La historia de la increíble ciudad de Matera, una de las más antiguas del mundo, ya que en sus cuevas, vivían personas desde la Edad de Piedra, y griegos y romanos solo llegaron para instalarse. Conoce detalles de la vida de este pintoresco lugar.
Las ventanas, dice Vito, marcaron la diferencia en aquel entonces. Había una tasa de mortalidad infantil alarmantemente alta en las oscuras y húmedas viviendas cueva de los Sassi. La ventana de Matera parece simbolizar la higiene moderna, la luz, el aire fresco y la limpieza.
Hoy en día, los turistas pasean por los barrios restaurados del casco antiguo. Los artesanos venden recuerdos de toba, y las tiendas especializadas venden pasta, pasteles, aceitunas y quesos regionales. No hace mucho, las cosas eran muy diferentes.
Vito nació y creció en Matera. Nos cuenta la historia de esta increíble ciudad, una de las más antiguas del mundo. Aquí, en las cuevas, ya vivían personas desde la Edad de Piedra, y griegos y romanos llegaron a través del cercano desfiladero.
En la Edad Media, los normandos trajeron prosperidad a esta zona por primera vez. Un período de bonanza que continuó bajo el dominio de la dinastía Hohenstaufen. Los ricos señores feudales construyeron magníficos palacios. Los trabajadores agrícolas que debían trabajar en sus campos se alojaban en las cuevas. Había muchos. La gente de aquí siempre había excavado sus sencillas viviendas en la piedra blanda. En Matera, no construyen uno encima del otro, construyen en la tierra, ríe Vito.
Pero no había alcantarillado, luz ni electricidad. La vida era dura. La gente vivía muy cerca. Compartían los pocos espacios abiertos y el agua era limitada. Solo el especial sentido de comunidad que creaba esta proximidad les daba apoyo social.
Durante mucho tiempo, pareció que este pequeño rincón del mundo había caído en el olvido; a nadie en el mundo moderno le importaba este remoto lugar del sur de Italia, hogar de 20.000 personas. En Matera no había prácticamente nada más que los Sassi.
En 1945 se publicó el libro “Cristo solo llegó hasta Éboli”, en el que Carlo Levi describe la vida en Basilicata. Bajo el gobierno de Mussolini, muchos opositores políticos fueron exiliados a esta región, olvidada en el fin del mundo. Levi fue uno de ellos. En su libro, describe el aislamiento de los pueblos y las condiciones en las que aún vivía la gente a mediados del siglo XX. La malaria estaba particularmente extendida en Matera. La mortalidad infantil era alta.
La Italia de principios de la década de 1950 contemplaba esta ciudad con asombro, como si fuera una niña sucia y desamparada. De repente, la gente sintió vergüenza y consideró a Matera una desgracia.
De repente, el gobierno inició un proyecto de limpieza. Querían eliminar rápidamente las condiciones intolerables y mejorar la vida de la gente. Se ordenó una reubicación forzosa. Todos los residentes tuvieron que abandonar los Sassi. No tenían otra opción. Los 20,000 residentes ahora vivían en extrañas viviendas sociales nuevas con agua corriente. Seguían siendo desesperadamente pobres, pero habían perdido el apoyo social de sus vecinos de los Sassi.
Las viviendas cueva de los Sassi permanecieron vacías y gradualmente se deterioraron. En la década de 1960, Pier Paolo Pasolini utilizó la Matera abandonada como escenario para una película sobre el Evangelio de Mateo. Y así fue que en un momento dado, se lanzaron proyectos gubernamentales para restaurar las antiguas cuevas. Se prometió apoyo financiero a quienes aceptaran restaurar las cabañas, instalar tuberías y garantizar condiciones de higiene. Pero la gente meneó la cabeza, incomprendida. Primero los desalojaron, ¿y ahora se suponía que debían pagar para regresar a sus antiguos hogares?
