales ideológicos, ya debilitados y carentes de prestigio: el PRD y el Movimiento Ciudadano. Quien fuera el Presidente del PAN movió sus piezas para desplazar a Margarita Zavala y así posicionarse como candidato único del partido conservador a la presidencia de la república. El señor Anaya hizo lo posible por apelar al sector privado, a los jóvenes del país y a las bases tradicionales del panismo, pero el candidato del Frente se vio distraído por una aparente persecución del gobierno federal (a través de la PGR) y la falta de una estrategia que pudiera frenar las ansias populares de un cambio auténtico.
MÉXICO ACTUAL
ELBA ESTHER GORDILLO Y NAPOLEÓN GÓMEZ URRUTIA
Este año vio el regreso a las primeras planas de dos personajes sumamente polémicos. Por un lado, Elba Esther Gordillo, quien fuera la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y Napoleón Gómez Urrutia, líder del sindicato minero. Una fue detenida al inicio del sexenio de EPN, el otro era un prófugo de la justicia que se refugiaba en Canadá. ‘La maestra’ obtuvo su libertad durante la campaña presidencial, el líder minero regresó a México gracias a una candidatura al Senado por la lista plurinominal de Morena. Los dos han sido señalados como estandartes de la corrupción que tanto contamina y aqueja a los sindicatos obreros de México. En su defensa, los dos se han dicho víctimas de persecuciones políticas y campañas de desprestigio. Hoy, una amenaza con regresar a la cabeza del SNTE y el otro goza del fuero otorgado por el Congreso de la Unión. Símbolos vivientes de otra era que se creía extinta.
LOS ESTUDIANTES
Bajo el grito de “Fuera porros de la UNAM”, los estudiantes y maestros de las diversas escuelas de la Universidad Nacional Autónoma de México, acompañados por estudiantes del IPN, la UAM y otras escuelas del centro del país, exigieron un fin a la inseguridad que constantemente acechaba en sus planteles. Lo que empezó como una manifestación de estudiantes del CCH Azcapotzalco que fue reventada por grupos porriles desembocó en una marcha por Ciudad Universitaria que convocó a decenas de miles de jóvenes unidos por una causa: No más violencia. Los estudiantes de México estaban hartos de los acosos, las extorsiones y los abusos a los que eran sujetos con regularidad. Con el paso de los días, las manifestaciones subieron de volumen, acentuadas por los aniversarios de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y el movimiento estudiantil de 1968. El rector Enrique Graue no tuvo otro remedio más que atender las demandas del pliego petitorio. Fue así como la generación millennial volvió a demostrar el poder de su voz colectiva.
ILDEFONSO GUAJARDO
El último funcionario (y de los pocos) que pudo figurar en el sexenio de Enrique Peña Nieto tuvo quizás el trabajo más arduo de todos: negociar con Donald Trump. El presidente de Estados Unidos había prometido en su campaña que revocaría el TLCAN porque este tratado afectaba a la clase obrera de Estados Unidos, provocando la pérdida de empleos y el enriquecimiento de empresas extranjeras. Ya en la presidencia, Trump amenazó con cumplir su promesa, y las autoridades mexicanas y canadienses (y estadounidenses también) se pusieron de cabeza y corrieron como histéricos para evitar un colapso de los mercados internacionales y renegociar un nuevo acuerdo comercial en cuanto antes. Afortunadamente, la Secretaría de Economía estuvo encabezada por un economista como Ildefonso Guajardo, cuya serenidad frente a los negociadores extranjeros y los medios inspiraban la confianza necesaria para salir adelante con un nuevo tratado, superando incluso a los canadienses en la carrera por alcanzar un acuerdo con el equipo de Trump. Al final de todos estos meses de frustraciones, por fin se pudo llegar a un nuevo acuerdo trilateral que EPN pudo firmar con sus pares en su último día de funciones. Right in the nick of time, como dirían nuestros socios comerciales.
NEMESIO OSEGUERA CERVANTES Y ROBERTO DE LOS SANTOS DE JESÚS
Quizás estos nombres no sean tan populares como Joaquín Guzmán Loera o Héctor Beltrán Leyva, pero se trata de los líderes de las organizaciones delictivas más fuertes y temidas en la etapa actual de la guerra contra y entre el crimen organizado. Nemesio Oseguera, también conocido como ‘el Mencho’, es el misterioso líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación, el grupo que ha reducido la influencia de otros cárteles como el de Sinaloa y el mismo que borró del mapa a Los Zetas. Este año, el CJNG fue vinculado al atentado que sufrió en Guadalajara el exfiscal Luis Carlos Nájera, así como a la desaparición de tres estudiantes de cine en Tonalá. El CJNG también ha librado una sangrienta guerra contra grupos huachicoleros. La más temida de estas organizaciones que se disputan el robo de hidrocarburos es aquella liderada por Roberto de los Santos, mejor conocido como ‘el Bukanas’. El huachicol se ha convertido en una de las principales fuentes de ingreso para los grupos delictivos que operan entre Guanajuato y Veracruz. Con la posible despenalización de la marihuana y la amapola en 2019, los grupos dedicados al narcotráfico buscarán cómo lucrar con otras actividades ilícitas con tal de mantener su poderío sobre las plazas. ¿Será que este año apenas fuimos testigos del inicio de la guerra del huachicol?
LOS REFUGIADOS
El éxodo centroamericano que se dio en los últimos meses del 2018 dejó ver dos caras del México actual. Una que ya conocíamos: el México solidario que apoya con lo que puede a los más necesitados, el mismo que presenciamos cuando la devastación de un sismo o un huracán nos afecta directamente. Y otro que no se había visto en público, pero que siempre había estado oculto en el anonimato que permiten las redes sociales: un México temeroso del extranjero, que responde con odio y desprecio, aludiendo a un patriotismo exagerado pero exhibiendo una xenofobia clasista. ¿A qué se debe la falta de empatía por el miedo y la desesperación que padecen los integrantes de la caravana migrante? ¿Será la propaganda del discurso de odio emitido por Trump? ¿Será la manipulación de los mensajes políticos en internet? ¿O será que siempre hemos albergado un sentimiento de nacionalismo que no habíamos exhibido en el pasado porque nunca se había presentado la ocasión? Sea como sea, México corre el riesgo de presentar ante el mundo una imagen de intolerancia y discriminación, algo ajeno a los valores que caracterizan a una nación que en el siglo XX se jactaba de ser un refugio para los desplazados del mundo.
FUENTE: noticieros.televisa.com