El terror y la fantasía gótica del cine mexicano llega a Francia

La muestra «México Maleficarum, 13 tesoros del cine fantástico mexicano» se exhibe hasta el 4 de noviembre; Abraham Castillo Flores, curador y exprogramador en jefe del Mórbido Fest realizó un trabajo para resucitar el género fantástico de la tradición cinematográfica mexicana.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- «De las paredes de este castillo surge el terror, una melodía salida del infierno les atormenta y les persigue», con esa frase se anunciaba en 1962 la cinta de horror El espejo de la bruja; la obra cinematográfica forma parte de una exhibición de 13 filmes que se exhiben en la Cinémathéque Française en París, Francia. 

La muestra «México Maleficarum, 13 tesoros del cine fantástico mexicano» se exhibe hasta el 4 de noviembre; Abraham Castillo Flores, curador y exprogramador en jefe del Mórbido Fest realizó un trabajo para resucitar el género fantástico de la tradición cinematográfica mexicana. En entrevista con Proceso habló sobre la importancia de estas películas.

«La versión francesa comenzó en 2022, México Maleficarum fue una curaduría que yo preparé para el Academy Museum en Los Ángeles que se presentó en agosto. Fue una curaduría original de 20 películas que cubrían de 1957 a 1992 y era esta idea de resucitar películas mexicanas importantes, que habían cambiado de alguna manera nuestro cine del terror, pero también algunas que estaban olvidadas y atrapadas. A partir del éxito de esa curadiría, me buscó la Cinémathéque Française y organizamos esta lista de 13 títulos de los 20 originales para que viajaran a Francia y representaran esta resurreción de películas atrapadas en el olvido. Muchas de ellas no habían sido exhibidas en décadas». 

Alúcarda de Juan López Moctezuma , 1977; Los amantes del señor de la noche de Isela Vega, 1983; El barón del terror de Chano Urueta, 1961; Veneno para las hadas de Carlos Enrique Taboada, 1984; La invasión vampírica de Miguel Morayta, 1962; Lágrimas de la maldición de Rafael Baledón, 1962; El espejo de la bruja de Chano Urueta, 1960; El mundo de los muertos de Gilberto Martínez Solares, 1970; El Museo del Terror de Rafael Baledón, 1964; Misterios de ultratumba de Fernando Méndez, 1958; La presa del vampiro de Fernando Méndez, 1957; La bruja de Chano Urueta, 1954 y El vampiro sangriento de Miguel Morayta, 1962 componen el ciclo. 

El horror mexicano. 

Castillo Flores pone énfasis en la cinta mítica de Carlos Enrique Taboada, Veneno para las hadas, pues será la primera vez que se muestre en Europa en una versión restaurada en 4K por el IMCINE. La última producción de Taboada, es una película de terror psicológico sobre los mecanismos de control, un estudio de la dominación que retrata la perversión al nivel de una niña, y donde los acontecimientos paralizan, ante todo, por su realismo.

Pero la labor de esta muestra no solo pone acento en las películas, pues también rescata la figura de Abel Salazar, quien fue un actor, director y productor y entre sus trabajos más importantes se encuentra su participación en El conde de Montecristo de 1942 y la mítca Los tres García, donde actuó junto a Pedro Infante. 

«Salazar es un visionario, gracias a sus ideas, su manera de hacer cine, antes de él nadie había logrado hacer una película de terror que fuera un éxito económico tan grande, de tal manera que se volviera una «mina de oro» para los productores. Todas las películas prevías habían pasado sin pena ni gloria. No hay que olvidar que la primera película de terror en México fue La llorona en 1933 de Ramón Peón. Con El Vampiro en 1957, la rompe, es un exitazo en taquilla; el público mexicano tenía hambre de ese tipo de historias, históricamente siempre se han interesado». 

La influencia de las filmes de Abel Salazar llegaron al músico estadunidense Frank Zappa, quien compuso la canción Debra Kadabra luego de ver El Barón del Terror, dirigida por Eduardo “Chano” Urueta en 1962.

«Había una cosa interesante de Abel, él también producía las películas y salía en ellas. Luego puso a su esposa Rosita Arenas que sale en El espejo de la bruja, pero en ese momento no era su esposa y luego ya en La maldición de la Llorona estaban casados. Además invitó a su amiga Rita Macedo y curiosamente las dos estaban embarazadas; Carlos Fuentes había embarazado a Macerdo y Salazar a Arenas. Es curioso que las dos actrices de esas películas estuvieran embarazadas al mismo tiempo y es chistoso como Cecilia Fuentes que escribió el libro Mujer en papel ella dice que es hija de la Llorona».

Al ser cuestionado sobre cuál película sería considerada la obra cumbre del terror, Castillo Flores asegura que «son como una constelación en la galaxia, son distitnos puntos, los separan varios años, varias temáticas, pero al final si puedes juntar los puntos puedes crear una constelación».

Pero el curador sí tiene una película favorita: Misterios de ultratumba de Fernando Méndez. «Me parece un momento cúspide en la creatividad cinematográfica, todo el equipo que trabajó en esa película logró elevar lo que se podía hacer en el terror. Esta idea de qué hay más allá de la muerte que es una idea muy simple, esta película la maneja de una manera increíble». 

Pero aunque las filmes de terror se están restaurando o se encuentran en gran parte del catálogo de la Cineteca Nacional, hay trabajos perdidos como Profanación de Chano Urueta filmada en 1933, la trama de la cinta gira entorno a la posesión de un collar que perteneció a la amante de un rey azteca.  

«Una de las obsesiones que tengo es la maravilla del cine mexicano del terror, todos los creadores, cineastas, actores y actrices a lo largo de los años. Me parecía que ha sido olvidado, muy criticado, lo ven para abajo, muchos historiadores y críticos. Me parecía muy imporante que están películas regresaran a la pantalla grande y que nuevas generaciones se acordaran de que existen. Porque también muestran un arrojo de sus creadores y una calidad cinematográfica fantástica», remata Castillo Flores. 

La muestra está en diálogos para poder llegar a otros países. 

Los espectadores podrán encontrar en estas películas un mundo de fantasía y sombra, como señala la sinópsis de la muestra: 

«Un cine que bebe de las raíces de las leyendas y el folclore mexicano, de cierto barroco católico, un género que fascina desde los años 30, con múltiples ramificaciones y variaciones: terror, ciencia ficción o fantasía, del que surgen innumerables personajes icónicos, desde La Llorona. hasta vampiros, desde fantasmas hasta superhéroes».

Proceso