Peter y Jill Baker, una pareja de jubilados del Reino Unido, tomaron la decisión de cancelar un viaje de vacaciones a Roma y Venecia por el brote de coronavirus que actualmente azota al norte de este país mediterráneo.
El señor Baker dijo que no tiene miedo de contraer el virus a causa de su tasa de mortalidad tan baja, pero no quiere pasar por las molestias de verse atorado en un hotel que las autoridades tengan que declarar en cuarentena, o algún inconveniente parecido.
La pareja pagó 600 libras por el viaje, el cual incluía habitaciones en hoteles de 4 estrellas, un par de boletos de avión, así como el transporte entre las dos ciudades.
Cancelar fue un problema. Aunque los Baker recibieron un reembolso completo por la reservación de hotel, la aerolínea no quiso regresarles el dinero, y la agencia de viajes les cobró un cargo de cancelación de 75 libras.
El señor Baker dijo que se pusieron en contacto con su aseguradora para ver si su póliza podía cubrir el costo de cancelación pero no se muestra muy optimista (vía BBC).
Por ahora, solo hay recomendaciones de parte de las dependencias gubernamentales de salud para evitar los viajes a países con brotes -como Italia o Irán- a menos de que el viaje sea indispensable.
Por la crisis del COVID-19 hay aerolíneas con políticas más flexibles que otras. Por ejemplo, son muchas las empresas que no admiten reembolsos pero sí permiten que sus clientes puedan reagendar sus vuelos para otra fecha, o se les otorgue un crédito viajero. Por supuesto, es de gran ayuda si el viajero cuenta con un seguro de viajes.
“Para aquellos que tienen una póliza de seguro de viaje existente, deben comunicarse con sus proveedores de seguro de viaje para averiguar si sus planes tienen alguna cobertura”, indica Stan Sandberg, cofundador de TravelInsurance.com.
En lo que respecta a cruceros, las empresas que operan alrededor de China y en el sureste de Asia van a recibir un fuerte golpe económico, con una ola de cancelaciones que se extiende hasta el verano.
Aunque los cruceros suelen adoptar estrictas medidas de higiene, existe la percepción de que estos barcos son como pequeños focos de contagio. Por ahora, los cruceros en el Caribe siguen operando con relativa normalidad, pero cualquier situación de un posible infectado puede desatar una situación internacional de pánico.
Lugares de riesgo
Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, la advertencia de viajes a China está en su nivel más alto, es decir, en el nivel 4. Si haces una reservación de vuelo a China y este vuelo hace escala en EE.UU., es muy probable que no puedas abordar el avión de conexión.
Reino Unido, Canadá y Australia figuran entre los países que han emitido fuertes restricciones de viaje a China. Muchas aerolíneas han suspendido vuelos a China, por lo que los viajeros deben consultar directamente con su respectiva aerolínea para exigir un reembolso, un crédito o una nueva reservación.
Si viajas desde Estados Unidos, países con brotes como Japón, Irán e Italia se encuentran en nivel 2, un tipo de alerta que aconseja a los viajeros a tomar mayores precauciones. Hong Kong se encuentra en nivel 1, con “precauciones habituales”.
Hasta el momento se han confirmado cerca de 81,400 casos por COVID-19 en 41 países y casi 2,800 muertes en todo el mundo.
CNN
¿Tienes derecho a un reembolso si cancelas por coronavirus?
El caso de los Baker no es extraordinario. Con un creciente número de casos en países de Europa como España, Francia, Alemania y Reino Unido, así como un brote en Italia, mucha gente con reservaciones de viaje han optado por cancelar sus viajes, lo que implica un considerable impacto al turismo internacional en estos meses.
La decisión de estos turistas no carece de lógica. En Italia se han cancelado varios eventos masivos y muchos museos han cerrado sus puertas. No tiene mucho atractivo ver únicamente las fachadas de recintos históricos.
Ante esta situación, aplican las políticas de cancelación de cada empresa, ya que, por el momento, no hay ninguna restricción de viaje impuesta por un gobierno, salvo por las prohibiciones de ingreso que algunos países han decretado contra viajeros provenientes de China.