Incluso hoy, la mayor parte de los Sassi pertenece al estado. Solo unas pocas casas cueva son de propiedad privada. En 1993, la UNESCO reconoció la singularidad de esta increíble ciudad. Intentaron explicar a la gente que invertir en su restauración sería rentable. En diez años, podrían vivir de los visitantes que llegarían en masa. Pero en la década de 1990, casi nadie había oído hablar de Matera. Ni en Europa ni en Italia. Entonces, inesperadamente, Matera recibió un nuevo impulso de una fuente completamente diferente: el cine. Mel Gibbson había elegido la ciudad como escenario para su película sobre la Pasión de Cristo. En cuanto se estrenó la película, llegaron los tan esperados visitantes.
En 2019, Matera incluso fue Capital Europea de la Cultura. Cada vez más gente conoce este lugar a las afueras de Basilicata. No obstante, cuando la última película de James Bond con Daniel Craig, Sin Tiempo para Morir, llegó a la pantalla grande, las estrechas calles de los Sassi habrán sido el escenario de emocionantes persecuciones.
Nuestro guía dice que la mayoría de los visitantes solo vienen aquí por un día desde las playas de Apulia. La verdad es que es demasiado poco. Es cierto, como yo misma lo estoy descubriendo. Mientras tomamos un café con Vito en un buen bar y charlamos sobre su ciudad, me doy cuenta de que tenemos muy poco tiempo. Aunque nos quedaremos aquí una noche, es prácticamente imposible explorarlo todo. Me encantaría quedarme más tiempo, pasear por callejones sinuosos, descubrir iglesias rupestres escondidas y visitar los museos.
De todas formas, ya contamos con Vito, un guía local, a nuestro lado. Conoce la zona y nos muestra lugares fantásticos que, de otro modo, habríamos pasado por alto. Me enamoré de su Ape, ese pequeño vehículo de tres patas, a primera vista. Para tener una visión general y familiarizarnos con Matera, reservé un tour con él. Podemos pasear por los callejones por nuestra cuenta más tarde. Así, al menos sabemos adónde vamos cuando exploramos a pie.
Vito dice que su abuela, que ya tiene 90 años, todavía no entiende bien qué hace aquí. ¿Por qué le pagan para que los lleve por los Sassi y les cuente historias del pasado? ¿Quién miraría algo así?, dijo, negando con la cabeza. Pero, por suerte, hay mucha gente interesada en este lugar tan especial. Matera ha pasado de ser un patito feo a un hermoso cisne.
Con el paso de los años, los antiguos Sassi han recuperado cada vez más vida. Las antiguas cuevas ahora ofrecen alojamientos con cocinas equipadas y elegantes baños de diseño. Los elegantes hoteles ofrecen noches de alojamiento, como una experiencia inusual. Los precios en el corazón del casco antiguo son, en consecuencia, elevados. Después de tomar un té en una crepería, nos sorprendió bastante que nos pidieran 7 € por dos tazas de agua caliente (así que puedes saltarte la crepería. De todas formas, no es precisamente agradable allí ).
Para cenar, salimos de los Sassi y nos dirigimos a la parte nueva del pueblo. No es tan romántico, pero podemos comer aquí a precios normales. Antonio, de nuestro B&B, nos recomendó el Ristorante Rivelli . Un pequeño negocio familiar, dijo. Pero cuando entramos esa noche, parecía bastante elegante.
Pedimos antipasti como entrada y no podemos dejar de exclamar: « ¡Cinco variantes de verduras, cada una más deliciosa que la anterior! Son entradas tradicionales relativamente sencillas, pero preparados con una exquisitez y un sabor exquisito. Berenjena en salsa de tomate, frijoles refritos locales, achicoria y aceitunas. Nos habría encantado repetir el plato de entrada. Pero entonces llega la pasta: orecchiette con ricotta, tomate y rúcula. ¡Un poema! Sabe como si el chef la hubiera bañado en mantequilla de ajo picante. Algún truco especial usa para transformar la simple pasta en esta experiencia celestial.
