Este cambio fue oficializado por el patronato del que hasta este 29 de octubre fue parque ecológico.
San Pedro.- El espacio de Chipinque pasó de ser reconocido como parque ecológico a reserva natural.
El cambio fue anunciado por el patronato desde el punto turístico de la meseta, en un evento encabezado por la directora, Lorena Vázquez-Ordaz, quien destacó que esta nueva etapa busca consolidar una conexión más profunda entre los visitantes y la naturaleza.
En entrevista, la directiva aclaró que el ajuste de nombre no implicará incrementos en las tarifas de acceso, más allá de los ajustes anuales por inflación.
“Lo que estamos trabajando arduamente y en lo que estamos comprometidos es en bajar los costos, pero hoy nos es imposible, porque seguimos dependiendo, para conservar un espacio de estas dimensiones, con un presupuesto que viene a partir de que la gente compre su boleto”, dijo.
Conservar un espacio de tales dimensiones, señaló Vázquez-Ordaz, requiere una inversión constante y significativa.
Con la nueva identidad de Reserva Natural Chipinque, la organización busca transformar la experiencia de los visitantes y juntarla con una convivencia más respetuosa con el entorno natural.
El presidente del patronato, Santiago Clariond Lozano comentó que esta meta forma parte de una visión a 100 años.
“Espacios como Chipinque son necesarios en todo el mundo, y cada vez hay menos espacios naturales que a la gente nos hace tanto bien y tanta falta. Esperamos que sea una aspiración para todos”, declaró.
Entre los principales cambios operativos destaca la política de Cero Residuos, es decir, que los visitantes deben llevarse de regreso toda la basura que generen, una medida que responde al hallazgo de desechos de hasta 20 años de antigüedad en distintas zonas de la montaña.
Además, los senderos fueron rediseñados para ofrecer un recorrido más inmersivo y educativo, donde cada paseo se convierte en una vía de aprendizaje sobre los ecosistemas del lugar.
La regulación de eventos también forma parte de esta transformación. Actividades culturales o recreativas están sujetas a control de volumen y sonido, con el fin de proteger los procesos biológicos de la reserva y reducir el impacto ambiental.
Como parte de las nuevas experiencias de bienestar, se impulsan prácticas como la meditación, baños de voz y sound healing, que promueven la armonía con la naturaleza y el equilibrio personal.
Con esta transformación, la Reserva Natural Chipinque inicia una nueva etapa enfocada en la conservación, el bienestar y la educación ambiental, invitando a los visitantes a redescubrir la naturaleza desde una experiencia más activa y responsable.
ABC Noticias