Hay una frase que por mucho tiempo se ha acreditado a Mafalda “Paren al mundo me quiero bajar” aunque su creador QUINO dijo tiempo antes de morir que el personaje de caricatura nunca dijo eso, al final la frase nos lleva a una serie de reflexiones que quiero poner a tu consideración en estos 4 minutos que dedicas a revisar esta columna de opinión. 5 de noviembre será una nueva fecha que no se olvida en el ámbito internacional el País más poderoso del mundo con una democracia rara donde lo que digan los ciudadanos puede no ser el resultado final por la existencia de un voto electoral, que son ciertos votantes por estado los que al final deciden sobre el resultado sin tener que coincidir con lo expresado en las urnas o los enviados por correo por sus ciudadanos con derecho a sufragar, dicho de otra manera ¿cómo que para que hacer campaña con el pueblo si solo menos de 538 personas definen el destino de esta nación?, donde se esperaría que teniendo grandes centros de estudio su población tuviera una preparación muy destacada, pero si le revisamos bien son muy pocos los ciudadanos estudiados con nivel profesional o de estudios superiores, quizá esa parte afecte para depositar las riendas de su poderoso país en un tipo que puede omitir hablar con la verdad con singular alegría, que ha dado muestras del desprecio a las razas, que ha violentado y maltratado a la mujer en muchas ocasiones, que es procesado por múltiples delitos y que cabe la posibilidad de que termine en la cárcel, ¿será que se podrá trasladar la oficina oval a uno de esos centros penitenciarios y que desde allá dirija a los EUA?, es todo un tema para muchos tragos de café. En el plano nacional los que estudiamos la carrera de derecho vivíamos con la firme convicción de que para administrar la justicia existen tribunales locales y federales y que a mero arriba estaba un órgano que era la última palabra por decirlo coloquialmente, Órgano de control de constitucionalidad que se llamo Suprema Corte de Justicia de la Nación, este cuerpo colegiado de juristas debía de revisar el proceder de diferentes organismos que se introduzcan en la esfera de la constitución, incluso para hacer reformas, pero parece que se nos ha revuelto todo y se olvidaron lo que es un constituyente, luego que el Congreso debe cuidar su debido proceso, han hecho reformas que no están muy pensadas, atropelladas y abruptas al final será carísimo, tanto los procesos de elección de jueces, magistrados y ministros se habla de 13 mil millones como si nos sobrara dinero, luego la reforma de la supremacía que difícilmente entienden de que se trata los diputados y senadores que la votaron a favor, pero la traducción es;” no le puedes mover ni una coma por que lo mando yo” todas estas acciones al troche moche con una prisa impresionante, donde ni siquiera alcanzaron a leer de que se trata cuando ya la aprobaron, en un país que se respeten las instituciones y se respete al pueblo se debieron guardar las formas procesos, tiempos etc. y luego que la sociedad especializada este dispuesta, de la manera que se hace se pone en tela de duda si realmente seguiremos viviendo en una democracia y si esta funciona para estos temas. Aquí la reflexión los amigos que hoy están en el poder son un grupo de personas inconformes con lo viejo lo neo liberal, con los privilegios, con las injusticias, con la corrupción, etc. quizá no se han dado cuenta de que muchos de los que representaron a esos privilegiados se les infiltraron en el movimiento, -que antes defendían a la Corte y ahora la tachan de todo- que su misma naturaleza de inconformes con los actos de los que hoy administran difícilmente podrán reparar pues han puesto el candado que no tiene manera de ser abierto y aunque este mal o sea violatorio de derechos humanos o sea una reverenda invención de nuevas reglas, no habrá poder mexicano que lo pueda enmendar, se les paso la mano en sus odios y revanchas de manera que se olvidaron razonar y prever lo que venga en el futuro, como lo que el pueblo arrepentido pueda hacer que llegue al poder alguien diferente, ahora nos queda adaptarnos o volver a estudiar la nuevas formas del derecho que la transformación le esta dando al que fuera un sistema judicial del cual muchos países nos admiraban. Cierto que México ya cambio, la pregunta es ¿será bueno ese cambio? ¿Qué debemos enseñar a nuestros hijos? Conducirse con verdad, como para que si siendo un mentiroso puedes ser el hombre mas poderoso de un país y del mundo, mejor aquí la dejamos y vamos por más café.