Michi, mi compañero, también pidió agnello, o cordero. Estaba delicioso y preparado de forma completamente diferente a lo que está acostumbrado en Barcelona. Sospecho que los chefs jóvenes y ambiciosos, camino de su primera estrella, están trabajando. Así que me sorprende aún más cuando una mujer madura de pelo blanco sale de la cocina y saluda a los comensales de la mesa de al lado. Nos pregunta también si disfrutamos de la comida. ¡Simplemente fantástico!
Mis consejos para Matera:
Los Sassi de Matera no son las casas cueva, sino los distritos de Sasso Caveoso y Sasso Barisano . Sin embargo, hoy en día casi la totalidad de los 60,000 habitantes de Matera viven en los distritos de nueva creación. Vito sugiere que hay que imaginar la ciudad como una W: la catedral en el centro y los Sassi en las hondonadas adyacentes.
Recorrido por la ciudad con guía en Ape:
Hay muchos tours para simios en Matera. Reservamos con Vito y quedamos muy satisfechos con nuestra decisión. Nos guió en español, también ofrece sus tours en inglés e incluso habla un poco de alemán: apevito.com
El tour de Vito incluye una visita a una Casa Grotta. Las explicaciones están disponibles incluso en alemán.
Casa Grotta
Sasso Barisano
Via Fiorentini 251
75100 Matera
En el Convento di Sant’Agostino , un pequeño corredor a la izquierda conduce a una antigua iglesia-gruta que se construyó allí mucho antes de la iglesia actual.
Consejos de lectura sobre los Sassi de Matera:
Puedes encontrar excelentes artículos de Claudia en penandsea.net y de Elke en meerblog.de
Consejo de restaurante:
Ristorante Rivelli
Via Casalnuovo, 169
75100 Matera
Sitio web: ristorante-rivelli
Bed and Breakfast Il Cucù
Via Casalnuovo, n. 227
75100 Matera
Nos alojamos en el B&B Il Cucù . Una pequeña y encantadora casa de huéspedes donde Antonio y Elisabetta nos recibieron con mucho cariño. Hace un poco de frío en invierno, pero es muy acogedor. Desde allí, se puede llegar al casco antiguo en pocos minutos a pie. Nos permitieron aparcar el coche en el garaje, ya que las plazas de aparcamiento son muy escasas en Matera.
Aparcamiento en Matera: Si llega en coche, independientemente de dónde pernocte, asegúrese de tener espacio para estacionar. Aparcar en los Sassi de Matera es imposible, y en gran parte del casco antiguo solo está permitido para residentes. Lo cual es bastante sensato.
Un pequeño consejo para el mirador:
El Belvedere di Murgia Timone, al otro lado del desfiladero, es un mirador popular, ya que desde allí se pueden ver claramente los dos Sassi, que se extienden en forma de W alrededor de la plaza central, junto a la catedral. Sin embargo, el acceso a la zona está prohibido para vehículos los fines de semana. Solo se permite el paso de autobuses turísticos o taxis.
Una buena recomendación es la Iglesia Rupestre de la Virgen María . Desde allí, se pueden disfrutar de vistas perfectas del valle y la ciudad, y el acceso es gratuito.
Cómo llegar:
Aunque Matera se encuentra en Basilicata, el aeropuerto más cercano es el de Bari, en Apulia . Si viaja a la región, sin duda merece la pena planificar más de un día para explorar Matera y sus alrededores. Además de los lugares de interés, encontrará numerosas iglesias rupestres y cuevas antiguas en el entorno natural de Matera.
Este artículo y sus fotos son reproducidos con autorización de la autora.
(*) A la autora le encanta viajar, y no siempre tiene que viajar a destinos remotos. Incluso en el corazón de Europa, aún hay lugares poco conocidos, paisajes fascinantes e historias cautivadoras por descubrir. Tras finalizar sus estudios, Nicole Biarnés se mudó a España, donde reside cerca de Barcelona desde hace 23 años. Como autora independiente, escribe libros de viajes, colabora con diversos sitios web, realiza investigaciones in situ para producciones televisivas e informa sobre la vida en el Mediterráneo en su blog de viajes www.freibeuter-reisen.org.
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