El precio del mineral sube… sin beneficios para el país

Proceso publicó que aunque es considerado la panacea de las energías del futuro, el litio incrementa su precio cada vez más en diversas bolsas del mundo, algo que redunda en ganancias de muchas empresas, no así para México.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).–Probada su riqueza en hidrocarburos como el gas y el petróleo, que hoy están en franca decadencia, México se alista a explorar y explotar otro de sus recursos naturales: el litio.

Después de que la firma internacional Mining Technology ubicó el proyecto de Bacanora Lithium como el yacimiento más grande del mundo, con 243 millones de toneladas probadas y probables y de las cuales 4.5 millones de toneladas son de carbonato de litio, el gobierno prendió las alertas.

La declaratoria como yacimiento más grande del orbe se dio el 22 de mayo de 2019; un año y medio después, desde el Senado de la República se propuso nacionalizar el litio y regular su exploración, extracción y producción.

La propuesta llega tarde, ya que México ha entregado 36 concesiones para explorar y explotar el litio; sus concesiones son por 50 años y en su mayoría vencen entre 2060 y 2065.

Además, la revelación del yacimiento más grande del mundo sólo corresponde a la mina de Bacanora Lithium, una empresa canadiense con participación china, japonesa y británica, no así al resto de los yacimientos donde se ubican las demás concesiones.

De acuerdo con el Sistema Geológico Mexicano, San Luis Potosí, Zacatecas, Puebla, Oaxaca, Baja California, Coahuila y Sonora cuentan con concesiones, las cuales suman en total 36.

Aunque al inicio de 2002 el precio del litio marcó una explosión en su valor, lo que impulsó las inversiones en dicho sector, para el periodo de 2008 a 2015 el valor por tonelada se frenó en 4.3 dólares, debido a la sobreoferta del metal.

Sin embargo, en 2019, luego de que se anunció que México poseía el yacimiento más grande del mundo, se dio un salto de 180% en el aumento de los precios, llegando a 16.5 dólares por tonelada, según diversos estudios de mercado.

En los mercados se prevé que para 2025 la tonelada de litio podría fluctuar entre 10 y 11 dólares.

Pero mientras ello ocurre, empresas que cotizan en la bolsa de Hong Kong, como las que tienen en sus manos los yacimientos de Bacadehuachi, en Sonora, han incrementado notablemente el valor de sus acciones.

Por ejemplo, Ganfeng Lithium, que cuenta con 50% del proyecto de litio en Sonora, abrió el 18 de febrero de 2021 con un valor de 142.35 puntos de su acción, días después de anunciar que se quedaba con 50% y que tenía el dinero suficiente para empezar a hacer producir la mina y entregar producto en 2022.

Al 12 de marzo su acción abre con 100 puntos. En tanto que Bacanora Lithium, que cotiza en la Bolsa de Londres, tuvo un pico al alza de 42 puntos.

Por su parte, el litio, que se cotiza en la bolsa de Japón y se mide en yuanes por tonelada, está al alza con 85 mil yuanes y cada yuan vale 0.15365 dólares.

De 36 sólo 10 valen oro

De las 36 concesiones que México ha entregado, todas durante los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y de Enrique Peña Nieto, 10 están en poder de la firma inglesa Bacanora Lithium, con participación canadiense, japonesa y china.

Las 26 restantes están en manos de firmas canadienses, como Radius Gold, Infinite Lithium, One World Lithium y Zenith Minerals. Cada una de ellas con una concesión; sin embargo existe otra, Organimax Nutient, también de Canadá, la cual suma 10 concesiones.

Sólo la firma mexicana Alejo Monsiváis se encuentra en el terreno de las minas de litio, aunque éste ya se asoció con Zenith Mineral para explotar el llamado «oro blanco».

La española Sutti Mining tiene tres concesiones en tanto que la inglesa Alien Metals cuenta con una más.

