Algo que vale la pena leer

Jimulco y sus alrededores

Generalmente cometemos el error de dar por hecho que en las cosas simples poco o nada hay para ver. Pero el aforismo agudo nunca se equivoca, porque en profundidad, siempre “menos es más”. Y eso sucede con el desierto.

Se requiere de una mente compleja para encontrar riqueza en un ecosistema aparentemente simple y solitario. Más aún, se precisa de una experiencia de primera mano y la capacidad de transmitir lo visto, escuchado, palpado y respirado, en las hojas de un libro.

Hace algunas semanas, leí “Jimulco y sus alrededores” de Salvador Hernández Vélez, (Ed. Quintanilla, 171 páginas), con la sensación incesante de estar escuchando un recorrido contado en la mejor tradición oral de quien se toma una taza de café con los amigos y relata sus andanzas y aventuras. El libro no versa tan sólo de puntuales descripciones gráficas, geológicas y biológicas, sino que además plasma el pulso de un trotamundos y su paso por lugares atiborrados de historias y personajes que los poblaron y aún los mantienen con  vida. El rescate de leyendas como “La Cueva del Indio” o “El Carretón de la Muerte”, transforman al autor en un cronista conocedor de sus raíces, que irradia una necesidad imperativa de legar esas olvidadas historias a las nuevas generaciones.

Aprenderemos por ejemplo, que un “izotal” es un bosque de palmeras; o que ese mismo desierto acoge plantas de guayule de las que se obtenía un látex comprado a los campesinos para fabricar llantas durante la Segunda Guerra Mundial. Como buen lector, Salvador no puede dejar de hacer referencia a los libros, como la mención a «El Solitario de Teyra» (1873), de José Francisco Sotomayor, relacionada con el “Pico de Teyra” de 2 mil 790 metros y el más alto de Zacatecas.

“Jimulco y sus alrededores”, convence al lector de vivir la emoción del senderismo, y conocer los personajes y la riqueza que se halla en el desierto que se extiende entre los estados de Coahuila, Zacatecas y Durango. Porque como bien sentencia Salvador: “Al desierto no se le vence, se aprende a vivir con él”

El libro puede descargarse gratuitamente en el blog de su autor: http://salvadorhv.com

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.