Trump se asegura la absolución en la primera votación crucial del impeachment

El Senado ha votado finalmente a favor de no llamar a ningún testigo en el juicio político a Donald Trump, y se dispone ya a exonerar al presidente en el tercer proceso de impeachment de la historia de Estados Unidos. Finalmente, una mayoría suficiente en el Partido Republicano se ha plegado a los deseos de Trump y ha votado este viernes por la noche en contra de alargar las vistas con interrogatorios a testigos.

La votación ha sido muy ajustada. De los 100 senadores, 51 han votado en contra de llamar a testigos y 49, a favor. Sólo dos republicanos —Mitt Romney y Susan Collins— se han unido a los demócratas e independientes. La acusación, que ejercen los demócratas, quería llamar a testificar, entre otros, a John Bolton, el consejero de Seguridad Nacional al que Trump despidió en septiembre.

Después de que el bloque compuesto por 45 demócratas, dos republicanos y dos independientes fracasara, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schummer, dijo a la prensa aquí en el Capitolio que «América recordará para siempre el ignominioso día en que un juicio político al presidente acabó sin llamar a un solo testigo».

El diputado demócrata Adam Schiff, que ejerce de fiscal, dijo antes de la votación: «Según la defensa el presidente no puede hacer nada malo simplemente porque es el presidente. Ahí acaba su razonamiento: el presidente es el estado. Como presidente tiene el derecho divino hacer lo que le venga en gana. Que Dios nos ayude si esta estrategia triunfa».

Por su parte, la defensa ha respondido que era en la primera fase de este proceso, en la Cámara Baja, cuando debía llamarse a todos los testigos. «El Senado no está aquí para hacer las investigaciones que no hizo la Cámara. Aquel proceso no contó con las garantías necesarias, y llegó a unas conclusiones que no se sostienen», denunció el abogado Patrick Philbin.

La Cámara reprobó a Trump el 19 de diciembre, y abrió el juicio en el Senado. Queda ahora que los senadores decidan el calendario para la votación final, teniendo en cuenta que el lunes son los caucus de Iowa, la primera cita de primarias, y el martes el presidente pronuncia el discurso del Estado de la Unión en el mismo Capitolio. Un acuerdo preliminar alcanzado anoche apuntaba a que el voto final se producirá el miércoles.

El juicio más corto

Este ha sido el único juicio de impeachment en la historia que no ha contado con testigos en su fase final en el Senado. Como todos los anteriores juicios políticos, resultará un fracaso. Sólo Richard Nixon dimitió después de que se presentaran cargos en su contra, antes incluso de que estos llegaran al Senado para el juicio político.

Al darse cuenta de que este proceso está condenado al fracaso, la líder demócrata Nancy Pelosi distribuyó un argumentario entre los diputados de su partido en el que denunció que Trump «sigue siendo un peligro para la democracia y la seguridad nacional», «ha puesto sus intereses por encima de los de la nación» y «debe rendir cuentas». Pelosi, que inició este proceso de impeachment como presidenta de la Cámara de Representantes, espera ahora que sean las urnas las que expulsen a Trump. Las elecciones presidenciales son en noviembre.

La pregunta a la que han respondido los senadores es: «¿Procede considerar y someter a debate dentro de las normas del impeachment cualquier moción para citar a testigos o pruebas?».

Para llamar a testigos los demócratas necesitaban 51 votos en el Senado, de los que carecían y para declarar culpable a Trump de los cargos de abuso de poder y obstrucción de las investigaciones requieren 67 votos, inalcanzables para ellos. El proceso, por tanto, ya ha fracasado. Sólo un veredicto de culpabilidad permitiría destituir al presidente.

Los demócratas, y algún verso suelto en el Partido Republicano como el senador Romney, han denunciado que un juicio de semejante envergadura debería haber contado con testigos. Más cuando Bolton, el ex consejero de Seguridad Nacional, ha escrito un libro, filtrado a la prensa, en el que afirma que Trump es de hecho culpable de los delitos de los que se le acusa: sí presionó a Ucrania, reteniendo ayudas millonarias, para que investigara al político demócrata Joe Biden, que se presenta a las primarias presidenciales

El sentir de los republicanos lo expresó el senador Lamar Alexander, que dudó sobre los interrogatorios y finalmente votó en contra de ellos. Como dijo la defensa del presidente, aunque esas presiones se hubieran producido, y Trump fuera culpable, esas acciones no serían lo suficientemente graves como para hacerle merecedor de la destitución.

Según dijo el senador Alexander en un comunicado, «fue inapropiado por parte del presidente pedirle a un líder extranjero que investigue a su oponente político y retener ayudas de Estados Unidos para alentar esa investigación. Pero la Constitución no le da al Senado el poder de destituir al presidente de su cargo y prohibirle presentarse este año simplemente por acciones que son inapropiadas».

El juicio político comenzó en el Senado el 21 de enero. Tras los turnos de la fiscalía y la defensa, los senadores pasaron dos días presentado preguntas por escrito. Tras rechazar los interrogatorios, los senadores deben debatir ahora las reglas para clausurar este proceso, eligiendo una hora para la votación final sobre el veredicto.

abc.es