Durante el fin de semana anterior en un concierto de reconocido grupo se dio la visibilidad de un par de personas que se acompañaban y que ambos tenían sus respectivos matrimonios con otras personas, del hecho se han derivado una serie interminable de críticas, comentarios juicios de valor, chismes de los que hay muchos entre otras cosas. Al caso a mi no me interesa juzgar, ni pegarle al mocho, ni nada parecido, pero es muy importante tener claro que cada uno de nosotros somos responsables de nuestros actos y de nuestra propia imagen pública, imagen y prestigio que es el mejor capital para cuando quieres tener confianza en una persona para hacer negocios o que dirija una corporación importante o para ejercer cargos públicos. Recientemente vivimos los procesos de elección de jueces y algunos tenían mas perfil para ser internos en algún centro de readaptación que para impartir justicia, esa imagen pública abona al prestigio que debe ser requisito para otorgar la confianza para ejercer una función de esa envergadura. Hoy en todos lados hay cámaras y existen tecnología de reconocimiento facial que permite encontrar a personas buscadas por diferentes motivos incluso delitos en muy diversos lugares, si no quieres exponer tu imagen y prestigio no hagas nada de lo que te puedas avergonzar o que derivado de esa exposición pública irreflexiva, pretendas culpar a otros de tus propias acciones, esa parte no se vale, los actores principales de esta historia cuyos nombres y cargos en empresa privada han dado vuelta al mundo, ya no hace falta que los mencionemos por su nombre. De este evento quedan algunos aprendizajes, la raza mexicana se ha dado gusto con los memes tomándose fotos y diciendo si es mi esposo o esposa, cuando acudas a un evento ve peinado y maquillado, o si vas de manera irregular ir con mascara o pasamontañas para no ser reconocido, muchas de estas cosas se toman a juego, pero en la vida real hay que tomar el ejemplo de estos sujetos y sus implicaciones hasta hoy conocidas. En el ejercicio de la profesión cuando he sido consultado por algún amigo o cliente que me ha planteado situaciones de tener una segunda relación so pretexto de ya no estar a gusto en casa o con la primera, en algunos casos que ese pueda ser motivo de la ruptura del contrato matrimonial mi consejo ha sido, habla con quien no estas a gusto y ve la forma de terminar en paz, así como de ponerse de acuerdo en como disolver la sociedad y los detalles finos de la convivencia, manutención, alimentos, escuelas así todo lo referente y una vez que estén de acuerdo se realizan las acciones jurídicas para terminar una relación y ya libres cada quien vea si le interesa tener una nueva relación formal, con la respectiva aclaración de que eso puede implicar tener dos familias, dos casas y hasta doble suegra que mantener o que aguantar y cuando se calcula el nuevo escenario donde después de ser amiguitos y se formaliza o se convive vendrán las exigencias propias de la pareja que tiene el derecho de ser atendida, apoyada, comprendida, paseada, siendo visible y todo lo que conlleva, la reflexión avanza y muchas de las veces desisten de tener una relación extra, también hubo la sugerencia para mejorar la convivencia con la pareja inicial de manera ( que dejaran los hijos con la suegra y se fueran de viaje solos, se tomaran cariño y si persisten se continua el trámite) que los escenarios de convivencia pueden ser similares aunque sean diferentes personas, para concluir muchos regresando a los brazos de la pareja y buscando la forma de darse tiempo para una convivencia mas agradable, donde exista la atención y el alago, acompañado de los detalles que fortalecen la relación. Los reclamos, los gritos, las exigencias, así como los celos y las escenas siempre desgastan las relaciones, echar a perder es lo más fácil, lo difícil o complicado es permanecer y perseverar con esa parte de que el amor, se transforma en resiliencia, resistencia, tolerancia, paciencia, así que sonríe que la cámara nos esta viendo.