Una lista de mujeres que participaron en la Independencia y que merecen ser recordadas por su enorme valentía

Quién iba a pensar que Guillermo Prieto, nombrado por el gran defensor del liberalismo, Ignacio Manuel Altamirano, «El poeta de la patria», se iba a referir a las mujeres como meras compañeras de cuarto al decir: “Que sepa coser, guisar, barrer, que halle en la virtud placer y utilidad, que sea religiosa, pero que no desatienda por una novena un guiso…¡El día que hable de política, me divorcio!»

Pero durante la Independencia de México este no era el prototipo de mujer ideal; en 1810 las mujeres que conformarían la Nueva Nación demostraron que son capaces de ser más que una compañera de cuarto, una madre o una sirvienta, pues fue, en gran parte, gracias a ellas que los mexicanos han formado su historia.

La historia de México está llena de mujeres que se han atrevido a dar el primer paso para que sus iguales sigan avanzado y rompan los esquemas impuestos generación, tras generación.

Las mujeres de la Independencia de México 1

Son las rebeldes quienes amplían las fronteras de los derechos, son ellas quienes borran, día a día, las diferencias de género y quienes saben que para tener el poder: hay que tomarlo.

Esta es una lista de mujeres de la independencia que merecen ser recordadas; mujeres valientes que decidieron ponerse de pie para conocer su verdadera estatura. Mujeres que participaron durante la Guerra de Independencia y demostraron que su poder también es fuerte:

Carmen Camacho

Esta mujer utilizó sus encantos para apoyar la acción rebelde. Se cuenta que, junto a otras mujeres bellas, persuadía a los soldados para abandonar el ejército Realista y unirse a los Insurgentes. Carmen Camacho acompañaba a los soldados a algún mesón o pulquería y después de unos cuantos tragos, los convencía de desertar al prometer, como recompensa, una parcela en el México Independiente.

Mariana Rodríguez del Toro

Novohispana de ideología liberal que simpatizó con la causa de la Independencia de México y conspiró, junto con su esposo, contra el gobierno virreinal.

A pesar de haber sido encarcelada y amenazada de muerte por conspiración, Mariana no delató a ningún miembro de su grupo. Fue hasta diciembre de 1820 cuando fue liberada. Su nombre quedó escrito en letras de oro en el Salón de Sesiones del Congreso.

Ana Yraeta

Representa a las mujeres ilustradas que siguieron los debates intelectuales que se manifestaron en folletos y gacetas entre los años 1809–1821, período en que se perfilaron los distintos modelos políticos que habrían de experimentarse en las primeras décadas del siglo XIX.

Ana tuvo un papel singular como anfitrionas de las tertulias en las que se comunicaban día a día el acontecer tanto en Europa como en América. Era también asiduas lectoras de los diarios y gacetas y se distinguió como patrocinadora de las diversas facciones políticas.

También es recordada por ser la fundadora de “Las patriotas Marina”, la primera organización femenina secular conocida en la ciudad de México, se cree que este grupo estuvo integrado por 2 mil 500 mujeres, quienes cambiaron la opinión de los jueces de la Nueva España al reconocer su capacidad para dirigir y defender sus posiciones políticas.

Este grupo de mujeres resultó ser un arma para conocer las intenciones de Fernando VII, pues eran como espías entre los círculos masculinos. Muchas de ellas fueron ejecutadas, encarceladas, privadas de sus bienes y deportadas por sus actividades.

Gertrudis Bocanegra «La Ojos»

Gertrudis Bocanegra fue lectora de los principales autores de la Ilustración; cuando estalló la Guerra de Independencia se sumó a ella. Sirvió como correo de los insurgentes en la región de Pátzcuaro y Tacámbaro.

