Más allá del color de piel: Mariana Yampolsky y sus fotografías del México ‘invisible’

El trabajo de Mariana Yampolsky siempre mostró una preocupación por lo diferente, por lo invisible. Ésta es su historia.

Era común que, durante los primeros años del desarrollo de la fotografía como una manifestación artística, se representara a la pobreza y al indigenismo desde un punto de vista épico, poco aterrizado. Muchas veces, estas visiones nacieron de miradas masculinas en el arte. Pocas fueron las mujeres en México que mostraron cierta reserva a esta manera de representar la otredad. Mariana Yampolsky fue una de ellas. Ésta es su historia.

Tomar el pasado

La obra de Mariana Yampolsky registra los diferentes ritmos del tiempo: cuando acelera, cuando se detiene, y los cambios que trae consigo. No solamente desde Tlacotalpan, en Veracruz, o Suchiatepec, en el Estado de México, en una fiesta o un momento ritual a la cotidianeidad pura, sino también sobre sí misma. Las miles de imágenes que integran su archivo[1] son testigo de su constante ejercicio fotográfico y de su periplo como artista.

“La fotografía no es diferente a cualquier otra manera de ver, sea pintar, grabar, esculpir”, aseguraba Mariana Yampolsky sobre su propio trabajo. “Al apretar el botón de la cámara uno ya está tomando el pasado: lo mismo sucede una vez captado un cuadro. Mentira que todo sea una visión hacia el futuro: cualquier artista que vale la pena es de su tiempo; refleja un lugar específico y no te puedes librar de esa limitante.”[2]

En sus fotografías se puede leer el carácter meticuloso de su mirada. A través de la lente de su cámara y también mediante sus elecciones, se aprecia una singular comprensión de México.

¿Quién es Mariana Yampolsky?

Mariana Yampolsky
Fotografía: CMY36718 / Archivo Fotográfico Mariana Yampolsky / Biblioteca Francisco Xavier Clavigero / Universidad Iberoamericana Ciudad de México

Mariana Yampolsky nació el 6 de septiembre de 1925 en Chicago, Estados Unidos, hija del escultor, pintor y ebanista, Oscar Yamposlky. A principios de la década de 1940, estudió en en el Instituto de Arte de la Universidad de Chicago, donde escuchó hablar del quehacer del Taller de la Gráfica Popular (TGP) en México.

En 1944 llegó a México y se integró al TGP. Continuó su formación en Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. Poco tiempo después, realizó sus primeras fotografías. Para 1958, Mariana Yampolsky ya se había nacionalizado como mexicana.

Desde entonces, arrancó una carrera fructífera entre los espacios museísticos de México. Entre sus colaboradores figuraron Hannes Meyer, Lola Álvarez Bravo y la Secretaría de Educación Pública, para quien editó libros literarios. A la par, editó libros de arquitectura. En su trabajo siempre mostró una preocupación por lo diferente, por lo invisible.

La producción de poco más de medio siglo de la fotógrafa se caracterizó el cariño que le tenía a México. Por ello le interesó integrarse al Taller de Gráfica Popular, que presentaba un rostro en contra del fascismo. Al inicio de su producción artística, persiguió ideales revolucionarios, y durante décadas optó por plasmar realidades poco equitativas con una postura profundamente sensible a la vez que crítica.

El Taller de la Gráfica Popular

Mariana Yampolsky
Fotografía: CMY33709/ Archivo Fotográfico Mariana Yampolsky / Biblioteca Francisco Xavier Clavigero / Universidad Iberoamericana Ciudad de México

Mariana Yampolsky se distinguió de otras fotógrafas por acercarse a la realidad mexicana desde un ángulo incómodo. En su contexto, eran muy pocas las mujeres que participaban y discutían democráticamente. Más aún respectoal acercamiento a los problemas de los obreros y de los campesinos a través del arte.

Como ella misma cuenta en una entrevista publicada en 1996[4], desde pequeña comenzó a realizar grabados de manera autodidacta. Cuando se graduó de humanidades, ni siquiera fue a su propia graduación: quería conocer el Taller de la Gráfica Popular y viajó por México para conocerlo e integrarse a él. Junto con los miembros del Taller, Yampolsky comienza a elaborar una apropiación del espacio púbico desde la experiencia artística y política. Siempre, por medio de sus tomas fotográficas.

Entre los muchos rasgos del trabajo de Yampolsky destaca su documentalismo artístico. Su mirada, aunque sensible, abandona el carácter épico que caracterizó a las luchas sociales de mediados de siglo XX. En contraste, su trabajo ofrece una naturaleza casi poética que contiene el sentido de justicia, de interés en las personas junto a la mirada sorprendida y al cariño que demuestra por México.

Mariana mexicana

Mariana Yampolsky
Fotografía: C19176 / Archivo Fotográfico Mariana Yampolsky / Biblioteca Francisco Xavier Clavigero / Universidad Iberoamericana Ciudad de México

La nutrida obra de la fotógrafa puede ser, y ha sido, abordada desde muchas perspectivas. Una de ellas se sustenta en la idea de la mirada del extranjero como algo mexicano. Elena Poniatowska, querida amiga de Mariana Yampolsky, explica su elección y su amor por México, por su pueblo, su arte y el compromiso que tuvo con la cultura indígena en un quehacer que la llevó a registrar, a entender, a preservar y a compartir.

México tiene una larga trayectoria de migración y recepción de distintas comunidades y de exilios. En el caso de Yampolsky podemos ver que lo extranjero es parte de la comprensión de lo mexicano. Bajo su mirada podemos observar el tema de lo popular, de lo indígena, de la infancia en una apropiación, reapropiación y reconducción que crea una riquísima narrativa visual en la que comunica lo que le emocionaba en su búsqueda de las emociones profundas del ser humano.

“No estoy en pos de sensacionalismo”, decía Yampolsky. “No busco señalar los momentos indignos del hombre sin tratar de ver lo humano del hecho. Busco las razones de las manifestaciones humanas. No me interesa si los retratados son de tez blanca o morena, ricos o pobres, indígenas o mestizos; lo que interesa es la esencia, reflejar de alguna forma el alma que llevan dentro.”[5]

Cecilia Sandoval Macías es historiadora y académica en la Universidad Iberoamericana. Su experiencia profesional se relaciona con Archivos Históricos, con la teoría alrededor de la digitalidad y con la historia contemporánea.

Fuentes de referencia:

[1] Mismo que desde 2018 puede ser consultado en la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la Universidad Iberoamericana.

[2] “Mariana Yampolslky 1925-2002” en Alquimia del sistema Nacional de Fototecas, Año 5, núm. 15, otoño 2002, p. 9.

[3] Existe una amplia bibliografía de la vida y obra de la fotógrafa vertida en catálogos de exposiciones plásticas como Mariana Yampolsky. Mirada que cautiva la Mirada, publicado por la Universidad Autónoma Metropolitana en 2012; la biografía Mariana Yampolsky y la buganvillia, escrita en 2001 por Elena Poniatowska; o los textos recientemente publicados por la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la Ibero: Alegría y Sabiduría

[4] Op. Cit., Alquimia, pp. 32-33.

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