De “El Licenciado” a los jóvenes sicarios reclutados en clínicas, la cadena criminal del CJNG que habría matado al alcalde de Uruapan
El caso del asesinato del alcalde Carlos Manzo ha dejado al descubierto una de las tramas criminales y políticas más densas de Michoacán, con eslabones que van desde jóvenes sicarios, instructores y líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), hasta figuras políticas, policiales y posibles informantes internos.
La reciente audiencia judicial realizada a Jorge Armando “N”, alias “El Licenciado”, reveló detalles inéditos sobre los autores materiales, los cerebros de la operación y el posible contexto de complicidad que se orquestó en torno al crimen.
Este es el quién es quién de los personajes involucrados en el caso y el papel que habría jugado cada uno de ellos, según la información revelada hasta el momento por las autoridades:
Víctor Manuel “N”, autor material
La Fiscalía de Michoacán confirmó la participación de un joven originario de Paracho en el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo. Crédito: Facebook / Fiscalía General del Estado de Michoacán-Wikimedia Commons
Joven de 17 años originario de Paracho, Michoacán, es señalado como el autor material directo del asesinato de Carlos Manzo.
Fue reclutado y dirigido desde un grupo de mensajería cifrada, recibió instrucciones precisas para ejecutar al alcalde y fue quien le disparó durante el Festival de las Velas el 1 de noviembre de 2025.
En la audiencia de “El Licenciado” se reveló que uno de los escoltas usó esa misma pistola (la del agresor, ya asegurado) para disparar a Víctor Manuel, dándole un tiro en la nuca cuando ya estaba sometido, lo que ha sido interpretado como una posible ejecución extrajudicial.
Su perfil típico es el de un joven reclutado en situación vulnerable, con antecedentes de adicción según reportes de la Fiscalía, y sin antecedentes previos de alto perfil. Su muerte en el acto impidió mayor interrogatorio judicial.
Fernando Josué “N”, cómplice
Menor de 16 años, fue cómplice y ejecutor en el crimen contra Manzo. Fue contratado y dirigido por Ramiro “N”; participó activamente en la logística y seguimiento del alcalde el día del ataque.
Su perfil—como el de Víctor Manuel—corresponde al de jóvenes reclutados por cárteles desde contextos de vulnerabilidad social y clínica. Fue hallado muerto sobre la carretera Uruapan-Paracho días después.
Ramiro “N”, operador logístico
Los dos jóvenes encontrados sin vida el 10 de noviembre integraban un grupo de mensajería donde se planeó el asesinato de Carlos Manzo. Crédito: Agencias de gobierno
Ramiro “N”, de 35 años, ha sido identificado por la Fiscalía y por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana como uno de los principales operadores logísticos y coordinadores del asesinato de Carlos Manzo. Su rol en la célula criminal vinculada al CJNG resultó fundamental no solo como supervisor de campo, sino como pieza de enlace entre los autores materiales y los mandos superiores de la trama.
Con antecedentes penales por portación de armas de fuego, Ramiro “N” fungía como instructor de armas e intermediario directo en el reclutamiento de sicarios: él fue quien integró a Víctor Manuel “N” (menor de 17 años, tirador material del crimen) y a Fernando Josué “N” (de 16 años, cómplice). De acuerdo con las investigaciones, ambos jóvenes habrían conocido a Ramiro en una clínica de rehabilitación.
El día del crimen, la mañana y tarde del 1 de noviembre, Ramiro “N” coordinó en tiempo real la vigilancia y seguimiento de Carlos Manzo. Desde la plaza principal de Uruapan envió videos y mensajes a un grupo de mensajería cifrada, notificando los movimientos de la víctima y dando instrucciones sobre posiciones, rutas de escape y, crucialmente, la eliminación de cualquier rastro digital tras cada comunicación. Por la tarde, a las 18:06, avisó al grupo donde exactamente se encontraba el alcalde y, momentos antes del ataque, reportó a sus cómplices la llegada de Manzo al festival y el avance del operativo.
Un dato relevante revelado en audiencia judicial fue que Ramiro “N” también aplicaba castigos físicos y disciplina militar a integrantes de la célula cuando no seguían instrucciones.
Tras el crimen, Ramiro fue encontrado sin vida una semana después, junto a Fernando Josué “N”, sobre la carretera Uruapan-Paracho.
Su esposa reveló la existencia de una carta póstuma dirigida a su familia. En este documento, Ramiro confesó que no estaba involucrado en actividades aguacateras —como había dicho a los suyos—, y pidió perdón a su hija por ocultarles su implicación en la célula criminal. Responsabilizó directamente a “El Licenciado” (Jorge Armando “N”), el autor intelectual coordinador, de cualquier cosa que pudiera sucederle y sugirió que la fiscalía local “estaba comprada” por esta estructura, advirtiendo expresamente que “seguramente cuando leas esto, yo ya estaré muerto, porque nos van a querer silenciar”.
