Mona von Bismarck: La mujer con más estilo del universo, de acuerdo a Coco Chanel y Balenciaga

Ella fue musa de Chanel, de Givenchy y de otras casas de moda, pero sin duda, su mayor logro es prevalecer como inspiración hasta nuestros días. Conoce a Mona von Bismarck y su legado.

Por tres días Mona von Bismarck no salió de su habitación.

Era 1968 y cualquier hombre estaba dispuesto a darle lo que quisiera a cambio de que ella, una de las mujeres más elegantes de la historia, volteara siquiera a mirarlo; no obstante, Balenciaga, quizá el hombre favorito de Mona, no sólo se limitó a darle una mirada escueta, sino que luego de tenerla como musa por mucho tiempo, cerró las puertas de su casa argumentando que «ya no había a quien vestir»; aludiendo a que Mona había alcanzado cierta edad en que la belleza se frena.

Von Bismarck, lloró por el desprecio de Cristóbal Balenciaga. Quizá su tristeza era más por no ser considerada una inspiración, que por el hecho de que Balenciaga no la tuviera más en su lista o porque el diseñador no hiciera más prendas.

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Pero, ¿quién era Mona y por qué el mudo hablaba de ella?

Simple. Fue la socialité más importante por muchos años. Ella fue una de las mujeres con más estilo que ha visto el globo, desde su nombramiento como la mujer mejor vestida del mundo en 1933. Este título se lo otorgaron diseñadores de alta costura ente los que se encontraba Coco Chanel. Dicho nombramiento era sólo una cereza en el pastel que conformaba su vida, puesto que para entonces, Von Bismarck poseía un estilo de vida de ensueño y su clóset era el mejor nutrido del planeta. Sólo que había un detalle: era estadounidense y, para entonces, era casi impensable que una mujer oriunda de Kentucky recibiera tal galardón.

Aún con ello, Mona lo consiguió. Su secreto era la belleza y estilo. Muchas personas aseguran que su fortuna y poder los obtuvo a través de matrimonios; pero en realidad, era una fiel seguidora de la moda y de las esferas sociales más importantes. Tan es así, que perteneció a un selecto grupo de artistas junto a Truman Capote, Paul Newman o Diana Vreeland, editora de Vogue.

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Pero sin duda, en tal círculo de creativos y couturiers, su marca consentida era Balenciaga; ya que el diseñador la consideraba una musa y, como tal, ella inspiró vestidos y calzado para la firma. Tanta era su amistad y colaboración, que él le creó una colección especial de prendas únicamente para que la mujer cuidara su jardín. Ella era así de exclusiva. Lo mismo ocurrió con Givenchy o Chanel, mientras que Salvador Dalí la pintaba o Cecil Beaton la contrataba como modelo principal. Pero, ¿qué la hacía tan especial?

TODO. Tenía un estilo peculiar que hasta la fecha se sigue imitando. Todas en algún momento hemos tenido a Von Bismarck como un gurú de moda y quizá nadie lo ha percibido como se debe.

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¿Cómo era su estilo?

Balenciaga le decía audaz, Chanel la llamó elegante, mientras que Givenchy la calificó como colorida.

En efecto, eran tres de sus características porque a pesar de ser una institución en el mundo de la moda, Mona no prestaba atención a as tendencias; ella solía usar lo que le gustaba, se ponía lo que quería y jugaba con las prendas a su gusto y antojo.

En su colección había un conjunto de terciopelo, abrigos con estampados, vestidos blancos y chaquetas al mero estilo rock ‘n’ roll, hechas antes de que se concibiera dicha palabra. Ella estaba dos pasos adelante.

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Cuando murió en 1983, el mundo lloró su partida. Hombres, mujeres, modelos, diseñadores, fotógrafos, pintores y, claro, las casas de moda que la amaron —incluida Balenciaga—. Todas las mentes del circuito le dijeron adiós a la mujer con más estilo en el mundo; aquella que vestía por mero amor a la ropa y que, sin pensarlo, se convirtió en la inspiración de todos.

Con un vestido Givenchy fue enterrada cerca de dos de sus exesposos.

Si bien Balenciaga dejó de considerarla musa apenas envejeció, el resto del mundo seguía reconociendo su grandeza, esa ilusión con la que Von Bismarck habitaba entre París, Nueva York y Capri, descubriendo nuevos escenarios, nuevas marcas, prendas y estilos que no imitaba, sino que se apropiaba.

FUENTE: culturacolectiva