En la etapa de resistencia de la guerrilla insurgente, Bocanegra fue enviada a Pátzcuaro con el propósito de ayudar a la toma de la ciudad por parte de los rebeldes. Pero fue descubierta y hecha prisionera por el ejército real. Sometida a tortura para que delatara a otros participantes de la guerrilla, Bocanegra se negó siempre a dar información a los españoles. Finalmente fue enjuiciada y encontrada culpable de traición. Fue fusilada el 11 de octubre de 1817, en la plaza de San Agustín en la misma villa de Pátzcuaro.

Antonia Peña

En 1808 comenzaron a operar una gran variedad de grupos subversivos, los cuales estaban conformados mayoritariamente por criollos y mestizos, estos grupos distintas  conspiraciones como la de Valladolid y la de Querétaro de la que nació el movimiento de independencia de 1810, entre estos grupos se tiene noticia de uno llamado “El Águila”, el cual, al parecer, fue el iniciador de las investigaciones del gobierno virreinal.

Otro de estos grupos fue Los Guadalupes, al que perteneció Antonia Peña, quien hacía llegar a las fuerzas insurgentes: imprentas y sus accesorios, dinero y sobre todo información de lo que pensaban y hacían los realistas.

Al grupo de los Guadalupes también pertenecieron otras dos mujeres: Margarita Peimbert, quien realizaba acciones similares a las de Antonia y María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, mejor conocida como Leona Vicario, una de las figuras más destacadas de la Guerra de Independencia de México donde se dedicó a informar a los insurgentes de todos los movimientos que podían interesarles y que ocurrían en la capital del virreinato y quien financió con su fortuna la causa insurgente.

Madre de los desvelados

Se llamaba Marcela, pero no se menciona su apellido ni el lugar de su nacimiento. Marcela, según se refiere en una declaración del soldado insurgente Pedro González de Rentería, rendida el año de 1816, en Aguascalientes, Marcela era una mujer ya vieja, que se ocupaba como correo de los insurgentes, a quienes llevaba papeles, noticias y encargos desde León, y Silao hasta un punto llamado Puerto Espino, donde tenía su principal cuartel el cabecilla Mateo Franco, de las fuerzas de Ignacio Rayón.

Luisa Martínez

Estuvo junto a su marido peleando, hasta que en Michoacán perdieron la batalla y, junto con los hombres, fue hecha prisionera. En el cementerio del pueblo los fusilaron. Cuando le tocó su turno gritó con todas sus fuerzas: ¡Como mexicana tengo el derecho de defender a mi patria! Acto seguido, se desplomó abatida por las balas”.

Josefa Ortiz deDomínguez

Quizá la mujer más conocida de esta lista. Su intervención por la causa de la Independencia fue decisiva, a ella se debió que Allende tomara parte en la conspiración e indujo a su esposo a que defendiera el partido de la Independencia. En la conjuración de Querétaro mantuvo informados a los principales caudillos. Al ser denunciados por el traidor Joaquín Arias, fue encarcelada en su casa donde pudo comunicarse con el Alcalde Ignacio Pérez, para que fuera a comunicarle a Allende e Hidalgo que la conspiración había sido descubierta, motivo por el cual dio origen a que se adelantara la fecha de insurrección.

Las mujeres de la Independencia desobedecieron y quebrantaron las reglas vigentes de su época en los ámbitos social, político y económico; se comprometieron con el movimiento independentista y sus actos las llevaron a enfrentar diversas represalias como exclusión, represión, castigos, humillaciones, cárcel y en algunos casos la muerte. Todo esto por defender las convicciones que

consideraban justas e indispensables para la sociedad novohispana, que luchaba sin tregua por conseguir su autonomía y proclamarse finalmente, como una nación libre y soberana.

En todas las etapas de la historia ha habido hombres y mujeres valientes que defienden sus ideas y han estado dispuestos a perder la vida, esta entrada también es para todas aquellas que alimentaron, cuidaron y defendieron a quienes lograron esta causa. Muchos nombres quedan fuera, pues fueron principalmente mujeres quienes curaron y alentaron a los participantes de una causa aún no clara.

FUENTE: Cultura Colectiva