En su discurso –que duró 18 minutos, en contraste con los escasos 2 minutos y medio de Giammattei–, López Obrador planteó el regreso de México como actor central en la construcción de América Latina.
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde Guatemala, primera etapa de su gira por Centroamérica y Cuba, el presidente Andrés Manuel López Obrador se quejó de que el gobierno de Estados Unidos no aportó “absolutamente nada” en su plan de implementar sus programas sociales en Centroamérica, la única solución según él para “poner un punto final al doloroso fenómeno de la migración”.
“Son cosas distintas, no se debe de comparar a tabla rasa, pero ya se aprobaron más de 30 mil millones de dólares para apoyar, en la guerra, a Ucrania, y llevamos 4 años, desde que estaba el presidente Donald Trump, planteando que se apoye con 4 mil millones de dólares. Y al día de hoy no hay nada. Absolutamente nada”, declaró el mandatario en una conferencia de prensa con su homólogo guatemalteco, Alejandro Giammattei.
En su discurso –que duró 18 minutos, en contraste con los escasos 2 minutos y medio de Giammattei–, López Obrador planteó el regreso de México como actor central en la construcción de América Latina “tras un periodo oscuro y decadente en el que México se ausentó” de la región, insistiendo en la necesidad de ello “sin exclusiones, al margen de diferencias ideológicas” y con respeto a las soberanías.
Como de costumbre, López Obrador hizo amplio un balance de su gobierno y de sus programas sociales, y compartió su visión sobre los problemas de la región, pero no mencionó uno de sus temas centrales: la corrupción.
Esta ausencia es destacable, sobre todo en un país con un problema endémico de corrupción, cuyo presidente es investigado por recibir presuntos sobornos de empresarios rusos, cuya fiscal busca su reelección a pesar de ser acusada en Estados Unidos de obstruir la justicia, y del que 20 exfuncionarios de la Fiscalía tuvieron que salir al exilio como represalia a su labor.
“La raíz común de los principales problemas que nos aquejan es la misma: la pobreza, la desigualdad, la postración del campo, la desintegración social, la marginación, y la negación histórica de derechos efectivos para las mayorías. Estas son las circunstancias que dan origen a la migración y a la delincuencia, a las adicciones y a la violencia”, sostuvo López Obrador.
En su breve alocución, Giammattei se confundió en tres ocasiones: en el nombre de su invitado, al que llamó “Manuel Andrés”, sobre el Plan de Desarrollo Integral para el Norte de Centroamérica –que llamó “el famoso acuerdo de desarrollo integral”–, y sobre uno de los programas sociales estelares de López Obrador que se busca implementar en Guatemala, al que refirió como “Construyendo el Futuro” –olvidando el “Jóvenes”–.
López Obrador, por su parte, insistió en la necesidad de que Estados Unidos invierta en la región. “Para aplicar en estas naciones hermanas programas como los que estamos llevando a cabo en México, es indispensable que Estados Unidos aporte los recursos necesarios”, aseveró.
“Solo con la cooperación internacional lograremos poner un punto final al doloroso fenómeno de la migración. Doloroso, fenómeno de la migración, que causa mucho dolor. Que causa muerte. No podemos enfrentar el fenómeno migratorio con puestos fronterizos únicamente, o con leyes más severas, o con muros y policías, sino con bienestar, con seguridad y paz en los puntos de partida de los viajeros”, abundó.
“Me parece inexplicable que en Washington, en el Capitolio, se haya retrasado tanto la aprobación de los 4 mil millones de dólares que ofrecieron invertir en la generación de bienestar en los países centroamericanos, aún cuando el presidente Biden y la vicepresidente Kamala Harris han hecho gestiones para ello”, lamentó el mandatario.
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