Nave de la NASA llega a Bennu, el asteroide de la muerte

La nave espacial OSIRIS-REx de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) llegó este lunes a Bennu, el “asteroide de la muerte“, después de un viaje espacial de dos años.

La nave espacial encendió su propulsor después de volar más cerca de la roca a 20 kilómetros de distancia de ella, tan cerca que la NASA lo llamó un arribo.

De esta forma empezó una investigación de un año sobre el asteroide rico en carbono que podría impactarse en la Tierra en unos 200 años y ofrecer claves sobre cómo evolucionó la vida en los primeros días de nuestro planeta.

El control de la misión en la instalación espacial de Lockheed Martin en Littleton, Colorado, la compañía que construyó la nave espacial, está siguiendo de cerca la llegada de la nave espacial.

El investigador principal Dante Lauretta dijo que la nave pasará el próximo año mapeando el asteroide para seleccionar el sitio de muestra. Luego, OSIRIS-REx realizará sobrevuelos a baja altitud del sitio, antes de recolectar una muestra en julio de 2020.

Ilustración muestra la nave espacial OSIRIS-REx y la Tierra (Foto: NASA)

La nave espacial alcanzó el lunes su objeto de estudio, después del lanzamiento desde la Costa Espacial de la Florida. La nave espacial fue lanzada el 8 de septiembre de 2016, sobre un cohete United Launch Alliance Atlas V.

Durante el próximo año, OSIRIS-REx estudiará el asteroide utilizando cinco instrumentos científicos a bordo de la nave espacial. Los instrumentos lo ayudarán a determinar un lugar seguro desde el cual podrá recoger una pequeña muestra de la superficie de Bennu que regresará a la Tierra en septiembre de 2023.

“Hemos llegado”, anunció entre aplausos el ingeniero de sistemas de comunicaciones de Lockheed Martin, Javier Cerna.

«Las imágenes tomadas por la nave espacial OSIRIS-REx muestran al asteroide Bennu en una rotación completa desde una distancia de alrededor de 80 km. La cámara PolyCam de la nave espacial obtuvo treinta y seis fotogramas de 2.2 milisegundos en un período de cuatro horas y 18 minutos”, dijo la NASA en un comunicado.

 

 

 

Fuente: NASA