Joaquín “El Chapo” Guzmán pagó un soborno de 100 millones de dólares al expresidente mexicano Enrique Peña Nieto. Eso dijo este martes el confeso narcotraficante colombiano, Alex Cifuentes, cuando testificó en contra de Guzmán en el juicio ue se lleva a cabo en Brooklyn. El envío de dinero lo hizo una mujer llamada Comadre María en Ciudad de México, aseguró.
En caso de que su testimonio sea real, significaría que el narcotráfico ha alcanzado a las cúpulas más altas del poder mexicano y que la corrupción ha minado incluso al ejecutivo.
Cifuentes, que durante varios años fue la mano derecha de “El Chapo”, había afirmado antes que Guzmán intentó ofrecer 10 millones de dólares al “general de la nación” en México, pero que este rechazó la oferta porque “odiaba mucho a Joaquín”.
Desde luego ambos testimonios se contradicen entre sí, y esa es la razón por la que la justicia norteamericana está evaluando y contrastando las demás pruebas en contra del jefe del cartel de Sinaloa.
Por ahora, se sabe que el intento de soborno ocurrió en enero de 2013.
Finalmente, “El Chapo”, uno de los narcotraficantes más conocidos del mundo, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos.
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De ser encontrado culpable enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua. Guzmán enfrenta 11 cargos, que incluyen tráfico de drogas, tráfico de armas, lavado de dinero y participación en empresa criminal.
Asimismo, hay otras pruebas en contra del Chapo, reveladas por el hacker colombiano, Cristián Rodríguez, que le manejó por años los sistemas de información al narco para que pudiera comunicarse sin que lo rastrearan. Gracias a las pistas que Rodríguez aportó, se encontró también que el narco espiaba a sus amantes y trabajadores compulsivamente y que mantuvo conversaciones con un sicario al que encargó de manejar algunos asuntos relacionados con el tráfico de drogas.
Desde luego, cuando El Chapo se enteró de que Rodríguez estaba testificando en su contra ordenó su asesinato. No obstante, el ingeniero de sistemas ya estaba bajo la protección del gobierno estadounidense y eso imposibilitó al Chapo lograr su cometido.
Dificilmente El Chapo podrá escaparse de que lo judicialicen; sin embargo, su encarcelamiento tendrá que suceder con mayores parámetros de seguridad, pues ya se ha escapado de la cárcel tres veces antes.
Fuente: AP