Jorge Armando “N” (“El Licenciado”), autor intelectual
El licenciado, detenido por su implicación en el asesinato de Carlos Manzo. Crédito: Agencias de gobierno
Jorge Armando “N”, alias “El Licenciado”, es identificado por la Fiscalía de Michoacán y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana como el principal autor intelectual y coordinador operativo del asesinato del alcalde de Uruapan.
Su detención en Morelia, el 18 de noviembre, representó el avance más importante en la investigación hasta la fecha y permitió exponer la estructura y los métodos de la célula criminal responsable del magnicidio.
“El Licenciado” no era un sicario común, sino el enlace directo entre la estructura operativa local y la jerarquía criminal encabezada por Ramón Álvarez Ayala, “El R1”, jefe regional del CJNG en Michoacán.
Su rol consistía en planificar y supervisar cada fase del ataque, coordinando a un grupo de al menos diez participantes a través de una aplicación de mensajería cifrada. En ese chat, emitió órdenes específicas sobre vigilancia en tiempo real, rutas, horarios y movimientos de Manzo, e incluso instruyó a los ejecutores a disparar sin importar si el alcalde estaba acompañado de familiares o de su hijo. Tras el atentado, presionó al grupo para dispersarse, borrar mensajes y ocultarse, asegurando la impunidad de la célula.
“El Licenciado” era también responsable del pago de 2 millones de pesos a los autores materiales.
Para dificultar su localización, “El Licenciado” solía cambiar con frecuencia de chip telefónico y usaba técnicas de contravigilancia digital. Sin embargo, el rastreo de los teléfonos asegurados a sus cómplices permitió a la autoridad federal ubicarlo y detenerlo.
Tras su arresto, la audiencia judicial confirmó su capacidad de mando y la disciplina que infundió sobre los otros miembros de la célula, siendo descrito como un operador frío, calculador y de confianza para “El R1”.
Ramón Álvarez Ayala (“El R1”)
(FOTO: Especial)
Uno de los máximos operadores del CJNG en Michoacán y jefe directo de “El Licenciado”. Forjó su carrera criminal desde los años 2000 en el Cártel del Milenio antes de ser designado por “El Mencho” como encargado de operaciones del CJNG en Jalisco y Michoacán.
Tras una detención en 2012 y su polémica liberación en 2022, recuperó el control regional y conformó la célula de Los Cannabis en Uruapan, extendiendo su red de extorsión, trasiego y control sobre la producción agrícola y narcótica.
La detención pública de su jefe de plaza, René Belmonte Aguilar, “El Rino”, por la administración de Carlos Manzo Manzo, habría sido el detonante inmediato del homicidio del presidente municipal. R1 destaca por su capacidad de combinar poder criminal y vínculos políticos locales y estatales.
Su hermano, Roldán Álvarez Ayala Hermano, es exalcalde de Apatzingán y exfuncionario estatal, con trayectoria política en el PRD y candidaturas por Morena. Ha sido señalado en varias ocasiones por su posible papel como enlace político y facilitador institucional para las actividades criminales de su hermano; enfrenta señalamientos por extorsión y corrupción.
Escoltas de Carlos Manzo

Fueron responsables de la protección del alcalde en el evento del Festival de las Velas. Detenidos por la FGE de Michoacán por presunta comisión por omisión, se les acusa de haber fallado en la protección—y algunos enfrentan señalamientos de participación o connivencia dada la información filtrada sobre movimientos de Manzo. La justicia debe esclarecer si hubo responsabilidades activas, pasivas o actos de complicidad.
Uno de los miembros del dispositivo de seguridad, cuya identidad se desconoce, está prófugo y es considerado pieza clave para esclarecer los hechos.
Colaboradores/informantes municipales no especificados
La investigación apunta a que pudo haber funcionarios o empleados municipales cercanos al círculo de Manzo que filtraron su agenda y movimientos a la célula criminal para facilitar el atentado. No se han divulgado nombres precisos, pero el análisis de mensajes y ubicaciones durante el día del ataque fortalece esta hipótesis.
Nemesio Oseguera Cervantes (“El Mencho”)
Qué revela la detención de «El Licenciado», presunto autor intelectual del asesinato de Carlos Manzo. (Redes sociales/Cuartoscuro)
Líder nacional y fundador del CJNG. De acuerdo con expertos y la investigación en curso, su nombre aparece en audiencias como supuesta referencia jerárquica de “El R1”, aunque no hay elementos definitivos que confirmen que dio la orden directa para el asesinato o si tenía conocimiento de que se ejecutaría el crimen. Su modelo de jefatura delega margen de acción a las células regionales, aunque sigue recibiendo lealtad y cuotas de operación.