EDITORIAL: Algo que vale la pena leer

La Noche

“El mayor pecado del hombre es dormir de noche, cuando el universo está dispuesto a dejarse mirar.” Lilaschon

¿Cuánto conocemos de la noche por experiencia propia? Realmente muy poco, el común denominador duerme mientras el universo en toda su extensión se hace visible. Y luego, tenemos además la contaminación lumínica, toda esa irradiación proveniente de la luz artificial que inunda nuestras ciudades y en su refracción nos impide observar con claridad el infinito. Por eso, la mejor manera de atisbar en el entresijo del firmamento, siempre será en el lugar más solitario posible.

Es lo que hace Trinh Xuan Thuan, un reconocido doctor en astrofísica y especialista en astronomía extragaláctica, ganador de muchos premios y codescubridor de la galaxia más reciente conocida a la fecha, la “I Zwicky 18”.

Xuan, de origen vietnamita-estadounidense, es además un buen escritor. Su más reciente obra “La Noche” (2018, editorial Paidós, 229 páginas), describe un genial recorrido por la historia de la astronomía y nos permite viajar de su mano a los confines más recónditos del universo. El astrofísico nos cuenta cómo se prepara para realizar sus observaciones apenas iniciado el ocaso. Se ha ubicado en la isla de Hawái en la cima del volcán dormido “Mauna Kea”, a unos 4,207 metros, en donde una red de observadores internacionales ha establecido 13 telescopios en la cima del volcán. Entre ellos se encuentran dos telescopios Keck, cuyos espejos de 10 metros de diámetro son de los más grandes jamás construidos.

Partimos entonces por un viaje que nos lleva desde la explicación de la luz, la naturaleza de los cometas, la Vía Láctea, los colores de la noche, el Big Bang, los agujeros negros o la materia oscura. Todo lo narrado al tiempo que va sucediéndose la noche, hasta que amanece y el sol vuelve de nueva cuenta a ocultar la riqueza visual que nunca se mueve de lugar, que desde millones de años permanece ahí, paciente a ser descubierta.

“Y me gusta por la noche escuchar a las estrellas, que suenan como quinientos millones de cascabeles.” Antoine de Saint Exupéry

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.