Katherine Tai, representante comercial de EU, se reunió virtualmente con legisladores, empresarios y asociaciones medioambientalistas.
Los humos se calientan cada vez más en Washington D.C., donde funcionarios federales se muestran menos pacientes con la política energética de México.
Katherine Tai, representante comercial de Estados Unidos, se reunió virtualmente este viernes con legisladores, empresarios y asociaciones medioambientalistas para discutir los giros recientes en la política energética de México, que la funcionaria describió como seriamente preocupantes y en deterioro.
“La embajadora Tai inició la discusión señalando las serias preocupaciones con la trayectoria en deterioro de las políticas energéticas mexicanas, incluyendo una serie de acciones por parte del Gobierno de México que han aumentando el control del Estado sobre el sector energético y limitado la competencia en este”, informó la Oficina de la Representante Comercial (USTR) en un resumen de la reunión.
Tai aseguró que su oficina está “evaluando activamente” las decisiones del Gobierno mexicano en materia energética y que ya tienen la lupa puesta sobre los cambios a la Ley de la Industria Eléctrica promulgados en 2021.
También apuntó que estas políticas “dañan el medio ambiente, a los intereses de negocios e inversionistas de múltiples sectores en EU e impiden los esfuerzos conjuntos para mitigar el cambio climático”.
Al cerrar la reunión, aseguró que los comentarios hechos serían tomados en cuenta en el análisis del USTR para determinar si las autoridades mexicanas están incumpliendo sus obligaciones con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
A la reunión asistieron el representante Kevin Brady, miembro del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, y Verónica Escobar, representante texana para el distrito de El Paso. También participaron organizaciones medioambientales sin fines de lucro y cámaras empresariales.
El encuentro sirvió para contar con la perspectiva del USTR y también para que los presentes reiteraran varias de sus quejas contra la política energética del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se señalaron retrasos en los permisos para instalaciones de energía renovable y clausuras repentinas de terminales energéticas cerca de la frontera. También se advirtió que estas políticas deterioran la confianza de inversionistas en México; pegan al medio ambiente; restringen las exportaciones estadounidenses de combustible, y afectan la competitividad de Norteamérica como región.
La reunión adiciona al creciente descontento al interior de Washington con la política energética de López Obrador. Declaraciones, reportes, cartas de legisladores y órganos empresariales, reuniones bilaterales y hasta visitas diplomáticas han dejado ver la frustración de EU con los planes de Presidencia para el sector.
El aviso del USTR llega a días de que la reforma eléctrica sea votada en la Cámara de Diputados. EU sólo ha promovido una controversia Estado-Estado bajo el T-MEC, y su ángulo es medioambiental. Sin embargo, la política energética de López Obrador aparece como uno de los posibles obstáculos al comercio en los reportes efectuados por el USTR.
México se aferra al capítulo 8 del tratado para justificar su política energética. Especialistas advierten que ese capítulo no blinda al país por completo, pues EU y Canadá tienen margen para maniobrar desde otros, como el de inversión y empresas del Estado.
El Financiero