Aquí en confianza

 La nueva estocada a la salud pública

Mientras que una inusitada ola de calor golpea inmisericorde nuestro territorio, el termómetro muestra también elevadas temperaturas en otros aspectos de la agenda nacional. El tablero político se mueve con mayor fuerza ante la despedida ya concretada o la inminente salida, en su caso, de la y los aspirantes a convertirse en abanderados del partido oficial para la elección presidencial que se avecina; los dimes y diretes están a la orden del día y los resultados se antojan de pronóstico reservado. Por su parte, la inseguridad en México continua en franco aumento, al grado que la alcaldesa de uno de los cinco municipios más violentos, Tijuana, anunció que se mudaría de manera indefinida al Campo Militar ubicado en aquella ciudad fronteriza; ello, para resguardarse de la delincuencia tras el atentado sufrido por uno de sus escoltas. Como si lo anterior fuera poco, se dice que el 95 por ciento de los municipios enfrentarán una grave crisis de liquidez debido a la imparable disminución de las participaciones federales; algunos de ellos, ya han dado muestra del colapso financiero y la lista crece cada día. 

Ante el ruido que generan las grandes discusiones, parecería que pasa inadvertida la nueva estocada a la salud pública en México. Apenas el pasado día primero de junio se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Suplemento del Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad, el cual contempla la eliminación de 35 Normas Oficiales Mexicanas (NOMs) en materia de salud, lo que sin duda coloca en estado de incertidumbre al personal médico y pacientes respecto a la prevención, diagnóstico y tratamiento de algunos de los padecimientos de mayor incidencia en el país. 

Dijo el “Carnicero de Milwaukee”, vámonos por partes. De acuerdo con la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, las Normas Oficiales son regulaciones técnicas de observancia obligatoria que establecen reglas específicas respecto a la prestación de un determinado servicio. En el caso concreto, las referidas disposiciones constituyen guías de atención que deben ser observadas por el personal médico, tanto del sector público como del privado, para atender adecuadamente diferentes enfermedades. Entre las NOMs cuya eliminación se prevé, se encuentran las relativas a la atención de diversos tipos de cáncer como el de mama, cervicouterino y el de próstata; el control de infecciones de transmisión sexual y la diabetes, así como el fomento y apoyo a la lactancia materna, entre otras. Reza la publicación de marras que el propósito de la mencionada supresión es “alinear las Normas Oficiales Mexicanas y estándares a los objetivos fundamentales de la actual administración”, cualquier cosa que eso signifique. 

Un botón basta de muestra: tras la eliminación de la NOM – 0144 – SSA – 1994, la cual ha estado vigente por más de 29 años, las mujeres que padecen cáncer cervicouterino resultaran gravemente afectadas, pues se suprimirán los protocolos que obligan a las instituciones de salud a trasladarlas de inmediato a un centro oncológico una vez que han sido diagnosticadas y a dar seguimiento puntal a la atención médica que a ellas se les ofrezca. De igual forma se descartan las obligaciones relativas a la prevención a través de la promoción de la salud, la vacunación y la detección oportuna. Si bien, desde 2012 se ha registrado una disminución en la incidencia de la enfermedad, el cáncer cervicouterino continúa siendo el segundo más diagnosticado y la segunda causa de muerte de las mujeres en México, con una tasa de mortalidad de 5.7 por cada 100 mil.

La eventual cancelación de las Normas Oficiales Mexicanas en materia de salud no es cosa menor; al respecto, más de cincuenta federaciones, asociaciones y colegios de médicos del país se han pronunciado en contra de la medida, pues – según afirman – elimina los estándares de mínima calidad que deben guiar la atención de las instituciones frente a los padecimientos. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud levantó las antenas y su director general, Tedros Adhanom, señaló que, de ser necesario, instará al gobierno mexicano para apegarse a la normativa internacional. 

Aquí en confianza, ante lo que ya se califica como una inminente violación al derecho de acceso a la salud y a la dignidad humana, el otrora galán otoñal y sueño de una noche de verano de no pocas tías solteras con Facebook, Hugo López – Gatell, dijo sin tapujos que quienes se oponen a la eliminación de las normas “buscan proteger intereses comerciales o corporativos” y que, en todo caso,  las mentadas disposiciones “no se necesitan, porque en nuestro país se garantiza la atención médica integral para las más de 35 mil enfermedades definidas”. ¿Será que el controvertido galeno tiene otros datos? Ahí se los dejo para la reflexión.

Nota. Lo antes expuesto representa la opinión personal del autor