Mexibras quiere sacar raja de la prohibición al uso de bolsas de plásticos

La prohibición de la producción y comercialización de bolsas de plástico por parte del gobierno de la Ciudad de México ha resultado en el cierre de poco más de 50 empresas de la industria del plástico afectando a mas de 50,000 empleos. Sin embargo, para otras compañías mexicanas como Química Mexibras, la prohibición resulta una gran oportunidad de negocio.

Mexibras, que se dedicada a la manufactura, importación y producción de productos químicos, se encargó de traer al mercado una resina bioplástica biodegradable y compostable con la que pretende crecer su negocio en los próximos años.

En nuestra búsqueda por buscar materiales sustentables caímos con esta empresa italiana llamada Novamont, líder en el mundo en lo que es la fabricación de estos polímeros. De hecho, es la primera fábrica de biopolímeros en el mundo y que hoy por hoy tiene un plantilla con el 20% que se dedica al desarrollo y a la solución de problemas como son estos plásticos de un solo uso”, señaló Gisela Galizia Zapata, directora de Mexibras México en entrevista con Forbes México.

La resina es producida en Italia y viene en forma de gránulos o pellets y puede ser procesada de acuerdo a las tecnologías de tratamiento más comunes para crear productos con características similares o mejores que los plásticos tradicionales, entre ellos, empaques flexibles, bolsas de empaque para pañales o para papeles de baño, platos desechables, cubiertos, popotes, capsulas de café, entre otros.

La compañía, con más de 50 años en el mercado, comenzó hace un par de años a importar apenas una tonelada de este biopolímero para hacer pruebas y desde diciembre del año pasado, debido a la prohibición de plásticos, sus pedidos ascendieron a 2,500 toneladas mensuales.

“Ha sido una locura no paramos, todo el día tenemos solicitudes de nuevos clientes, de nuevos productos para hacer las pruebas y lo que nos ha dado una gran satisfacción es que empresas muy grandes están apostando por el cambio de sus empaques a que sean empaques sustentables. Hemos estado muy activos para poder desarrollar este tipo de producto”, señaló Galizia.

La empresa invierte por mes cerca de 2 millones de dólares mensuales, en la importación y en la capacitación a las empresas que adquieran su producto. Su objetivo es que en los próximos dos años instalen la primera planta de biopolímero en México.

“Esperamos que este mercado llegue a crecer a unas 10,000 toneladas métricas, va a depender de la aceptación del usuario final y paralelamente la legislación. En México aún no se producen estos biopolímeros como en China, Europa, Estados Unidos o Australia, según la compañía.

A partir del 1 de enero de este año, la Ciudad de México a través de la Ley de Residuos Sólidos comenzó a prohibir la fabricación, comercialización y distribución de bolsas de plástico con el objetivo de que únicamente se produzcan bolsas compostables.

Los representantes de la industria del plástico como Inboplast y Anipac, han mostrado su inconformidad debido a que no existe una norma que determine que características deben de tener estas bolsas, además de que no tienen la maquinaria necesaria para producirlos.

Mexigras explica que ellos importan el biopolímero a México y después se le envía al fabricante para que puedan transformarlos en sus plantas “se puede sin ningún problema y ahorrarían energía porque el trabajar con este biopolímero trabajas con temperaturas más bajas”, agregó la directora, que dijo que muchos empresarios han aceptado la solución mientras que otros van a esperar a que este la norma.

Forbes México busco a la Anipac e Inboplast para conocer su postura sobre la llegada de la empresa a México sin obtener una respuesta inmediata.

Los biopolímeros, ¿una verdadera solución?

La Ciudad de México –en donde habitan aproximadamente 13 millones de personas— representa 5% del consumo de la producción total de plásticos que genera la industria al año, cerca de 7 millones de toneladas. Mientras que en México se generan más de 44 millones de toneladas de residuos y se espera que este número alcance 65 millones para el año 2030, de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat).

Debido a la anterior, estas soluciones solo generará más basura, de acuerdo con Miguel Rivas, coordinador de la campaña de plásticos de Greenpeace.

“Para nosotros este tipo de insumos son más de lo mismo, incluso con estos (bioplásticos) no sabemos a que atenernos o cuáles serán las consecuencias de usarlos. Lo que nosotros pensamos es que no hay que trasladar la presión de un ecosistema a otro, hoy los plásticos están prohibidos porque en gran parte afectan a la biodiversidad, particularmente en los océanos, y que cuesta billones de dólares pero no podemos pensar en que la solución es cambiar de desechables a unos que nos hagan sentir moralmente mejor”, dijo Rivas a Forbes México.

Agregó, que el hecho de que parezca que estos productos son amigables con el medio ambiente no quiere decir que lo sean, ya que por ejemplo hay bioplásticos hechos a partir del hueso de aguacate y entonces presionan a que exista una mayor  producción de este fruto que amenaza con la deforestación, el despojo de comunidades y el aumento del crimen organizado en zonas como Michoacán.

No se trata de producir basura ecológica, se trata de entender que la legislación tiene que empujar un cambio cultural que es necesario en la sociedad, aumentar la capacidad de compostaje para este tipo de artículos desechables simplemente abona en una cultura de usar y tirar que es insostenible en un planeta que tiene recursos finitos”, puntualizó Rivas.

Mientras que para Mexigras, la opción de recolectar lo orgánico en bolsas compostables hace que la composta sea de buena calidad y se pueda utilizar en fertilizantes. “En vez de estar jalando de los cerros la tierra para este uso, mejor tomémoslo de la planta de composta para regresar al suelo algo de carbono orgánico que ha perdido. Nosotros apostamos por regenerar suelos ya que de él se obtienen muchos beneficios económicos, sociales y ambientales. Podemos basarnos en el modelo éxitoso implementado en Europa”.

 

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