Calidad de vida, la meta tras la supervivencia al cáncer de mama

La detección oportuna a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama sigue siendo la piedra angular de la lucha. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que a nivel mundial cada año se detectan 1.38 millones de casos nuevos y que hay 458,000 decesos por esta enfermedad. En México, para el año 2015, la incidencia de tumor maligno de mama entre la población de 20 años y más es de 14.80 casos nuevos por cada 100,000 personas, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En 2014 se observaba que desde los 20 años de edad (exceptuando a las mujeres del grupo de 25 a 29 años) y hasta los 74 años, hay dos fallecimientos por cada 100 egresos hospitalarios de cáncer de mama; a partir de los 75 años y más, la cifra sube a tres de cada 100 egresos por esta causa. El tratamiento del cáncer de mama respecto a otros tipos es de los más exitosos, detalla el Inegi en su reporte.

Pero, ¿qué sucede con la calidad de vida de las pacientes? En México existen fundaciones que se dedican justo a esto, como es Salvati, donde acompañan a las mujeres desde la detección, el transcurso de la enfermedad y después. Adela Ayensa, directora general de Fundación Salvati, cuenta a Economía Hoy que «tiene como misión apoyar a los pacientes con cáncer y a sus familias, y a recuperar su calidad de vida».

«Nosotros estamos con la paciente desde que la detectan, en el transcurso de la enfermedad y tiempo después. Nosotros damos terapias que apoyan en el proceso», comparte Adela.

Al enfrentar el cáncer de mama, la fundación asesora con la navegación en el sistema de salud mexicano, así como apoyo emocional a través de terapias individuales y grupales, fisioterapia oncológica para atender y prevenir el linfedema -que es uno de los causales de los tratamientos de cáncer cuando quitan ganglios-; y también brindan apoyo en nutrición oncológica y oncoimagen.

«Con la pandemia, y sin la pandemia, guiamos a pacientes sobre a dónde acudir, cómo acudir, qué es lo que tienes que hacer para recibir medicamentos, para pedir tus citas»: Adela Ayensa, directora general de Salvati.

«Para las pacientes que están en quimioterapia, lo que hacemos es les rapamos la cabeza, les damos su peluca, les enseñamos a ponerse una mascada, les enseñamos lo que es el maquillaje de camuflaje, pintarse cejas, ponerse pestañas postizas»: Adela Ayensa, directora general de Salvati.

La calidad de vida en la supervivencia es importante pues el cáncer de mama es de los más frecuentes en mujeres de edad reproductiva, es el principal cáncer para las mujeres de nuestro país, apunta el doctor Alejandro Maciel, cirujano oncólogo, especialista en reconstrucción mamaria.

«Afecta su calidad de vida en el sentido de que daña su imagen corporal; afecta su sexualidad; afecta incluso su vida diaria. Sin embargo, ya tienen algunos años, unas dos décadas, que se está viendo la importancia de esto», comparte el especialista con Economía Hoy. De acuerdo al médico ya se comienza pensar y a generar preocupación por lo que viene después del cáncer, «la calidad de vida que pueda tener la mujer y parte de eso es que pueda tener una reconstrucción mamaria».

Adela Ayensa señala que la reconstrucción mamaria debe ser una decisión de la paciente. «No a todas las pacientes les quitan la mama entera, eso depende de su oncólogo y de si su cirujano oncólogo lo que recomienda».

«Muchas veces depende de la edad de la paciente, si son jóvenes buscan reconstruirse, pero si son pacientes con mayor edad muchas veces deciden que ya no les interesa», comenta.

El cirujano coincide en que la edad es un factor decisivo para la reconstrucción, y señala que para ser candidata «el criterio principal es que (la paciente) no tenga otras enfermedades que nosotros pudiéramos poner en riesgo con alguna cirugía más larga. Si es una paciente que es hipertensa o diabética, y está muy descontrolada, a lo mejor obesa, pues es mala candidata; si es una paciente que fuma mucho es mala candidata. Se le realiza la cirugía del cáncer porque es obvio que es inminente el tratamiento en ese caso, pero la reconstrucción siempre es opcional».

La directora de Salvati indica que para las pacientes en la Ciudad de México la seguridad social sí cubre la reconstrucción mamaria, pero que esta siempre tiene que ser analizada por los cirujanos.

«En la norma actual se menciona que se debe de ofrecer y dar la información de que existen estas opciones (de reconstrucción), pero pocos hospitales públicos tienen un programa donde tengan un presupuesto para poder comprar implantes, por ejemplo», apunta Alejandro Maciel.

«A veces la sobrecarga de trabajo los lleva a que el cirujano plástico se dedique más a atender heridas o traumatismos, más que a poder apoyar al servicio de oncología que se pueden hacer en el momento mismo. Nuestro país tiene un rezago de más o menos 20 años en comparación con otros países más desarrollados», lamenta.

Técnicas de reconstrucción

En el tema de la reconstrucción, existen varias técnicas. Hay una que se denomina inmediata en relación al tiempo en el que se realiza y se puede ofrecer en el momento mismo en el que le quitan el seno a la mujer. «En la misma cirugía de mastectomía se puede reconstruir, entonces es importante que las mujeres sepan esto para que lo busquen», dice Alejando Maciel. Y señala que también hay opciones para las mujeres que no se les ofreció y que tienen meses o años con una mastectomía.

Entre las técnicas existentes apunta a los implantes, que son técnicamente más sencillas; y las que emplean tejido propio, tomado de zonas grasas, para la formación del seno. En esta última el trasplante, aunque es más compleja y de recuperación más tardía, tiene como beneficio que la sensación es natural.

«Si la paciente sube de peso, el nuevo seno crecerá también, como sucede con los senos naturales, originales digamos; recupera sensibilidad, incluso hay unas opciones donde se reconectan nervios y se recupera en algún porcentaje sensibilidad erógena. Ésta es como la técnica de oro, pero es un poco más difícil el acceso y la recuperación», dice.

«El costo inicial de reconstrucción podría ser de alrededor de 50,000 pesos en las más sencillas, cuando la paciente paga todo. Algo más complejo podría llegar hasta los 200,000 pesos»: Alejandro Maciel, cirujano oncólogo.

Fuera del sistema de salud mexicano, ambas cirugías son cubiertas por seguros de gastos médicos mayores, «desde que se detecta una bolita o por una mastografía se detecta un tumorcito y se hace el diagnóstico de cáncer. Cuando ella hace la solicitud al seguro, el médico le da un informe médico y el cirujano plástico da uno también para que se autorice la reconstrucción; lo cubren la mayoría de ellos, no me ha tocado alguno que lo niegue».

«En países desarrollados están entre el 30 y 40% de mujeres que son mastectomizadas se reconstruyen, porque esto es opcional», dice el cirujano oncólogo. «En nuestro país hay una estimación muy vaga de que es el 5%. Yo diría que esto puede ser en ciudades grandes; hay otras partes del país donde no creo que se llegue a ese porcentaje», agrega.

Quienes optan por la cirugía plástica para la reconstrucción de sus senos recuperan su autoestima y logran un equilibrio psicológico que fue alterado por el cáncer y la privación de un órgano que tiene un alto simbolismo femenino, concluyeron los expertos

 

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