El canciller recibe al embajador de China tras la imposición de aranceles

El encuentro tuvo lugar poco después que Pekín reclamara a México por los aranceles de 50%, que atribuyó a una medida dictada por el gobierno de Estados Unidos.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un par de días después que el gobierno mexicano de Claudia Sheinbaum Pardo desató un diferendo con China al anunciar la imposición de nuevos aranceles de 50% sobre productos importados de ese país asiático, el canciller Juan Ramón de la Fuente se reunió este viernes con Chen Daojiang, el nuevo embajador de China en México. 

Aunque la Cancillería no reveló los detalles de la reunión –se limitó en plantear que los dos hombres se reunieron para “continuar con el diálogo respetuoso entre ambos países”–, el encuentro tuvo lugar poco después que Pekín reclamara a México por los aranceles, a los que atribuyó a una medida dictada por el gobierno de Estados Unidos. 

El pasado miércoles 10, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, anunció que México aumentará sus aranceles sobre mil 463 productos –incluyendo autos– provenientes de países con los cuales el país no tiene acuerdo de libre comercio, lo que es el caso de China y de la mayor parte de los países asiáticos, incluyendo India. 

En voz de Ebrard, el gobierno mexicano justificó los aranceles como una medida para fomentar las inversiones en la industria México y proteger tanto a la producción nacional como al mercado interno; tanto el secretario como el resto del gabinete han presentado la medida como una decisión soberana dentro del Plan México, sin mencionar que el gobierno estadunidense de Donald Trump había presionado a México para restringir su comercio con China, especialmente en el tema de los carros. 

De hecho, el gobierno de China leyó la imposición de nuevos aranceles como producto de la “coerción” de Washington sobre el gobierno de Sheinbaum. Tras rechazar a “todas las formas de unilateralismo y proteccionismo”, Pekín advirtió que protegería “decididamente” sus “derechos e intereses”, y adelantó que esta decisión “reducirá la confianza de las empresas para invertir en México”. 

Proceso