Paquete Económico 2026: ¿Realmente funcionan los impuestos sobre refrescos y bebidas azucaradas?

En México, una persona promedio bebe 166 litros de refrescos al año, según la Secretaría de Salud.

En una conferencia de prensa, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que el aumento del impuesto a los refrescos y bebidas azucaradas se debe a razones de salud y que todo el dinero recaudado se destinará directamente a un fondo para mejorar el bienestar.

La propuesta tendría que pasar por el Congreso, donde el partido de Sheinbaum tiene una amplia mayoría.

La relación entre el azúcar y las consecuencias negativas para la salud es clara, según Cristina Del Toro Badessa, directora de bienestar y médica de Artisan Med Spas en Georgia.

“El azúcar es una especie de enemigo cuando se trata de una salud óptima”, afirmó, ya que se ha relacionado con un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Pero, ¿las medidas fiscales para frenar el consumo realmente funcionan?

¿Realmente funcionan los impuestos sobre refrescos y bebidas azucaradas?

En México, donde la persona promedio bebe 166 litros de refrescos al año, según la Secretaría de Salud, estas iniciativas ya han surtido efecto.

Un estudio reveló que, tras la aplicación de un impuesto de 1 peso (US$0,05) a todas las bebidas con azúcar añadida en el país en 2014, en 2015 las compras de estas bebidas por parte de los hogares disminuyeron un 9.7 por ciento.

Normas similares también han tenido repercusión en ciudades de Estados Unidos.

Un estudio de la Universidad de California en Berkeley sobre Boulder, Colorado; Oakland, California; Filadelfia, Seattle y San Francisco reveló que un aumento del 33 por ciento en los precios de las bebidas azucaradas tras la subida de impuestos provocó una disminución del 33 por ciento en el volumen de compras.

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La industria mexicana de bebidas, la Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb), se opone al cambio. (Foto: Cuartoscuro) (Mario Jasso)

Como era de esperar, la industria mexicana de bebidas, la Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb), se opone al cambio y afirmó en un comunicado que “no resolverá los problemas de salud que pretende combatir y generará considerables costos sociales, laborales y económicos”.

¿Cómo impactaría el impuesto a los refrescos en la salud de los mexicanos?

Y, por supuesto, una sola iniciativa no va a resolver todos los problemas de salud de México, que tiene una mayor incidencia de diabetes y obesidad y una esperanza de vida más corta que otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Pero incluso un pequeño cambio puede valer la pena, afirma Parke Wilde, economista alimentario de la Escuela Friedman de Ciencias y Políticas de la Nutrición de la Universidad de Tufts.

“No hay una sola cosa que cause el problema, y no hay una sola cosa que lo solucione por completo”, afirmó.

“No se puede considerar que un impuesto sobre las bebidas azucaradas sea la panacea para todos los males de la salud pública en materia de nutrición, pero es una pieza más del rompecabezas para alcanzar el éxito”.

Aunque no viva en un lugar donde los altos costos le hagan pensarlo dos veces antes de abrir una Coca-Cola, intente beber una menos al día, aconseja Del Toro Badessa. Beberla junto con las comidas también puede ayudarle a reducir su consumo.

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La presidenta de México afirma que su objetivo es reducir el consumo de azúcar para mejorar la salud de sus ciudadanos. Cuartoscuro (Isabel Mateos Hinojosa)

La presidenta de México afirma que su objetivo es reducir el consumo de azúcar para mejorar la salud de sus ciudadanos.

Por su parte, el presidente Donald Trump anunció en julio que Coca-Cola acordó utilizar auténtica azúcar de caña en la versión estadounidense en lugar de jarabe de maíz con alto contenido en fructosa.

La empresa ha confirmado que esta nueva marca estará disponible este otoño.

El Horizonte