Pero el gobierno también tiene sus minas. De acuerdo con el Sistema Geológico Mexicano, Los Aros y Los Picos, en Sonora; Tlaxcuapan, en Puebla, y Alondra, en Jalisco, son las minas de litio que el gobierno pretende explorar, explotar y comercializar en algún momento.

Hasta ahora, todas las concesiones están en proceso de exploración y sólo Bacanora Lithium ha dado el paso para iniciar la explotación, esperando obtener producción en 2022.

Diversas formas

El litio se encuentra en México en sedimento, salmuera o roca. Once localidades cuentan con litio en sedimento; 24 en salmuera, y 22 lo tienen en roca.

En Zacatecas se ha detectado litio en salmuera en los municipios de Teúl, Fresnillo y Villa Hidalgo. San Luis Potosí, otra de las entidades con gran potencial, tiene minas de litio en Santo Domingo, Villa Ranios, Salinas, Moctezuma y Villa Guadalupe.

Puebla cuenta con litio en salmuera y sedimentos. Las minas se encuentran en los municipios de Tepeyahualco, Chietla, Izúcar de Matamoros, Tehuitzingo, Petlalcingo, Chila, Piaxtla y Oriental.

En Oaxaca el litio está en roca en los municipios de Santiago Tenango, Ayoquexco de Aldama, Ocotlán de Morelos y San Francisco Telixtlahuaca.

La directora del Sistema Geológico Mexicano, Flor de María Harp, explicó recientemente que la concentración de litio que se ha detectado en Puebla es relativamente baja para su explotación industrial.

El litio se explota como carbonato de litio, del que se deriva el cloruro de litio que a su vez provee el litio metálico, que es el que se utiliza en las baterías y en la fusión nuclear.

El cloruro de litio se utiliza en la industria con aluminio, en vidrio y en cerámica.

Pero del cloruro del litio también se deriva el bromuro de litio, que se usa en el aire acondicionado. También se deriva el hidróxido de litio, que se utiliza para grasas lubricantes, básicas en la industria del auto eléctrico, según se destaca en el informe sobre el litio realizado en diciembre de 2017 por la entonces Subsecretaría de Minas.

«Las grasas a base de jabones de litio, denominadas grasas multipropósito, conservan sus propiedades lubricantes en un amplio rango de temperatura (bajo 0 hasta 200ºC) poseen muy buena resistencia al agua y a la oxidación; por estas cualidades son utilizadas en todo tipo de transportes, tanto industriales como militares, automotriz, aéreos y también en aplicaciones marinas. Representan alrededor de 60% de todos los lubricantes producidos en Estados Unidos y en la mayoría de los países industrializados», se indica en el estudio gubernamental.

También destaca la utilización en baterías para los autos eléctricos: «Las baterías de litio no recargables se han usado ampliamente en relojes, microcompu­tadoras, cámaras, juegos y aparatos electrónicos. Otra gran aplicación es en la industria militar, puesto que las baterías de oxihalide de litio han sido seleccionadas para su uso en misiles de defensa aéreas y en otros programas de Estados Unidos.

«Este tipo de baterías presenta varias ventajas; entre otras su durabilidad, gran capacidad de potencia disponible y seguridad de almacenamiento.

«Otra área probada es en la industria automotriz. En este caso algunas de las ventajas de la utilización de baterías de litio son la no contaminación, el ahorro de combustible y la durabilidad. Nissan Motor Corp. USA introdujo la primera batería en 1998, presentando en la exposición Auto Show de Los Ángeles un minibús para cuatro pasajeros, potenciado con baterías de Li-ión, desarrollado conjuntamente con Sonny Corp.»

El litio es, en suma, el combustible del futuro, pues no sólo se utiliza para los autos eléctricos, teléfonos celulares, computadoras, etcétera, también en la generación de energía fotovoltaica. Y aunque México cuenta con 36 concesiones entregadas para su explotación, en su mayoría para extranjeros, hasta ahora solo 10 entrarán en explotación. 

Proceso