Comisión de la Verdad en Colombia publica el informe final sobre el conflicto armado

Entre las recomendaciones del informe, destacan el inicio de un diálogo nacional para enfrentar las causas del conflicto, medidas específicas para prevenir y nunca repetir la crueldad de la guerra.

BOGOTÁ (apro).- La Comisión de la Verdad, creada hace cuatro años en Colombia para esclarecer el conflicto armado interno, comenzó este martes a divulgar su informe final con la presentación del Volumen Testimonial en el que las víctimas y sus sobrevivientes relatan masacres, ejecuciones extrajudiciales, secuestros, abusos sexuales, desplazamientos y abusos de todo tipo de los actores de la guerra.

El informe final, que será divulgado de manera escalonada en los próximos tres meses, inicia con el Volumen Testimonial, un documento de 515 páginas publicado este martes que recoge, en palabras de las víctimas, episodios emblemáticos de la guerra interna colombiana en los que el hilo conductor es el dolor, la muerte, la pérdida de seres queridos.

El informe fue presentado por el presidente de la Comisión de la Verdad, el sacerdote jesuita Francisco de Roux, y al evento asistió el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, quien se comprometió a implementar las recomendaciones.

Fue notoria la ausencia del presidente Iván Duque, quien a lo largo de su mandato, que concluirá el próximo 7 de agosto, obstaculizó la implementación del acuerdo de paz con las FARC.

La Comisión de la Verdad es producto, precisamente, de ese acuerdo de paz que puso fin a un conflicto armado interno de 52 años.     

En el informe, una señora a la que se protegió su identidad y cuyo hijo fue asesinado por paramilitares relata: “Durante la búsqueda de mi hijo encontré muchos cuerpos. En la primera búsqueda, al día siguiente que se perdió, me fui hasta el caño de Sacamujeres. Había dos muchachos boca abajo, tirados allá. Estaban muertos. Yo voltié, no pude ver (…)”.

“Esperé a los tres días para irlo a buscar al río, porque la Policía nos dijo que, si se había ido a bañar, a los tres días flotaba. El cuerpo flotaba. Resulta que buscándolo, buscándolo, yo estaba tan destornillada que no comía, que no dormía. La pasaba sino fumando cigarrillo, tomando tinto. Cuando fuimos a buscar al río con los pescadores, encontramos una pierna”.

El informe final de la Comisión de la Verdad se titula “Hay futuro, hay verdad” y está escrito en forma de crónica a partir de los testimonios de las víctimas de los grupos paramilitares, la guerrilla, las Fuerzas Militares y la policía. Hablan las madres, esposas e hijos de los muertos en el conflicto, las mujeres violadas, los secuestrados, los niños reclutados, los desplazados.  

El Volumen Testimonial “intentó componer una polifonía sobre la guerra desde las experiencias más íntimas de las personas que la vivieron”, señaló la Comisión.

Por eso “concentró sus esfuerzos en indagar en las memorias de la violencia a partir de una narrativa que vinculara un pasado que en términos tangibles no ha quedado atrás –pues la violencia continúa en Colombia–, un presente incierto y un «porvenir» que es imaginado desde esa incertidumbre y desde algunos esfuerzos que construyen «una paz en pequeña escala»: aquellos esfuerzos que en cierta medida pueden pasar inadvertido”.

De acuerdo con el documento, “luego de escuchar a fondo la experiencia que se relata en estas historias, se hizo evidente que se produjeron cuatro tipos de fracturas. La del espacio: la violencia rompió los lugares en los que se daba la vida; la del cuerpo: la violencia lo fisuraba, lo marcaba material y simbólicamente; la del lenguaje, que se convirtió en otra herramienta de guerra, en particular en los modos de nombrar a otros; la del tiempo: la manera en que determinadas sociedades marcaban el ritmo de sus épocas a partir de fiestas o ritos”.

“En otras palabras, el conflicto armado marcó todas estas dimensiones de la vida cotidiana. Estas cicatrices y el tejido de intercambios y relaciones que se dieron entre ellas son lo que se entiende como devastación”. 

Una testigo de una incursión de militares que buscaban guerrillero en un poblado relata: “Cuando llegué allá donde un vecino, estaba Aleida en toda la puerta del cerco que pa pasase pa allá. Ella me decía «¡María, vamos, vamos! María, no se quede». Yo me senté en una banca, le dije «Aleida, yo pa allá no voy. Si me van a matar que me maten, pero yo más no corro. Aquí me quedo, yo no voy más pa allá».

“En esas salía una perra que tenía Aleida. Cuando venía esa perra, la hija de mi vecino, me dice «¡ay, tía María, mire a esa perrita!». Dije inmediatamente, «mataron a Aleida». «Doña María, no diga eso». «Sí, mataron a Aleida. Mi corazón no es mal amigo». «¿Por qué dice así?». «Vea, porque esa bala que le dio a esa perra le dio a Aleida, esa misma bala mató Aleida»”.

La ceremonia de presentación del informe se realizó en el Teatro «Jorge Eliécer Gaitán» en el centro de Bogotá.

El informe señala que la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad de Colombia “fue un gran aparato diseñado para escuchar a quienes vivieron el conflicto armado de manera directa. Su método fundamental, de hecho, fue escuchar; en esa medida, puede decirse que el Informe final representa su voz”.

El informe final de la Comisión de la Verdad, que no tiene carácter judicial, es el resultado de cuatro años de investigación, entrevistas a víctimas y testimonios de actores del conflicto armado interno de más de medio siglo entre las fuerzas del Estado, la guerrilla de las FARC, grupos paramilitares y empresarios.

La Comisión fue creada en 2018 por mandato del Acuerdo Paz firmado dos años antes por el gobierno colombiano y las FARC-EP y su labor es «dilucidar los patrones y la persistencia del conflicto armado y reconocer y dignificar a las víctimas en el país y en el exilio que sufrieron sus consecuencias».

La presentación del informe continuará durante julio y agosto próximos en medio centenar de actos públicos dentro y fuera del país en los que los comisionados divulgarán sus hallazgos y recomendaciones.

En el evento de este martes, el presidente de la Comisión de la Verdad, Francisco de Roux, presentó una síntesis de los hallazgos principales y las recomendaciones más relevantes que se formulan a los actores del conflicto armado interno, entre ellos las Fuerzas Militares, la policía, las FARC, particulares y al Estado colombiano en su conjunto.

Entre las recomendaciones del informe, destacan el inicio de un diálogo nacional para enfrentar las causas del conflicto, medidas específicas para prevenir y nunca repetir la crueldad de la guerra y abrir a nivel nacional «un tiempo de reconciliación que le permita a la sociedad convivir con respeto en medio de las diferencias y asegurar la búsqueda de cambios políticos y sociales sin violencia».

La Comisión de la Verdad realizó, para este informe, unas 15 mil entrevistas individuales y colectivas a cerca de 30 mil personas, tanto en en el país como a colombianos exiliados en 23 países, entre ellos México.

Esto permitió a los comisionados investigar «en profundidad» 730 casos y mil 195 hechos de violencia ocurridos durante el conflicto armado.

Proceso