Al parecer los mercados se preparan para tener su ‘Posada Navideña’

La «tregua» entre EU-China y un discurso de continuidad en las finanzas públicas de México por parte de López Obrador, brindan un impulso adicional a los mercados accionarios.

El último mes del 2018 se perfila para un desempeño positivo en las principales variables financieras a nivel global, lo que también favorecería a los mercados en México.

El fin de semana pasado, Estados Unidos y China acordaron negociar durante 90 días más para encontrar una solución al problema de los aranceles.

En lo interno, a pesar de las críticas de AMLO al modelo neoliberal, se comprometió a mantener la disciplina en finanzas públicas. Mientras que el anuncio de una recompra de bonos relacionados con el aeropuerto de Texcoco, contribuye, en dado caso de tener éxito, a disminuir las tensiones.

Estados Unidos y China acordaron un alto al ‘fuego’ en su guerra comercial, luego de conversaciones de los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, las cuales permitieron posponer los aumentos de aranceles que se tenían programados aplicar al gigante asiático, a partir del próximo primero de enero.

“Los mercados reaccionarían favorablemente a la tregua y espero ver un rebote el lunes” declaró Tim Ghriskey, estratega de inversiones de Inverness Counsel, citado por Bloomberg.

Diciembre ha sido un mes tradicionalmente positivo para los mercados accionarios.

Previo al fin de semana, la ola compradora de activos de mayor riesgo, como las acciones, se había visto favorecida por el mensaje de presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en el sentido de que la tasa de referencia podría estar cerca de alcanzar un punto neutral.

“Pero el daño en las disputas comerciales junto con el debilitamiento general del crecimiento global sigue siendo un viento de frente a medio y largo plazo” advirtió el especialista Tim Ghrskey, entrevistado por Bloomberg.

El CASO MÉXICO

En los últimos 24 años, el indicador del mercado accionario en México, el S&P/BMV IPC, ha subido 3.25 por ciento en promedio durante el últimos mes de cada año, de acuerdo con cifras compiladas por Bloomberg.

El mercado accionario mexicano acumula cinco meses consecutivos en terreno negativo, destacando particularmente el desplome de 11.23 por ciento registrado en el pasado octubre.

En tanto que en noviembre su caída se moderó, sin dejar de ser significativa, al reportar un retroceso de 5.03 por ciento.

TIPO DE CAMBIO DEL PESO CON EL DÓLAR

En tanto que la historia para el comportamiento de la moneda mexicana para el último mes del año no ha sido buena, en lo general, en los últimos años.

El peso ha tenido un diciembre negativo desde el año 2014, es decir en lo últimos tres años.

Después de que la moneda mexicana tuvo un octubre negro, al hundirse 8.45 por ciento, su caída se suavizo en noviembre al reportar un marginal retroceso de 0.75 por ciento.

La perspectiva de una política más suave en materia de tasas por parte de la Reserva Federal, y una mejoría en la percepción del riesgo después de la tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, serian algunos de los factores externos que pudieran hacer que al peso le fuera mejor en este diciembre, a diferencia de otros años.

FACTORES QUE DAN ‘ESPERANZA’

La administración de Andrés Manuel López Obrador sigue apegada a su línea fiscalmente conservadora; no ha apoyado iniciativas, sobre todo en materia económica-financiera del Legislativo que dañan la confianza, e hizo dos asignaciones centristas en el Banco de México, factores positivos para expertos.

“La política fiscal de la siguiente administración pública federal tendrá importantes desafíos en materia de disciplina fiscal, debido a la ejecución de nuevos programas sociales, la construcción de una refinería y otros gastos comprometidos que implicarán un costo adicional de alrededor de 1.5 por ciento del PIB”, señaló Arnulfo Rodríguez, analista económico de BBVA Bancomer.

“El nuevo gobierno federal ha refrendado su compromiso por generar un superávit primario de 1.0 por ciento del PIB en el 2019. Considerando un escenario conservador en el que no aumentaran los ingresos públicos como proporción del PIB el próximo año, lo anterior implicaría recortes al gasto público de 2.5 por ciento del PIB”, estimó.

Para Jorge Gordillo Arias, director de análisis económico y bursátil, de CIBanco, el nuevo gobierno debe trabajar para recuperar la confianza de los inversionistas.

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Fuente: El Financiero